Respuestas masculinas evasoras de compromisos: Hablamos, Vemos, Te aviso cuando salgo, Un día de estos, Si pinta, Lo que dé, Porqué no me avisaste?, No recibí ningún mensaje, A esta hora?, Voy “tipo” nueve, Me fijo. No da.
Viernes. Ayer tuve que pegarle un codazo al amorfo cerebral de mi marido, para que dejara de molestarme en la cama. Claro, como él miente todo el tiempo, se pensó que mi planteo tenía una doble intención. Esa manera suya de razonar me parecía divertida cuando nos conocimos, pero con el tiempo se me volvió insoportable. A su falta de oído en mis propuestas, le tenía que agregar más aclaraciones para que entendiera que yo no me manejaba con dobles discursos. Y mi necesidad de hacerme entender siempre terminaba en un comentario agresivo. Invariablemente me salía un “sos idiota vos?” o un “pará enfermo!”.
Al final, se ofendió y se dio vuelta para el otro lado. Joya.
Esa mañana me importaba ver si los chicos se iban comprendiendo un poco mejor.
Estaba en la cocina preparando el desayuno cuando se levantó el nene.
YO
Hola bebé! Estás bien?
FABIO
Si…Má ¿dormiste con papá anoche?
YO
Así es.
Tenía un mini espía en mi propia casa. ¿Cómo se dio cuenta, si me acosté tarde y me levanté temprano? Pensé: voy a tener que cuidarme mucho más en todo, este enanito se fija demasiado en lo que hago.
YO
Y cómo va la cosa con tu hermana? Se amigaron?
FABIO
Se, qué se yo.
YO
Hijito, es importante que te entiendas con ella.
Es tu familia, como papá y yo.
Y aunque a veces no se note, te quiere mucho.
FABIO
Si? Y vos porqué le hablás poco a tus hermanos?
Justo en ese momento llegó Dalila y pude desviar la conversación.
DALILA
(Me da un beso)
Hola mamota….
YO
Hola mi amor…
DALILA
(Al hermano)
Qué hacés….
YO
Cómo? No le das un beso?
DALILA
Noooo qué asco….
YO
Cómo qué asco? Dale un beso!
Los dos se miraron como obligados y se acercaron las caras para conformarme. Juntaron las mejillas sin hacer nada más. Y ahí terminó el saludo.
YO
(A Dalila)
Dale el beso!
DALILA
Que me dé él.
FABIO
No, ella.
Grandes encrucijadas las que me generaban mis hijos cada tanto. Decidí no insistir.
Y así, como pudimos, con varios temas pendientes de resolución, almorzamos y partimos hacia los colegios. Luego me fui a la oficina.
BLANQUITA
Hola, buenas tardes Milena ¿Cómo estás?
YO
Bien, en la re lucha con todo y con todos. Y vos?
BLANQUITA
Bien, querida. Tranquila.
YO
Blanqui… ¿vos sos casada?
BLANQUITA
Nooo! Me divorcié hace cinco años.
YO
Y… qué onda? Estás bien? Te costó hacerlo?
BLANQUITA
No me quedó otra. El muy hijo de su madre me engañaba.
YO
Otro más? Será posible que todos termine en eso?
BLANQUITA
Pero lo mío fue un desastre.
Llegué a casa y lo encontré en mi propia cama.
YO
Ah… una basura importante.
BLANQUITA
No sabés! Y encima no quería irse. Tuve que denunciarlo.
YO
Tenías pruebas?
BLANQUITA
No, pero las inventé. Unas amigas me salieron de testigos.
YO
(Viendo que se ponía triste)
Bueno, tranquila, pero al final se fue y te quedaste vos.
BLANQUITA
No. Tuvimos que vender la casa y repartir mitad cada uno.
Así conocí al Arquitecto Piña, buscando un departamento por acá.
Después me ofreció trabajar con él.
YO
Qué bueno.
BLANQUITA
Si, este trabajo me salvó la vida.
YO
Que suerte…. Bueno, sigo con lo mío.
BLANQUITA
Tomá. El arquitecto te dejó
otro listado de clientes para que llames.
YO
Son de la constructora?
BLANQUITA
Me parece que si.
Me fui hasta mi escritorio revisando los papeles de Piña. Eran como doscientos nombres, teléfonos y direcciones de gente que había comprado departamentos a estrenar años antes.
Me puse contenta a clasificarlos para empezar a llamar.
JORGE
Qué tal Milena? Todo bien?
YO
Si. Acá, viendo como me organizo
para contactar a toda esta gente.
JORGE
Vos, disculpá si me meto con tu trabajo, pero….
YO
No, decime…vos tenés mucha más experiencia que yo.
JORGE
Ufff… como quince años en esto.
No, te decía ¿no es un poco inútil que te la
pases hablando por teléfono todo el tiempo?
YO
Perdón? Y como me contacto con los clientes?
JORGE
Decile al arquitecto que saque un aviso de captación y listo.
YO
Pero vos se lo pediste el otro día y dijo que era caro.
JORGE
A mí me lo dijo. Quizás con vos acepte.
Piña es un tipo… medio estructurado.
No le gusta innovar, por eso la inmobiliaria no funciona.
Si me dieran la gerencia a mi…
YO
Cómo sería un aviso de captación?
JORGE
Por ejemplo:
“Empresa Española compra departamentos en Caballito”
YO
Y dónde está la empresa?
JORGE
Es un verso… después les ofreces el servicio inmobiliario y listo.
YO
Pará… si soy de una empresa que compra….
JORGE
Al momento de ver el departamento le decís:
Ah… no es lo que buscamos, pero si quiere,
también tenemos inmobiliaria, y se lo podemos vender.
YO
Pero es una mentira tonta, se descubre rápido.
JORGE
Ay nena… todos lo hacen.
Esa idea no me convencía. Jorge siguió leyendo el diario y yo con mi rutina de llamados tal cual la venía cumpliendo desde el principio.
En ese momento sonó el teléfono y atendió él.
JORGE
Morgante… ¿de parte de quien?... Si, lo comunico.
Milena, es para vos, tu marido, Patricio..
YO
(Confundida)
Si?... Bueno pasame.
Hola? Quién habla?
Jorge me miraba atentamente.
VINCENT
Soy Vincent, no me reconocés?
Te llamo porque estuve pensando en lo que me
dijiste de los chicos. Y tenés razón.
Está bien que tratemos de cuidarnos delante de ellos.
Así no sufren.
YO
Bueno, mejor lo hablamos en casa. Estoy trabajando.
VINCENT
Ahhh… No quise interrumpirte, pero me pareció importante
aclararte eso. No sé, la familia es lo primero y protegiéndolos a
ellos puede que logremos entendernos nosotros.
YO
Bueno, bueno. Te dejo, estoy ocupada.
VINCENT
No te enojes. Pongo mi mejor voluntad.
YO
No-me-enojo. Entendé de una vez… ¡Estoy trabajando!
Acto seguido, le corté. Jorge me miraba intrigado.
JORGE
Parece que no hay horno para bollos…
YO
Qué decís?
JORGE
Que el otro día lo trataste con tanta dulzura y
ahora le cortaste el rostro.
YO
Cuándo lo traté con dulzura?
JORGE
La otra vez… Le decías “Patricio, mi amor,
mi cómplice, mi todo…precioso”.
Rarísimo en una esposa. Ja Ja… ya me parecía…
La de hoy sí que fue más real.
YO
Si, Jorge, tomá en cuenta solo esta última.
Pensé: este idiota confundió al Patricio del otro día con el Vincent de hoy. Lo que es no hacer nada en todo el día. Jorge acá en la oficina, es más peligroso que mi hijo en casa. Por razones no afectivas como las de Fabio, éste sigue minuto a minuto las cosas que hago.
Comencé los llamados. Tuve buena respuesta de la gente que encontré y cada vez completaba más datos de todo tipo. Compradores, vendedores, gente que quería invertir.
Antes de irme a retirar a los chicos de las escuelas, pedí una reunión con el Arquitecto Piña.
ARQUITECTO PIÑA
Diez minutos Milena, me tengo que ir.
YO
Si, muy breve. Quería que viera la planilla de contactos.
ARQUITECTO PIÑA
(Mirando)
A ver... está muy completa. Y tiene cantidad de clientes.
YO
Cree que lograremos resultados rápido?
ARQUITECTO PIÑA
Si! Con su sistema de seleccionarlos por rubros,
no dude que le va a ir bien.
Además, ya hubo como cinco personas que hicieron
consultas telefónicas a raíz de sus llamados.
Yo mismo las atendí por las mañanas.
Para preguntar solamente, pero por algo se empieza.
YO
Uhhh es poco. Casi el uno por ciento de la gente que contacté.
ARQUITECTO PIÑA
Pero algo de respuestas hubo. No le parece?
YO
Y si… lo que pasa es que una persona… de afuera ¿eh?...
de otra inmobiliaria… me dijo que esto que yo hacía era un poco inútil….
Que era mejor un aviso de captación…
ARQUITECTO PIÑA
Mire Milena, usted siga así.
El que le dijo eso es un chanta, un cómodo, un imbécil…
¿Algo más?
YO
No, nada más. Gracias.
jueves, 31 de diciembre de 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
61 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – EL ACTING NECESARIO
Altos costos que pagamos por un poco de seguridad y bienestar: Expensas, Póliza del auto, Medicina prepaga, Impuestos, Blindajes, Vigilancia nocturna, Custodios privados, Alarmas, Entidades bancarias, Peajes, Marido off.
