El ego masculino comienza con las fantasías de la madre: nene sos hermoso, bueno, inteligente, varonil, único. Y termina con las realidades de la esposa: callate decadente, mezquino, chizito, abombado, tu amigo SI que es lo más.
Miércoles. Por la noche dormí como una reina, allá sola en mi nuevo dormitorio. Tenía la dos plazas toda para mí, y no se escuchaba el rumiar constante de mi marido. Eso, más la buena marcha de mi trabajo, hizo que me despertara renovada. Este día era muy importante también por Dalila. A las doce del mediodía teníamos un turno con el traumatólogo para controlar la evolución del bracito. Si él lo consideraba, la nena volvía al colegio. Si no, vendría conmigo a la oficina otra vez. Entonces, mientras esperábamos en el médico:
FABIO
Con suerte, volvés al colegio hoy.
DALILA
Si… pero ir a trabajar con mamá estuvo bueno.
Hicimos tasaciones, llamamos clientes, visitamos porteros….
FABIO
Vos no, mamá.
DALILA
Yo también aprendí a tasar.
Pero bien, no como Jorge que miente.
El médico nos atendió y confirmó el alta provisoria de Dalila. Me dio las indicaciones para que se bañara y cuidara como corresponde el yeso, y de ahí nos fuimos a festejar a Burger King.
Después los dejé a ambos en los colegios y me fui a la oficina. A los pocos minutos de llegar me citó el Arquitecto Piña en su oficina.
ARQUITECTO PIÑA
Cómo va todo Milena?
Me cuenta en qué anda?
YO
Si. Recompuse la gestión con los dueños,
rearmé lo de los porteros, ya llamé a la mitad de los clientes de
la constructora que me dio, ví tres propiedades….
ARQUITECTO PIÑA
Bien. Hay un esfuerzo importante en lo suyo.
Ahora… qué le parece si direccionamos correctamente el trabajo?
YO
Cómo sería?
ARQUITECTO PIÑA
Hacemos algo para que su energía se convierta
en algo productivo ¿me sigue?
Usted tiene poca experiencia,
y yo la quiero ayudar para que le rinda
a su bolsillo y al de la inmobiliaria…
Hizo bastante en las dos semanas que lleva acá.
Y qué ha logrado? Por ahora poco...
YO
(Decepcionada)
Uhhh…
ARQUITECTO PIÑA
No se lo digo para que se ponga mal.
Al contrario, yo tengo fe que le va a ir bien.
Solo permítame que la guíe un poco.
Usted tiene muchos datos de clientes ¿no?
Compradores por una lado, dueños de propiedades por el otro…
¿Por qué no piensa en una manera de
relacionarlos, para que salgan ventas?
En ese momento me acordé del sistema que usaba Beatriz Albarenque, la dueña de la inmobiliaria que me recibió en la recepción, y fumaba mucho y en mi cara.
YO
A ver si esto sirve… Podemos armar tres listados de clientes:
los que compran al contado, los que compran y tienen que vender
y los que venden solamente….
ARQUITECTO PIÑA
Muy bien… me encanta esa idea… ¿Cómo se le ocurrió?
YO
Y….
Terminada la reunión, me fui corriendo a mi escritorio para organizar todo.
En ese momento me llamó Patricio al celular.
YO
Hola Patricio! ¿Cómo estás?
PATRICIO
Alguien me tiene muy abandonado…..
YO
No mi amor…. Es que estoy con mucho trabajo….
PATRICIO
Y pensar que fui yo el que te sugirió esa inmobiliaria….
fui tu instigador, casi un cómplice…
YO
Vos sos mi amor, mi cómplice y todo….Ja Ja Ja
PATRICIO
Pero no podemos estar codo a codo….Je Je Je
YO
Precioso… Dejame un poquito que me organice y
te voy a regalar todo el tiempo del mundo…
PATRICIO
Prometido?
YO
Prometido.
Cortamos y me quedé contenta. No había notado que Jorge, el vendedor, como siempre estaba sin hacer nada observando a los demás.
JORGE
Che, vos sos casada?
YO
Si.
JORGE
Patricio es tu marido?
YO
Eh… si, claro.
JORGE
Se llevan bien.
YO
Si.
Traté de cambiar de tema porque este entrometido inoperante solo buscaba información para chusmear. Acto seguido preparé unas planillas en Excel para poder volcar todos los datos de mis contactos. Estuve unas dos horas, y al cabo, había logrado que se notaran con claridad las posibilidades de conectar a todos los clientes entre sí. Cuando ví el nuevo orden terminado me emocioné. Tenía un presentimiento muy claro de que eso me serviría muchísimo a futuro. Y quizás podría generar comisiones para empezar a despegarme de los míseros trescientos pesos de fijo que me pagarían al mes.
Con toda esa emoción en el alma fui feliz a buscar a los chicos. Y de ahí, los tres a casa.
Una vez que llegamos, tomamos la merienda.
FABIO
Má, voy a llamar a papá
¿Estará en el negocio?
YO
Creo que si.
FABIO
(Después de marcar)
Hola, soy Fabio ¿Está mi papá? ¿No? Bueno, chau.
Má ¿Lo puedo llamar al celular?
YO
Si, mi amor.
FABIO
(Después de marcar)
¿Hola pá?
VINCENT
Campeón! Qué raro llamándome a esta hora
¿Qué necesitas?
FABIO
Nada pá, solamente te quería avisar que Dalila está mejor
y ya volvió al colegio.
VINCENT
Ah, que bien…
FABIO
Si, el otro día me dijiste que te avisara si pasaba algo.
VINCENT
Gracias hijo.
FABIO
Pá, te quería preguntar… ¿Viste que Dalila
fue a trabajar con mamá a la inmobiliaria?
VINCENT
Seee.
FABIO
Yo estuve pensando… si querés el
sábado puedo ir a ayudarte al negocio….
VINCENT
No querido, vos tenés que hacer la tarea…
FABIO
Pero la puedo hacer el domingo…
VINCENT
No, yo estoy de un lado a otro, no tengo horarios,
y vos sos muy chico. Cuando seas más grande….
FABIO
Uhhh pá…..
martes, 29 de diciembre de 2009
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