Jueves. Otra vez dormí plácidamente en mi habitación privada de las visitas. Me levanté muy animada, sintiéndome cada vez mejor con mis nuevos proyectos. Solo me preocupaba haber comprobado que, inocentemente, Fabio le pasaba información al padre de algunas cosas que ocurrían en casa. Lo escuché claramente contándole lo de Dalila y el colegio. Y me preguntaba cuántas novedades más le podría haber confiado antes. Esto no hacía más que advertirme sobre cierto cuidado en no dejar trascender mis planes futuros.
Esa mañana Fabio y Dalila discutieron por un tema menor. Algo de hermanos. Gritaron un poco y después sobrevino un profundo silencio entre ellos.
Mejor, así podía concentrarme un poco en mis tareas inmobiliarias.
Cuando llegó el horario del almuerzo:
DALILA
Má… decile a Fabio que me hable.
YO
Cómo?
DALILA
Si… porque nos peleamos no me habla….
Y justo ahora que estoy tan enferma.
YO
Qué es eso Fabio?
FABIO
(Enojado)
Porque estaba con el yeso me preocupé por cuidarla,
y ¿como me pagó? ¡No quiere prestarme el MP5 que
le regalaron para el cumpleaños!
¡Me cansaste nena, no te voy a hablar nunca más!.
Y si me seguís molestando, saco mi colchón de nuestro dormitorio
y me voy a dormir a la pieza de las visitas….
Me quería morir. El nene no estaba haciendo otra cosa que repetir los malos hábitos de sus padres. Pensé que sería inútil explicárselo con palabras. Mejor darle un ejemplo con hechos. Entonces, tomé el teléfono. Ahí mismo, delante de ellos.
YO
Vincent? ehhh… quería saber cómo estás….
VINCENT
Bien ¿por?
YO
Mirá, esta noche te voy a esperar para que hablemos.
Creo que en muchos temas no pensamos lo mismo,
pero conversando las personas se entienden…
VINCENT
Y esto?… Últimamente no se te da por conversar mucho a vos.
¿Qué pasó, tenías frío durmiendo sola? ¿O necesitas plata?
YO
(Disimulándo por los chicos)
No, nada que ver. Dale, te espero.
Comemos algo rico y charlamos….
VINCENT
Ah… ya sé! Je Je Je … Fue mi canción del otro día…
“el nido estaba vacío y acabó por enfriar”….
Qué ganador!.. Y pensar que te quería hacer enojar…
Por lo de la ropa, claro.
YO
Este… tampoco eso, pero no importa, te espero y listo…
VINCENT
Milena…. Vos tendrás tus motivos para volver a acercarte a mi,
pero solo te pido una cosa…
YO
Decime.
VINCENT
No me hagas ilusionar otra vez…..
YO
Hasta luego.
Corté la comunicación y miré a los chicos. Tenían caritas incrédulas.
YO
Fabio, creeme que se puede arreglar
toda diferencia hablando…
FABIO
Con esssta no se puede….
DALILA
Yo?
YO
Faaaaabio….
FABIO
Lo voy a pensar un poco….
Bueno, hasta ahí llegué. En ese momento no podía hacer nada más por ellos. En el camino a la escuela Dalila le hablaba y él le contestaba con monosílabos. Algo es algo.
Esa tarde en la oficina fue fantástica. Tomé mi nueva herramienta inmobiliaria y me puse a tratar de combinar clientes. Elegí a uno que quería un tres ambientes y lo llamé:
YO
Buenas tardes, soy Milena de Morgante Inmobiliaria.
Con respecto al departamento que me pidió…
tengo anotado de hasta noventa mil dólares, en Caballito,
no más de diez años… algún otro detalle?
CLIENTE
Si! Que sea muy luminoso y esté en buen estado.
YO
Perfecto, le estamos buscando.
En cuanto aparezca uno lindo lo llamo.
CLIENTE
Sabe? Usted es muy amable en ocuparse de lo nuestro.
YO
Bueno, para eso estamos las inmobiliarias.
CLIENTE
No crea, ninguna otra nos llamó.
Los argumentos me salían cada vez más fluidos y convincentes. La seguridad que iba adquiriendo se potenciaba contacto tras contacto.
Cuando se hizo el horario de los chicos, me fui de la oficina a buscarlos. Volvimos a casa como de costumbre. Después, ellos cenaron y se acostaron. Yo me quedé en la compu trabajando.
Muy tarde, llegó Vincent. Ni bien entró, le pedí que me acompañara al fondo. Bien al fondo del parque para que los chicos no pudieran escuchar, en caso de que todavía estuvieran despiertos.
El boludo lo tomaba como una muestra de seducción.
VINCENT
¿Para qué prendiste las luces?
YO
Para que nos pudiéramos ver bien.
VINCENT
(Intentando abrazarme)
Bueno, si te gusta así….
YO
(De mala forma)
Pará un poquito…..Hoy pasó algo grave con los chicos.
Se pelearon y el nene dejó de hablarle a la hermana.
VINCENT
Y? Será por un rato, después se le va a pasar…
YO
No entendés?
Está utilizando las peores manías de nosotros dos…
No fuimos capaces de enseñarle un modelo mejor.
Que la gente se tiene que entender hablando.
VINCENT
Y decíselos…
YO
No es con palabras, es con ejemplos.
Por eso te llamé al negocio delante de ellos,
quería que lo vieran en nosotros.
VINCENT
Igual, no me parece tan grave.
YO
No terminó ahí. Fabio la amenazó con
irse a dormir a otro lado y dejarla sola.
Y sabés que ella es miedosa,
que por eso duermen en el mismo cuarto.
VINCENT
Qué carácter podrido que tiene… en eso sale a vos…
YO
Concentrate en ellos, no en nosotros.
Entonces, pensé que de ahora en más, pase lo que pase,
vos y yo nos seguimos hablando ¿te parece?.
VINCENT
Si. Todo bien, pero no me vas a contar que
esto lo hacés por los chicos….
YO
Por qué otra cosa?
VINCENT
Por mi….
YO
(A punto de explotar)
A ver… una sola vez te pido que me interpretes…
Nosotros ya no somos nada…
NADA ¿OK? Ya te lo dije otras veces….
VINCENT
A lo mejor te arrepentiste y no sabés como decirlo….
YO
A ver… cerebrito disecado…. Le estamos dando un mal ejemplo
a los chicos… Es eso exclusivamente……
VINCENT
(Mirándome inquisidor)
No sé… tengo mis dudas…
YO
¿Si? Entonces, escuchá: cuando pueda me divorcio de vos,
y te vas al mismísimo demonio para mí…
Es más, ya te fuiste desde hace un tiempo.
Ahora, se entendió?
Mientras tanto, seamos civilizados….
Volvimos a la casa y cenamos. Vincent estaba confundido. Fiel a su estilo, seguía volando en su globo aerostático de fantasías sin querer captar la realidad. Una vez más. Cuando terminamos de comer, se levantó de la mesa y se despidió para irse a acostar. Yo me quedé lavando los platos una hora más. Después me fui al dormitorio que compartíamos.
Al prender la luz:
VINCENT
Qué pasó?
YO
Nada, me voy a acostar.
VINCENT
Acá?
YO
Si, acá.
VINCENT
Ah bueno….Yo quisiera saber que
entendés vos por “civilizados”
YO
Lo que te dije, que los chicos no vean una guerra.
VINCENT
No querés guerra… pero te “me” regalás en la cama…
YO
Ay… por favor, date vuelta y dormí.
VINCENT
Que descanses mi amor….
Jueves. Otra vez dormí plácidamente en mi habitación privada de las visitas. Me levanté muy animada, sintiéndome cada vez mejor con mis nuevos proyectos. Solo me preocupaba haber comprobado que, inocentemente, Fabio le pasaba información al padre de algunas cosas que ocurrían en casa. Lo escuché claramente contándole lo de Dalila y el colegio. Y me preguntaba cuántas novedades más le podría haber confiado antes. Esto no hacía más que advertirme sobre cierto cuidado en no dejar trascender mis planes futuros.
Esa mañana Fabio y Dalila discutieron por un tema menor. Algo de hermanos. Gritaron un poco y después sobrevino un profundo silencio entre ellos.
Mejor, así podía concentrarme un poco en mis tareas inmobiliarias.
Cuando llegó el horario del almuerzo:
DALILA
Má… decile a Fabio que me hable.
YO
Cómo?
DALILA
Si… porque nos peleamos no me habla….
Y justo ahora que estoy tan enferma.
YO
Qué es eso Fabio?
FABIO
(Enojado)
Porque estaba con el yeso me preocupé por cuidarla,
y ¿como me pagó? ¡No quiere prestarme el MP5 que
le regalaron para el cumpleaños!
¡Me cansaste nena, no te voy a hablar nunca más!.
Y si me seguís molestando, saco mi colchón de nuestro dormitorio
y me voy a dormir a la pieza de las visitas….
Me quería morir. El nene no estaba haciendo otra cosa que repetir los malos hábitos de sus padres. Pensé que sería inútil explicárselo con palabras. Mejor darle un ejemplo con hechos. Entonces, tomé el teléfono. Ahí mismo, delante de ellos.
YO
Vincent? ehhh… quería saber cómo estás….
VINCENT
Bien ¿por?
YO
Mirá, esta noche te voy a esperar para que hablemos.
Creo que en muchos temas no pensamos lo mismo,
pero conversando las personas se entienden…
VINCENT
Y esto?… Últimamente no se te da por conversar mucho a vos.
¿Qué pasó, tenías frío durmiendo sola? ¿O necesitas plata?
YO
(Disimulándo por los chicos)
No, nada que ver. Dale, te espero.
Comemos algo rico y charlamos….
VINCENT
Ah… ya sé! Je Je Je … Fue mi canción del otro día…
“el nido estaba vacío y acabó por enfriar”….
Qué ganador!.. Y pensar que te quería hacer enojar…
Por lo de la ropa, claro.
YO
Este… tampoco eso, pero no importa, te espero y listo…
VINCENT
Milena…. Vos tendrás tus motivos para volver a acercarte a mi,
pero solo te pido una cosa…
YO
Decime.
VINCENT
No me hagas ilusionar otra vez…..
YO
Hasta luego.
Corté la comunicación y miré a los chicos. Tenían caritas incrédulas.
YO
Fabio, creeme que se puede arreglar
toda diferencia hablando…
FABIO
Con esssta no se puede….
DALILA
Yo?
YO
Faaaaabio….
FABIO
Lo voy a pensar un poco….
Bueno, hasta ahí llegué. En ese momento no podía hacer nada más por ellos. En el camino a la escuela Dalila le hablaba y él le contestaba con monosílabos. Algo es algo.
Esa tarde en la oficina fue fantástica. Tomé mi nueva herramienta inmobiliaria y me puse a tratar de combinar clientes. Elegí a uno que quería un tres ambientes y lo llamé:
YO
Buenas tardes, soy Milena de Morgante Inmobiliaria.
Con respecto al departamento que me pidió…
tengo anotado de hasta noventa mil dólares, en Caballito,
no más de diez años… algún otro detalle?
CLIENTE
Si! Que sea muy luminoso y esté en buen estado.
YO
Perfecto, le estamos buscando.
En cuanto aparezca uno lindo lo llamo.
CLIENTE
Sabe? Usted es muy amable en ocuparse de lo nuestro.
YO
Bueno, para eso estamos las inmobiliarias.
CLIENTE
No crea, ninguna otra nos llamó.
Los argumentos me salían cada vez más fluidos y convincentes. La seguridad que iba adquiriendo se potenciaba contacto tras contacto.
Cuando se hizo el horario de los chicos, me fui de la oficina a buscarlos. Volvimos a casa como de costumbre. Después, ellos cenaron y se acostaron. Yo me quedé en la compu trabajando.
Muy tarde, llegó Vincent. Ni bien entró, le pedí que me acompañara al fondo. Bien al fondo del parque para que los chicos no pudieran escuchar, en caso de que todavía estuvieran despiertos.
El boludo lo tomaba como una muestra de seducción.
VINCENT
¿Para qué prendiste las luces?
YO
Para que nos pudiéramos ver bien.
VINCENT
(Intentando abrazarme)
Bueno, si te gusta así….
YO
(De mala forma)
Pará un poquito…..Hoy pasó algo grave con los chicos.
Se pelearon y el nene dejó de hablarle a la hermana.
VINCENT
Y? Será por un rato, después se le va a pasar…
YO
No entendés?
Está utilizando las peores manías de nosotros dos…
No fuimos capaces de enseñarle un modelo mejor.
Que la gente se tiene que entender hablando.
VINCENT
Y decíselos…
YO
No es con palabras, es con ejemplos.
Por eso te llamé al negocio delante de ellos,
quería que lo vieran en nosotros.
VINCENT
Igual, no me parece tan grave.
YO
No terminó ahí. Fabio la amenazó con
irse a dormir a otro lado y dejarla sola.
Y sabés que ella es miedosa,
que por eso duermen en el mismo cuarto.
VINCENT
Qué carácter podrido que tiene… en eso sale a vos…
YO
Concentrate en ellos, no en nosotros.
Entonces, pensé que de ahora en más, pase lo que pase,
vos y yo nos seguimos hablando ¿te parece?.
VINCENT
Si. Todo bien, pero no me vas a contar que
esto lo hacés por los chicos….
YO
Por qué otra cosa?
VINCENT
Por mi….
YO
(A punto de explotar)
A ver… una sola vez te pido que me interpretes…
Nosotros ya no somos nada…
NADA ¿OK? Ya te lo dije otras veces….
VINCENT
A lo mejor te arrepentiste y no sabés como decirlo….
YO
A ver… cerebrito disecado…. Le estamos dando un mal ejemplo
a los chicos… Es eso exclusivamente……
VINCENT
(Mirándome inquisidor)
No sé… tengo mis dudas…
YO
¿Si? Entonces, escuchá: cuando pueda me divorcio de vos,
y te vas al mismísimo demonio para mí…
Es más, ya te fuiste desde hace un tiempo.
Ahora, se entendió?
Mientras tanto, seamos civilizados….
Volvimos a la casa y cenamos. Vincent estaba confundido. Fiel a su estilo, seguía volando en su globo aerostático de fantasías sin querer captar la realidad. Una vez más. Cuando terminamos de comer, se levantó de la mesa y se despidió para irse a acostar. Yo me quedé lavando los platos una hora más. Después me fui al dormitorio que compartíamos.
Al prender la luz:
VINCENT
Qué pasó?
YO
Nada, me voy a acostar.
VINCENT
Acá?
YO
Si, acá.
VINCENT
Ah bueno….Yo quisiera saber que
entendés vos por “civilizados”
YO
Lo que te dije, que los chicos no vean una guerra.
VINCENT
No querés guerra… pero te “me” regalás en la cama…
YO
Ay… por favor, date vuelta y dormí.
VINCENT
Que descanses mi amor….
martes, 29 de diciembre de 2009
60 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - REDISEÑO
El ego masculino comienza con las fantasías de la madre: nene sos hermoso, bueno, inteligente, varonil, único. Y termina con las realidades de la esposa: callate decadente, mezquino, chizito, abombado, tu amigo SI que es lo más.
Miércoles. Por la noche dormí como una reina, allá sola en mi nuevo dormitorio. Tenía la dos plazas toda para mí, y no se escuchaba el rumiar constante de mi marido. Eso, más la buena marcha de mi trabajo, hizo que me despertara renovada. Este día era muy importante también por Dalila. A las doce del mediodía teníamos un turno con el traumatólogo para controlar la evolución del bracito. Si él lo consideraba, la nena volvía al colegio. Si no, vendría conmigo a la oficina otra vez. Entonces, mientras esperábamos en el médico:
FABIO
Con suerte, volvés al colegio hoy.
DALILA
Si… pero ir a trabajar con mamá estuvo bueno.
Hicimos tasaciones, llamamos clientes, visitamos porteros….
FABIO
Vos no, mamá.
DALILA
Yo también aprendí a tasar.
Pero bien, no como Jorge que miente.
El médico nos atendió y confirmó el alta provisoria de Dalila. Me dio las indicaciones para que se bañara y cuidara como corresponde el yeso, y de ahí nos fuimos a festejar a Burger King.
Después los dejé a ambos en los colegios y me fui a la oficina. A los pocos minutos de llegar me citó el Arquitecto Piña en su oficina.
ARQUITECTO PIÑA
Cómo va todo Milena?
Me cuenta en qué anda?
YO
Si. Recompuse la gestión con los dueños,
rearmé lo de los porteros, ya llamé a la mitad de los clientes de
la constructora que me dio, ví tres propiedades….
ARQUITECTO PIÑA
Bien. Hay un esfuerzo importante en lo suyo.
Ahora… qué le parece si direccionamos correctamente el trabajo?
YO
Cómo sería?
ARQUITECTO PIÑA
Hacemos algo para que su energía se convierta
en algo productivo ¿me sigue?
Usted tiene poca experiencia,
y yo la quiero ayudar para que le rinda
a su bolsillo y al de la inmobiliaria…
Hizo bastante en las dos semanas que lleva acá.
Y qué ha logrado? Por ahora poco...
YO
(Decepcionada)
Uhhh…
ARQUITECTO PIÑA
No se lo digo para que se ponga mal.
Al contrario, yo tengo fe que le va a ir bien.
Solo permítame que la guíe un poco.
Usted tiene muchos datos de clientes ¿no?
Compradores por una lado, dueños de propiedades por el otro…
¿Por qué no piensa en una manera de
relacionarlos, para que salgan ventas?
En ese momento me acordé del sistema que usaba Beatriz Albarenque, la dueña de la inmobiliaria que me recibió en la recepción, y fumaba mucho y en mi cara.
YO
A ver si esto sirve… Podemos armar tres listados de clientes:
los que compran al contado, los que compran y tienen que vender
y los que venden solamente….
ARQUITECTO PIÑA
Muy bien… me encanta esa idea… ¿Cómo se le ocurrió?
YO
Y….
Terminada la reunión, me fui corriendo a mi escritorio para organizar todo.
En ese momento me llamó Patricio al celular.
YO
Hola Patricio! ¿Cómo estás?
PATRICIO
Alguien me tiene muy abandonado…..
YO
No mi amor…. Es que estoy con mucho trabajo….
PATRICIO
Y pensar que fui yo el que te sugirió esa inmobiliaria….
fui tu instigador, casi un cómplice…
YO
Vos sos mi amor, mi cómplice y todo….Ja Ja Ja
PATRICIO
Pero no podemos estar codo a codo….Je Je Je
YO
Precioso… Dejame un poquito que me organice y
te voy a regalar todo el tiempo del mundo…
PATRICIO
Prometido?
YO
Prometido.
Cortamos y me quedé contenta. No había notado que Jorge, el vendedor, como siempre estaba sin hacer nada observando a los demás.
JORGE
Che, vos sos casada?
YO
Si.
JORGE
Patricio es tu marido?
YO
Eh… si, claro.
JORGE
Se llevan bien.
YO
Si.
Traté de cambiar de tema porque este entrometido inoperante solo buscaba información para chusmear. Acto seguido preparé unas planillas en Excel para poder volcar todos los datos de mis contactos. Estuve unas dos horas, y al cabo, había logrado que se notaran con claridad las posibilidades de conectar a todos los clientes entre sí. Cuando ví el nuevo orden terminado me emocioné. Tenía un presentimiento muy claro de que eso me serviría muchísimo a futuro. Y quizás podría generar comisiones para empezar a despegarme de los míseros trescientos pesos de fijo que me pagarían al mes.
Con toda esa emoción en el alma fui feliz a buscar a los chicos. Y de ahí, los tres a casa.
Una vez que llegamos, tomamos la merienda.
FABIO
Má, voy a llamar a papá
¿Estará en el negocio?
YO
Creo que si.
FABIO
(Después de marcar)
Hola, soy Fabio ¿Está mi papá? ¿No? Bueno, chau.
Má ¿Lo puedo llamar al celular?
YO
Si, mi amor.
FABIO
(Después de marcar)
¿Hola pá?
VINCENT
Campeón! Qué raro llamándome a esta hora
¿Qué necesitas?
FABIO
Nada pá, solamente te quería avisar que Dalila está mejor
y ya volvió al colegio.
VINCENT
Ah, que bien…
FABIO
Si, el otro día me dijiste que te avisara si pasaba algo.
VINCENT
Gracias hijo.
FABIO
Pá, te quería preguntar… ¿Viste que Dalila
fue a trabajar con mamá a la inmobiliaria?
VINCENT
Seee.
FABIO
Yo estuve pensando… si querés el
sábado puedo ir a ayudarte al negocio….
VINCENT
No querido, vos tenés que hacer la tarea…
FABIO
Pero la puedo hacer el domingo…
VINCENT
No, yo estoy de un lado a otro, no tengo horarios,
y vos sos muy chico. Cuando seas más grande….
FABIO
Uhhh pá…..
Miércoles. Por la noche dormí como una reina, allá sola en mi nuevo dormitorio. Tenía la dos plazas toda para mí, y no se escuchaba el rumiar constante de mi marido. Eso, más la buena marcha de mi trabajo, hizo que me despertara renovada. Este día era muy importante también por Dalila. A las doce del mediodía teníamos un turno con el traumatólogo para controlar la evolución del bracito. Si él lo consideraba, la nena volvía al colegio. Si no, vendría conmigo a la oficina otra vez. Entonces, mientras esperábamos en el médico:
FABIO
Con suerte, volvés al colegio hoy.
DALILA
Si… pero ir a trabajar con mamá estuvo bueno.
Hicimos tasaciones, llamamos clientes, visitamos porteros….
FABIO
Vos no, mamá.
DALILA
Yo también aprendí a tasar.
Pero bien, no como Jorge que miente.
El médico nos atendió y confirmó el alta provisoria de Dalila. Me dio las indicaciones para que se bañara y cuidara como corresponde el yeso, y de ahí nos fuimos a festejar a Burger King.
Después los dejé a ambos en los colegios y me fui a la oficina. A los pocos minutos de llegar me citó el Arquitecto Piña en su oficina.
ARQUITECTO PIÑA
Cómo va todo Milena?
Me cuenta en qué anda?
YO
Si. Recompuse la gestión con los dueños,
rearmé lo de los porteros, ya llamé a la mitad de los clientes de
la constructora que me dio, ví tres propiedades….
ARQUITECTO PIÑA
Bien. Hay un esfuerzo importante en lo suyo.
Ahora… qué le parece si direccionamos correctamente el trabajo?
YO
Cómo sería?
ARQUITECTO PIÑA
Hacemos algo para que su energía se convierta
en algo productivo ¿me sigue?
Usted tiene poca experiencia,
y yo la quiero ayudar para que le rinda
a su bolsillo y al de la inmobiliaria…
Hizo bastante en las dos semanas que lleva acá.
Y qué ha logrado? Por ahora poco...
YO
(Decepcionada)
Uhhh…
ARQUITECTO PIÑA
No se lo digo para que se ponga mal.
Al contrario, yo tengo fe que le va a ir bien.
Solo permítame que la guíe un poco.
Usted tiene muchos datos de clientes ¿no?
Compradores por una lado, dueños de propiedades por el otro…
¿Por qué no piensa en una manera de
relacionarlos, para que salgan ventas?
En ese momento me acordé del sistema que usaba Beatriz Albarenque, la dueña de la inmobiliaria que me recibió en la recepción, y fumaba mucho y en mi cara.
YO
A ver si esto sirve… Podemos armar tres listados de clientes:
los que compran al contado, los que compran y tienen que vender
y los que venden solamente….
ARQUITECTO PIÑA
Muy bien… me encanta esa idea… ¿Cómo se le ocurrió?
YO
Y….
Terminada la reunión, me fui corriendo a mi escritorio para organizar todo.
En ese momento me llamó Patricio al celular.
YO
Hola Patricio! ¿Cómo estás?
PATRICIO
Alguien me tiene muy abandonado…..
YO
No mi amor…. Es que estoy con mucho trabajo….
PATRICIO
Y pensar que fui yo el que te sugirió esa inmobiliaria….
fui tu instigador, casi un cómplice…
YO
Vos sos mi amor, mi cómplice y todo….Ja Ja Ja
PATRICIO
Pero no podemos estar codo a codo….Je Je Je
YO
Precioso… Dejame un poquito que me organice y
te voy a regalar todo el tiempo del mundo…
PATRICIO
Prometido?
YO
Prometido.
Cortamos y me quedé contenta. No había notado que Jorge, el vendedor, como siempre estaba sin hacer nada observando a los demás.
JORGE
Che, vos sos casada?
YO
Si.
JORGE
Patricio es tu marido?
YO
Eh… si, claro.
JORGE
Se llevan bien.
YO
Si.
Traté de cambiar de tema porque este entrometido inoperante solo buscaba información para chusmear. Acto seguido preparé unas planillas en Excel para poder volcar todos los datos de mis contactos. Estuve unas dos horas, y al cabo, había logrado que se notaran con claridad las posibilidades de conectar a todos los clientes entre sí. Cuando ví el nuevo orden terminado me emocioné. Tenía un presentimiento muy claro de que eso me serviría muchísimo a futuro. Y quizás podría generar comisiones para empezar a despegarme de los míseros trescientos pesos de fijo que me pagarían al mes.
Con toda esa emoción en el alma fui feliz a buscar a los chicos. Y de ahí, los tres a casa.
Una vez que llegamos, tomamos la merienda.
FABIO
Má, voy a llamar a papá
¿Estará en el negocio?
YO
Creo que si.
FABIO
(Después de marcar)
Hola, soy Fabio ¿Está mi papá? ¿No? Bueno, chau.
Má ¿Lo puedo llamar al celular?
YO
Si, mi amor.
FABIO
(Después de marcar)
¿Hola pá?
VINCENT
Campeón! Qué raro llamándome a esta hora
¿Qué necesitas?
FABIO
Nada pá, solamente te quería avisar que Dalila está mejor
y ya volvió al colegio.
VINCENT
Ah, que bien…
FABIO
Si, el otro día me dijiste que te avisara si pasaba algo.
VINCENT
Gracias hijo.
FABIO
Pá, te quería preguntar… ¿Viste que Dalila
fue a trabajar con mamá a la inmobiliaria?
VINCENT
Seee.
FABIO
Yo estuve pensando… si querés el
sábado puedo ir a ayudarte al negocio….
VINCENT
No querido, vos tenés que hacer la tarea…
FABIO
Pero la puedo hacer el domingo…
VINCENT
No, yo estoy de un lado a otro, no tengo horarios,
y vos sos muy chico. Cuando seas más grande….
FABIO
Uhhh pá…..
lunes, 28 de diciembre de 2009
59 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – MENTE SUPERIOR DOMINA MENTE INFERIOR
A ver Señora ¡En 30 segundos, sin repetir y sin soplar! MOMENTOS MUY FELICES con su marido en los últimos 10 años. YA!:.. Eh…¡Ah, cuando nació mi hija!....ehhh…¡Y cuando nació mi hijo!... ehhhh…. ehhhh.. ehhhh ….¡Tiempo!
Martes. Era muy temprano, tipo cinco o seis de la mañana, cuando sentí la luz del dormitorio metiéndose a pleno en mis retinas. Vincent y no otro, tuvo la idea de levantarse y ponerse a acomodar su ropa en el placard. La que estaba en la bolsa de residuos. Como una más de tantas veces, sentí en mi epidermis la energía negativa de su venganza. Entonces, opté por taparme completamente y dejarlo ahí solo con sus maldades. Él no evitaba hacer los ruidos correspondientes, pero hasta mi escondite llegaba poco y nada. Todo soportable, hasta que se puso a cantar. No muy fuerte, pero lo suficiente como para lograr incomodarme:
VINCENT
Es que estás llena de sombras…
Y ensombreciste la casa… la la la
El nido estaba caliente…
Y acabó por enfriar… la la la
A veces te volvés exigente
Esperando magia en mis propuestas…
Pero alguna absurda respuesta
Te vuelve a decepcionar… aaaar…
Ahí sí que me cansé y me levanté. Pedazo de imbécil! Con canciones a mí!
Tomé mi almohada y las sábanas y me fui al dormitorio de las visitas. Le pusimos así porque, en un principio, realmente quería que fuera para ellos. Hasta que las visitas se abusaron. Tenía lo mínimo indispensable: una cama, colchón, mesitas de luz y un placard agregado. En ese cuarto me encerré sin escuchar más nada. Por suerte, estaba bastante alejado del resto de la casa. Con este “interruptus” me costó retomar el sueño.
Y después de unas horas:
FABIO
Má… estás bien?
YO
Si hijito, qué pasa?
FABIO
Son las diez de la mañana.
YO
Uhh qué tarde.
Me levanté de un salto y preparé el desayuno. Por suerte la nena estaba bastante bien. Se la veía animada pese a las dificultades y limitaciones del yeso. Lo que la tenía fascinada era la idea de acompañarme a la inmobiliaria, no paraba de hablar de eso.
Después de almorzar fuimos al colegio del nene.
FABIO
(Bajando del auto)
Bueno má, hasta luego.
Y vos Dalila, tratá de estar quieta,
no corras que te podés volver a lastimar.
DALILA
Nene, vos no sos mi papá.
FABIO
Pero soy el que te cuida.
Al llegar a la oficina.
BLANQUITA
Hola a las dos preciosas. ¿Cómo seguís Dalila?
DALILA
Bien.
BLANQUITA
Te gusta trabajar con tu mamá?
DALILA
¡Qué no!
YO
Blanquita, te doy los datos de las
propiedades que ví ayer?
Luego, fuimos hasta nuestro escritorio.
JORGE
Fuiste a ver clientes con la nena?
YO
Si.
JORGE
Y no queda… poco profesional?
YO
Si es así, lo lamento por los clientes
y por todos los que lo piensen.
La verdad, no me gustó nada ese comentario. Entonces traté de seguir con lo mío, prestándole al vendedor la mínima atención. Estaba en eso cuando llegó el Arquitecto Piña.
ARQUITECTO PIÑA
Jorge, usted tenía una tasación ayer en la calle Formosa?
JORGE
Si señor.
ARQUITECTO PIÑA
Y llegó tarde…
Ese cliente es íntimo amigo del Sr. Morgante,
y lo llamó a él directamente para quejarse.
JORGE
Si, lo que pasa es que había unas calles cortadas…
Lo de siempre, y me retrasé.
ARQUITECTO PIÑA
Bueno, en ese caso trate de salir con más tiempo.
DALILA
(Muy bajito a mi oído)
¡Qué mentiroso!!! Si se había olvidado.
¡Decíselo al arquitecto!
YO
Shhh! Vos, mutis, no se lo cuentes a nadie.
DALILA
Por qué?
YO
Porque sí.
JORGE
Arquitecto, estuve pensando
¿No tendríamos que dejar de hacer alquileres?
Dejan poco y son una complicación.
ARQUITECTO PIÑA
Ah… claro.. ¿Y qué sugiere que hagamos?
JORGE
Ventas solamente.
ARQUITECTO PIÑA
Ventas de qué? Si no tenemos mercadería.
JORGE
Bueno, con un aviso institucional, o uno de captación…
ARQUITECTO PIÑA
Lo paga usted? Porque la empresa…
JORGE
Bueno, al fin y al cabo no es tanta plata.
Y es lo que más rinde.
ARQUITECTO PIÑA
Le reitero ¿Lo pagaría usted?
Con su plata hacemos lo que quiera.
JORGE
Yo creo que es una manera de crecer…
ARQUITECTO PIÑA
La mejor manera de crecer es trabajando…
El arquitecto se fue. Jorge se quedó sin comprender el mensaje.
JORGE
Es inútil. Con el criterio de éste,
nos vamos al cierre seguro.
YO
(A Dalila)
¿Te duele el brazo?
DALILA
¿Por?
YO
Porque tendríamos que salir a ver porteros
después del colegio de tu hermano.
DALILA
Buenísimo. No, no me duele, vamos.
Preparé varias cartas de presentación para los dueños de departamentos y las guardé en el bolso. En ellas detallaba nuestro buen servicio inmobiliario, la honradez, la calidad, en fin, todo lo que hay que decir en estos casos.
Salimos a buscar a Fabio. Compré galletitas y unas chocolatadas, y después de merendar dentro del auto, fuimos los tres a visitar porteros.
Ahora con una nueva estrategia y más amabilidad de mi parte.
YO
(Al primer portero y con una sonrisa)
Buenas tardes! Acá le dejo unas notas dirigidas a las personas
del edificio que quieren vender su propiedad.
Usted, solo por dejarles el sobre, tiene doscientos
dólares cuando el inmueble se venda. ¿Le parece?
PRIMER PORTERO
(Apabullado)
Eh… si, pero yo…¿A quiénes quiere que se lo deje?
YO
A los que están pensando en mudarse,
son personas que llamaron a nuestra oficina,
pero lamentablemente, perdí sus datos.
Habíamos quedado en que les mandaba
información de nuestra empresa.
De todos modos, ellos me hablaron muy bien de usted,
así que seguro que los conoce bien.
PRIMER PORTERO
Uff ya hace diez años que estoy acá…
YO
Por eso, piense quienes son,
a usted la gente le cuenta todo ¿No?
PRIMER PORTERO
Uy… si esta boca hablara…
YO
Ah, y por favor, anote los departamentos en que puso
esta correspondencia, así llevamos un control para pagarle.
Bueno, me voy, muchas gracias.
Así fui haciendo con todos los porteros. A cada uno le dejaba cinco cartas. De esa forma, podría evitar el “lo vendo yo” o “quiero más comisión”. Un sistema más simple y que dependiera más de su decisión de quedar bien o no con los propietarios. Me pareció lo más sencillo, aunque partiera de una mentirita. Veremos después cómo resulta. Al menos hice el intento.
FABIO
Bien Milena, vas mejorando.
YO
Si, pichoncito? Te parece?
FABIO
Soy chiquito, pero vos haceme caso a mí.
Yo pienso mucho todo.
YO
Ay cosita!!!
DALILA
Y yo?
YO
Vos sos la asistente perfecta.
Terminamos de recorrer todos los edificios y de repartir todas las cartas.
Ese día, sentí por primera vez en mucho tiempo que Dios estaba de mi lado. Jamás me hubiera imaginado encontrar un trabajo tan lindo y que podía compartir con los chicos. Tal como una vez lo había soñado, estaba en el camino de crecimiento en una tarea que me gustaba, rodeada de buena gente de la empresa, y sin que mis hijos dependieran de otras personas, sin alterarles nada de la vida de siempre.
Solo me faltaba ganar algo de plata.
Martes. Era muy temprano, tipo cinco o seis de la mañana, cuando sentí la luz del dormitorio metiéndose a pleno en mis retinas. Vincent y no otro, tuvo la idea de levantarse y ponerse a acomodar su ropa en el placard. La que estaba en la bolsa de residuos. Como una más de tantas veces, sentí en mi epidermis la energía negativa de su venganza. Entonces, opté por taparme completamente y dejarlo ahí solo con sus maldades. Él no evitaba hacer los ruidos correspondientes, pero hasta mi escondite llegaba poco y nada. Todo soportable, hasta que se puso a cantar. No muy fuerte, pero lo suficiente como para lograr incomodarme:
VINCENT
Es que estás llena de sombras…
Y ensombreciste la casa… la la la
El nido estaba caliente…
Y acabó por enfriar… la la la
A veces te volvés exigente
Esperando magia en mis propuestas…
Pero alguna absurda respuesta
Te vuelve a decepcionar… aaaar…
Ahí sí que me cansé y me levanté. Pedazo de imbécil! Con canciones a mí!
Tomé mi almohada y las sábanas y me fui al dormitorio de las visitas. Le pusimos así porque, en un principio, realmente quería que fuera para ellos. Hasta que las visitas se abusaron. Tenía lo mínimo indispensable: una cama, colchón, mesitas de luz y un placard agregado. En ese cuarto me encerré sin escuchar más nada. Por suerte, estaba bastante alejado del resto de la casa. Con este “interruptus” me costó retomar el sueño.
Y después de unas horas:
FABIO
Má… estás bien?
YO
Si hijito, qué pasa?
FABIO
Son las diez de la mañana.
YO
Uhh qué tarde.
Me levanté de un salto y preparé el desayuno. Por suerte la nena estaba bastante bien. Se la veía animada pese a las dificultades y limitaciones del yeso. Lo que la tenía fascinada era la idea de acompañarme a la inmobiliaria, no paraba de hablar de eso.
Después de almorzar fuimos al colegio del nene.
FABIO
(Bajando del auto)
Bueno má, hasta luego.
Y vos Dalila, tratá de estar quieta,
no corras que te podés volver a lastimar.
DALILA
Nene, vos no sos mi papá.
FABIO
Pero soy el que te cuida.
Al llegar a la oficina.
BLANQUITA
Hola a las dos preciosas. ¿Cómo seguís Dalila?
DALILA
Bien.
BLANQUITA
Te gusta trabajar con tu mamá?
DALILA
¡Qué no!
YO
Blanquita, te doy los datos de las
propiedades que ví ayer?
Luego, fuimos hasta nuestro escritorio.
JORGE
Fuiste a ver clientes con la nena?
YO
Si.
JORGE
Y no queda… poco profesional?
YO
Si es así, lo lamento por los clientes
y por todos los que lo piensen.
La verdad, no me gustó nada ese comentario. Entonces traté de seguir con lo mío, prestándole al vendedor la mínima atención. Estaba en eso cuando llegó el Arquitecto Piña.
ARQUITECTO PIÑA
Jorge, usted tenía una tasación ayer en la calle Formosa?
JORGE
Si señor.
ARQUITECTO PIÑA
Y llegó tarde…
Ese cliente es íntimo amigo del Sr. Morgante,
y lo llamó a él directamente para quejarse.
JORGE
Si, lo que pasa es que había unas calles cortadas…
Lo de siempre, y me retrasé.
ARQUITECTO PIÑA
Bueno, en ese caso trate de salir con más tiempo.
DALILA
(Muy bajito a mi oído)
¡Qué mentiroso!!! Si se había olvidado.
¡Decíselo al arquitecto!
YO
Shhh! Vos, mutis, no se lo cuentes a nadie.
DALILA
Por qué?
YO
Porque sí.
JORGE
Arquitecto, estuve pensando
¿No tendríamos que dejar de hacer alquileres?
Dejan poco y son una complicación.
ARQUITECTO PIÑA
Ah… claro.. ¿Y qué sugiere que hagamos?
JORGE
Ventas solamente.
ARQUITECTO PIÑA
Ventas de qué? Si no tenemos mercadería.
JORGE
Bueno, con un aviso institucional, o uno de captación…
ARQUITECTO PIÑA
Lo paga usted? Porque la empresa…
JORGE
Bueno, al fin y al cabo no es tanta plata.
Y es lo que más rinde.
ARQUITECTO PIÑA
Le reitero ¿Lo pagaría usted?
Con su plata hacemos lo que quiera.
JORGE
Yo creo que es una manera de crecer…
ARQUITECTO PIÑA
La mejor manera de crecer es trabajando…
El arquitecto se fue. Jorge se quedó sin comprender el mensaje.
JORGE
Es inútil. Con el criterio de éste,
nos vamos al cierre seguro.
YO
(A Dalila)
¿Te duele el brazo?
DALILA
¿Por?
YO
Porque tendríamos que salir a ver porteros
después del colegio de tu hermano.
DALILA
Buenísimo. No, no me duele, vamos.
Preparé varias cartas de presentación para los dueños de departamentos y las guardé en el bolso. En ellas detallaba nuestro buen servicio inmobiliario, la honradez, la calidad, en fin, todo lo que hay que decir en estos casos.
Salimos a buscar a Fabio. Compré galletitas y unas chocolatadas, y después de merendar dentro del auto, fuimos los tres a visitar porteros.
Ahora con una nueva estrategia y más amabilidad de mi parte.
YO
(Al primer portero y con una sonrisa)
Buenas tardes! Acá le dejo unas notas dirigidas a las personas
del edificio que quieren vender su propiedad.
Usted, solo por dejarles el sobre, tiene doscientos
dólares cuando el inmueble se venda. ¿Le parece?
PRIMER PORTERO
(Apabullado)
Eh… si, pero yo…¿A quiénes quiere que se lo deje?
YO
A los que están pensando en mudarse,
son personas que llamaron a nuestra oficina,
pero lamentablemente, perdí sus datos.
Habíamos quedado en que les mandaba
información de nuestra empresa.
De todos modos, ellos me hablaron muy bien de usted,
así que seguro que los conoce bien.
PRIMER PORTERO
Uff ya hace diez años que estoy acá…
YO
Por eso, piense quienes son,
a usted la gente le cuenta todo ¿No?
PRIMER PORTERO
Uy… si esta boca hablara…
YO
Ah, y por favor, anote los departamentos en que puso
esta correspondencia, así llevamos un control para pagarle.
Bueno, me voy, muchas gracias.
Así fui haciendo con todos los porteros. A cada uno le dejaba cinco cartas. De esa forma, podría evitar el “lo vendo yo” o “quiero más comisión”. Un sistema más simple y que dependiera más de su decisión de quedar bien o no con los propietarios. Me pareció lo más sencillo, aunque partiera de una mentirita. Veremos después cómo resulta. Al menos hice el intento.
FABIO
Bien Milena, vas mejorando.
YO
Si, pichoncito? Te parece?
FABIO
Soy chiquito, pero vos haceme caso a mí.
Yo pienso mucho todo.
YO
Ay cosita!!!
DALILA
Y yo?
YO
Vos sos la asistente perfecta.
Terminamos de recorrer todos los edificios y de repartir todas las cartas.
Ese día, sentí por primera vez en mucho tiempo que Dios estaba de mi lado. Jamás me hubiera imaginado encontrar un trabajo tan lindo y que podía compartir con los chicos. Tal como una vez lo había soñado, estaba en el camino de crecimiento en una tarea que me gustaba, rodeada de buena gente de la empresa, y sin que mis hijos dependieran de otras personas, sin alterarles nada de la vida de siempre.
Solo me faltaba ganar algo de plata.
domingo, 27 de diciembre de 2009
58 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – RESETEANDO CLIENTES
Un marido que no está nunca es un occiso. Uno que de repente se queda todo el tiempo, un estorbo. Y no es gataflorismo. O compartimos todo desde el principio, o cada uno en lo suyo. Nada de “acting” forzado para salvar la pareja.
Lunes. Dalila estaba feliz porque con su yeso había logrado acaparar toda la atención de la familia. Excepcionalmente, Vincent se quedó por la mañana un poco más en casa, a la espera de que ella se despertara. Primera vez en la vida que le prepara el desayuno a los chicos y se lo lleva a su cuarto.
VINCENT
Bueno, acá tenemos todo para la
princesa y para el príncipe.
DALILA
Hola pá!
VINCENT
(Apoyando la bandeja a un costado)
Vení mi amorcito, sentate en la cama
que yo te sirvo. ¿Te duele el brazo?
DALILA
(Mimosa)
Y… un poco.
VINCENT
Y qué dice el campeón?
FABIO
Bien pá.
VINCENT
Yo me tengo que ir a trabajar, te encargo que
cuides muy bien a tu hermana.
Y cualquier problema, me llamás.
FABIO
Si.
Vincent se fue y los chicos se levantaron contentos. Yo pensaba que bueno hubiera sido que todas las mañanas fueran como esta. Pero, en fin…
Con el problema de la lesión de Dalila, consideré que lo mejor era no mandarla al colegio por ahora. Como tenía pactadas entrevistas con dueños vende, resolví llevármela conmigo mientras el hermano estaba en el colegio.
Cuando nos subimos al auto:
FABIO
Dalila, vení que te abro la puerta de atrás.
Yo me siento al lado tuyo y te voy mirando.
La nena se subió y Fabio le acomodó con paternalismo el cinturón de seguridad.
FABIO
Estas bien así?
DALILA
Si, gracias.
FABIO
Cualquier cosa pedime.
Dejamos a Fabio en la escuela y nos fuimos hasta la inmobiliaria.
BLANQUITA
Ay… pero miren quién vino!…
¿qué te pasó en el bracito?
DALILA
(Mimosa)
Me fracturé….
Blanquita, tan cariñosa como siempre la abrazó y la consoló haciéndola sentir bien.
BLANQUITA
Pero… qué mala suerte….
Supongo que con este problema
te vendrían muy bien unos chocolates….
DALILA
Y… si… pero me parece que mi mamá no quiere….
BLANQUITA
Milena… es por hoy….
YO
Bueno, bueno, hoy y nada más…
BLANQUITA
Entonces, Daly, esperame que ya te los
traigo de mi cartera que está arriba…
Blanquita subió al primer piso. Yo me fui hasta mi escritorio con la nena y la ubiqué en una sillita al lado mío. Para que no se aburriera le pedí que me ayudara con algunas tareas. Y ella feliz.
Llegó el vendedor Jorge.
JORGE
Buenas Milena ¿Viniste con tu hija?
YO
Si.
JORGE
¿Y no te complica trabajar con ella?
YO
(Con mala expresión)
Para nada.
JORGE
Ah… ¿Qué tal nenita, cómo estas?
DALILA
Bien.
Jorge fue hasta la recepción y Dalila me habló al oído.
DALILA
Qué buena es Blanquita…
pero éste es un mala onda…..
Sonó el teléfono de la inmobiliaria y Jorge atendió.
JORGE
Morgante Inmobiliaria…. ¿Cómo? Una tasación?
En la calle Formosa? A ver, aguarde un momento…
Jorge puso el “mute” y corrió a revisar apurado su agenda. Después retomó la comunicación:
JORGE
Ehh… si señor, el tasador Jorge me dicen que ya salió para allá.
Será cuestión de minutos… Si, el tránsito… hasta luego.
Jorge empezó a juntar sus cosas velozmente. En ese momento regresó Blanquita.
JORGE
Blanquita, salgo a hacer una tasación en la calle Formosa.
En una hora vuelvo.
BLANQUITA
Venta o alquiler?
JORGE
Un chotísimo alquiler de un ambiente.
Pero bue… me comprometí y cumplo.
DALILA
(Bajito)
Viste eso má? Qué mentiroso!
YO
Bueno, Dal, Nosotras nos vamos.
Tenemos que visitar a tres clientes.
Blanquita, me voy a ver a dueños.
Si termino antes de las cinco vengo,
si no hasta mañana.
BLANQUITA
Si, querida, quedate tranquila que le aviso al arquitecto.
Dalila, acá están tus chocolates…
¿me das un besito por si no volvés?
YO
Blanqui… ¿acá se hacen alquileres también?
BLANQUITA
Si, pero pocos. Algún cliente que lo pide nada más…
Me quedé pensando que quizás sería fácil alquilar algo para mí y los chicos. Recién acababa de darme cuenta la ventaja de trabajar en una inmobiliaria. Como un flash se me vino a la mente un lugar chiquito y barato, y nosotros tres viviendo tranquilos. Algo sin pretensiones, aunque sea, un ambiente, pero con mucha paz. Fue un sueño fugaz.
Salimos de la oficina y nos fuimos en el auto hacia los clientes.
YO
Dalita, te pido por favor que cuando entremos a cada
departamento te quedes quietita al lado mío,
sin hablar, sin tocar, ni pedir nada ¿si?
DALILA
Si, má.
Al llegar al primer dueño nos encontramos con un edificio precioso. Yo tenía que ver un piso de 130 metros cuadrados. Subimos, y al entrar, había un perrito chico y un gato siamés y Dalila quedó fascinada.
DUEÑO
Veo que trajo a su secretaria.
YO
Si, un poco averiada en el brazo, pero vino.
DUEÑO
¿Querés tomar algo chiquita?
Una gaseosa, un helado?
DALILA
(Mirándome cómplice)
No señor, muchas gracias.
YO
Bien, le parece que veamos el inmueble?
Mientras miramos anoto y le pregunto algunos datos.
DUEÑO
Si, como no. Adelante, pasen.
Hicimos la recorrida y en tanto que yo anotaba, Dalila me seguía, con la mirada clavada en las mascotas. Y al terminar:
DUEÑO
Y qué le pareció?
YO
Excepcional, y está en muy buen estado.
Tengo gente que se lo va a comprar seguramente.
DUEÑO
Pero mire que yo no pago comisión.
YO
Usted me dijo que pide 180.000 dólares?
DUEÑO
Si.
YO
Bueno, nosotros lo vamos a ofrecer a 184.000,
con la comisión incluida, así cuando se venda nos paga, le parece?
Lo nuestro es el dos por ciento.
DUEÑO
Me parece. Es razonable.
YO
Bueno, terminamos, me voy.
Le puedo pedir un favor especial?
DUEÑO
Si puedo….
YO
¿Me deja acercarme con mi hija a las mascotitas?
Ella adora a los animalitos y quisiera que los pudiera acariciar.
(Dalila feliz)
DUEÑO
Ya se los traigo.
Nos fuimos de ahí a ver a otros dos clientes. La nena se portó muy bien en los tres departamentos, pero sin dudas quedó maravillada por el primero, el del gatito y el perrito. Nos fuimos directo a la escuela de Fabio para retirarlo y en el camino de vuelta a casa no paraba de comentarle todos los detalles.
DALILA
Siii y con mamá tasamos un departamento de
ciento ochenta y cuatro mil dólares que tenía…
¡no sabés! Dos cositas así de chiquitas,,,
Los toqué y eran re mansitos….
Maaaa… podemos tener un perro?
FABIO
Uhhh ¿Sabés qué bien la pasaría
en nuestro fondo?
A mi me dan lástima los animalitos en departamentos,
pero en una casa bien grande…
YO
Noooo, de ninguna manera.
Lunes. Dalila estaba feliz porque con su yeso había logrado acaparar toda la atención de la familia. Excepcionalmente, Vincent se quedó por la mañana un poco más en casa, a la espera de que ella se despertara. Primera vez en la vida que le prepara el desayuno a los chicos y se lo lleva a su cuarto.
VINCENT
Bueno, acá tenemos todo para la
princesa y para el príncipe.
DALILA
Hola pá!
VINCENT
(Apoyando la bandeja a un costado)
Vení mi amorcito, sentate en la cama
que yo te sirvo. ¿Te duele el brazo?
DALILA
(Mimosa)
Y… un poco.
VINCENT
Y qué dice el campeón?
FABIO
Bien pá.
VINCENT
Yo me tengo que ir a trabajar, te encargo que
cuides muy bien a tu hermana.
Y cualquier problema, me llamás.
FABIO
Si.
Vincent se fue y los chicos se levantaron contentos. Yo pensaba que bueno hubiera sido que todas las mañanas fueran como esta. Pero, en fin…
Con el problema de la lesión de Dalila, consideré que lo mejor era no mandarla al colegio por ahora. Como tenía pactadas entrevistas con dueños vende, resolví llevármela conmigo mientras el hermano estaba en el colegio.
Cuando nos subimos al auto:
FABIO
Dalila, vení que te abro la puerta de atrás.
Yo me siento al lado tuyo y te voy mirando.
La nena se subió y Fabio le acomodó con paternalismo el cinturón de seguridad.
FABIO
Estas bien así?
DALILA
Si, gracias.
FABIO
Cualquier cosa pedime.
Dejamos a Fabio en la escuela y nos fuimos hasta la inmobiliaria.
BLANQUITA
Ay… pero miren quién vino!…
¿qué te pasó en el bracito?
DALILA
(Mimosa)
Me fracturé….
Blanquita, tan cariñosa como siempre la abrazó y la consoló haciéndola sentir bien.
BLANQUITA
Pero… qué mala suerte….
Supongo que con este problema
te vendrían muy bien unos chocolates….
DALILA
Y… si… pero me parece que mi mamá no quiere….
BLANQUITA
Milena… es por hoy….
YO
Bueno, bueno, hoy y nada más…
BLANQUITA
Entonces, Daly, esperame que ya te los
traigo de mi cartera que está arriba…
Blanquita subió al primer piso. Yo me fui hasta mi escritorio con la nena y la ubiqué en una sillita al lado mío. Para que no se aburriera le pedí que me ayudara con algunas tareas. Y ella feliz.
Llegó el vendedor Jorge.
JORGE
Buenas Milena ¿Viniste con tu hija?
YO
Si.
JORGE
¿Y no te complica trabajar con ella?
YO
(Con mala expresión)
Para nada.
JORGE
Ah… ¿Qué tal nenita, cómo estas?
DALILA
Bien.
Jorge fue hasta la recepción y Dalila me habló al oído.
DALILA
Qué buena es Blanquita…
pero éste es un mala onda…..
Sonó el teléfono de la inmobiliaria y Jorge atendió.
JORGE
Morgante Inmobiliaria…. ¿Cómo? Una tasación?
En la calle Formosa? A ver, aguarde un momento…
Jorge puso el “mute” y corrió a revisar apurado su agenda. Después retomó la comunicación:
JORGE
Ehh… si señor, el tasador Jorge me dicen que ya salió para allá.
Será cuestión de minutos… Si, el tránsito… hasta luego.
Jorge empezó a juntar sus cosas velozmente. En ese momento regresó Blanquita.
JORGE
Blanquita, salgo a hacer una tasación en la calle Formosa.
En una hora vuelvo.
BLANQUITA
Venta o alquiler?
JORGE
Un chotísimo alquiler de un ambiente.
Pero bue… me comprometí y cumplo.
DALILA
(Bajito)
Viste eso má? Qué mentiroso!
YO
Bueno, Dal, Nosotras nos vamos.
Tenemos que visitar a tres clientes.
Blanquita, me voy a ver a dueños.
Si termino antes de las cinco vengo,
si no hasta mañana.
BLANQUITA
Si, querida, quedate tranquila que le aviso al arquitecto.
Dalila, acá están tus chocolates…
¿me das un besito por si no volvés?
YO
Blanqui… ¿acá se hacen alquileres también?
BLANQUITA
Si, pero pocos. Algún cliente que lo pide nada más…
Me quedé pensando que quizás sería fácil alquilar algo para mí y los chicos. Recién acababa de darme cuenta la ventaja de trabajar en una inmobiliaria. Como un flash se me vino a la mente un lugar chiquito y barato, y nosotros tres viviendo tranquilos. Algo sin pretensiones, aunque sea, un ambiente, pero con mucha paz. Fue un sueño fugaz.
Salimos de la oficina y nos fuimos en el auto hacia los clientes.
YO
Dalita, te pido por favor que cuando entremos a cada
departamento te quedes quietita al lado mío,
sin hablar, sin tocar, ni pedir nada ¿si?
DALILA
Si, má.
Al llegar al primer dueño nos encontramos con un edificio precioso. Yo tenía que ver un piso de 130 metros cuadrados. Subimos, y al entrar, había un perrito chico y un gato siamés y Dalila quedó fascinada.
DUEÑO
Veo que trajo a su secretaria.
YO
Si, un poco averiada en el brazo, pero vino.
DUEÑO
¿Querés tomar algo chiquita?
Una gaseosa, un helado?
DALILA
(Mirándome cómplice)
No señor, muchas gracias.
YO
Bien, le parece que veamos el inmueble?
Mientras miramos anoto y le pregunto algunos datos.
DUEÑO
Si, como no. Adelante, pasen.
Hicimos la recorrida y en tanto que yo anotaba, Dalila me seguía, con la mirada clavada en las mascotas. Y al terminar:
DUEÑO
Y qué le pareció?
YO
Excepcional, y está en muy buen estado.
Tengo gente que se lo va a comprar seguramente.
DUEÑO
Pero mire que yo no pago comisión.
YO
Usted me dijo que pide 180.000 dólares?
DUEÑO
Si.
YO
Bueno, nosotros lo vamos a ofrecer a 184.000,
con la comisión incluida, así cuando se venda nos paga, le parece?
Lo nuestro es el dos por ciento.
DUEÑO
Me parece. Es razonable.
YO
Bueno, terminamos, me voy.
Le puedo pedir un favor especial?
DUEÑO
Si puedo….
YO
¿Me deja acercarme con mi hija a las mascotitas?
Ella adora a los animalitos y quisiera que los pudiera acariciar.
(Dalila feliz)
DUEÑO
Ya se los traigo.
Nos fuimos de ahí a ver a otros dos clientes. La nena se portó muy bien en los tres departamentos, pero sin dudas quedó maravillada por el primero, el del gatito y el perrito. Nos fuimos directo a la escuela de Fabio para retirarlo y en el camino de vuelta a casa no paraba de comentarle todos los detalles.
DALILA
Siii y con mamá tasamos un departamento de
ciento ochenta y cuatro mil dólares que tenía…
¡no sabés! Dos cositas así de chiquitas,,,
Los toqué y eran re mansitos….
Maaaa… podemos tener un perro?
FABIO
Uhhh ¿Sabés qué bien la pasaría
en nuestro fondo?
A mi me dan lástima los animalitos en departamentos,
pero en una casa bien grande…
YO
Noooo, de ninguna manera.
sábado, 26 de diciembre de 2009
57 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – DE TU PROPIA MEDICINA
Mensaje a mi futuro ex marido: Tengamos el final en paz. No voy a gastar fortunas en terapia para reponerme de todas tus psicopateadas. Pensalo detenidamente. Porque sino, se te viene el ojo por ojo… Mejor: traaaaatame bien…..
Domingo. Ayer, después del accidente de Dalila, estuve a punto de llamar a Vincent. Lo pensé unas cuantas veces, hasta que decidí que no. Últimamente se preocupaba poco y nada por averiguar como estaban sus hijos, por lo tanto no era justo andar persiguièndolo con novedades, como si fuera el presidente de la empresa. También razoné que su presencia, sus opiniones y sus apreciaciones, en el medio de mis corridas al médico, solo hubieran servido para agregar más dramatismo y alteración a ese momento.
Listo Vincent!... no te digo nada, pensé, … y terminado el tema.
Por la noche Dalila durmió tranquila, el bracito le molestó poco y nada. Apenas tuve que darle un solo analgésico, nada más. Y eso estaba fantástico.
Vincent llegó tardísimo y se fue muy temprano. En su apuro, como siempre, se olvidó de pasar por el dormitorio de los chicos. Ergo: no supo lo de la nena. Por otra parte, ellos también estaban bastante acostumbrados a verlo muy poco por sus horarios.
Justamente, era eso y los demás problemas con mi marido, lo que me llevaba a pensar que difícilmente se extrañaría su presencia, el día que finalmente me pudiera divorciar. Hace poco se estrenó una película: “Las viudas de los jueves”… Felices de ellas, porque yo me sentía “la viuda de todos los días con marido vivo perturbador”. Sola siempre, de la mañana a la noche. Arreglandome como pudiera para resolver cada cuestión. ¿Esto es vivir casada?
Al levantarse Fabio estuvo preparando unos dibujos para decora y firmar el yeso a Dalila. Si bien no fue nada agradable lo que le pasó, se notaba que ella disfrutaba con las excesivas atenciones que el hermano y yo le brindábamos.
Y durante el almuerzo:
DALILA
(Con vocecita lastimosa)
Alguien me puede cortar la comida?...
yo sola no puedo….
FABIO
Yo! Yo te corto todo!
DALILA
Nene… vos sos chiquito y mamá siempre
te pone el cuchillo desafilado….
FABIO
Si?
YO
Tomá Fabio, te doy el mío así podés cortarle a
tu hermana, pero con mucho cuidado ¿eh?
FABIO
(Tomándo orgulloso el cuchillo con filo)
Si má, yo sé.
Al terminar de comer nos fuimos los tres al fondo debajo de un árbol. Pusimos unas reposeras y charlábamos sobre lo ocurrido el día anterior. Estábamos en eso cuando llegó Vincent. Al verlo, Dalila, que hasta ese momento se mostraba tranquila, se paró y lo fue a buscar corriendo mientras lloraba.
DALILA
Mirá papá, mirá lo que me pasó!
Vincent la observó sorprendido, e inmediatamente me clavó la mirada acusadora.
VINCENT
Qué es esto Milena? Qué pasó acá?
YO
Es un yeso…
y abajo del yeso una fractura.
VINCENT
Pero… pero… ¿cómo dejaste que le pasara esto?
YO
Pasó sin pedir permiso a nadie….Pasó.
VINCENT
Y porqué no me avisaste?
YO
Porque estuve a las corridas para ir al Sanatorio.
VINCENT
(A Dalila)
Estás bien princesita?
DALILA
Y… más o menos….
VINCENT
Y te duele?
DALILA
Siiiiii…
VINCENT
Mucho?
DALILA
Siiii….
VINCENT
Milena, hay que llevarla al médico…
YO
Ya fuimos ayer. Ella está bien. Son mimitos…..
VINCENT
(A Dalila)
Son mimitos Dal? O te duele de verdad?
DALILA
(Mimosa)
Ahora no tanto… pero me dolió muchooooo….
VINCENT
Ah… bueno… ¿con cuatro besos te pondrás mejor?
DALILA
Siii… seguro….
VINCENT
Milena, ¿podés venir un momento adentro
que quiero hablar a solas con vos?
YO
Ahora?
VINCENT
Si, ahora.
YO
Bueno, andá que te sigo en un rato.
Vincent se fue al interior de la casa y yo me quedé en el fondo hasta que se hizo bien tarde. A propósito. Se ve que no le preocupaba mucho nuestra charla, porque se acostó a dormir la siesta. Recién nos encontramos los dos solos a la noche, cuando los chicos se fueron a la cama. Yo estaba en la cocina pelando papas.
VINCENT
¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?
YO
No.
VINCENT
Por andar pensando estupideces,
por pretender trabajar a costa de cualquier cosa,
estás arriesgando la vida de los chicos.
Y ni siquiera me tenés al tanto de lo que les está pasando.
(Mirando las papas)
Pelala más finita!... desperdiciás mucho…
YO
No ves que sos un necio! Si querés saber qué les va pasando
en la vida a ellos, tratá de estar más presente.
Yo no tengo porqué tenerte al tanto de nada.
O acaso vos me informás cuando vas a llegar dos horas tarde?
O cuándo decidís por tu cuenta dejarme sin plata?
O llevarte la goma del auto? No, ni lo esperes…. Y otra cosa…
¿Qué te andás ocupando averiguar cosas en mi trabajo?
¿Por que no te quedás acá con ellos,
cuidándolos vos, en vez de espiarme?
VINCENT
(Mirándome pelar las papas otra vez)
No tenés un pelapapas mejor?...
O mejor hacelo con un cuchillo…
Fui a tu trabajo porque me preocupo de ver
por qué lado te están llenando la cabeza
en contra mío… en contra de todos nosotros…
¿No habíamos quedado en que ibas a cuidar a los chicos?
¿En que no trabajarías hasta que fueran más grandes?
Ahora, fijate, ahí están las consecuencias…
Y ni siquiera me avisás… Ni lo del trabajo, ni lo de la nena…
Nooo, si vos estás muy cambiada…
Antes no eras así.
YO
Qué decís? No estoy cambiada, estoy despabilada.
Y el único que hace todo en contra sos vos….
Ahí es donde te equivocás siempre.
Tratás de decirle a todo el mundo lo que debería hacer,
en lugar de concentrarte en cumplir con TU parte.
No necesito que me recuerdes mis funciones.
Yo se con claridad cuales son mis responsabilidades,
las de afuera y las de adentro de esta casa….
VINCENT
Ah si? Estás segura?
YO
Si, muy segura….
VINCENT
Y mi ropa del placard ¿qué? Ni la planchaste…
está toda tirada adentro de una bolsa de consorcio….
YO
Demasiado que te la levanté del piso.
Vossssss la tiraste, y yo esta vez decidí
que no la iba a levantar, solo fue eso…..
Lo que sí, te recomiendo que no lo vuelvas a hacer
porque ya sabés cuál es el próximo destino…..
¡la basura!
Domingo. Ayer, después del accidente de Dalila, estuve a punto de llamar a Vincent. Lo pensé unas cuantas veces, hasta que decidí que no. Últimamente se preocupaba poco y nada por averiguar como estaban sus hijos, por lo tanto no era justo andar persiguièndolo con novedades, como si fuera el presidente de la empresa. También razoné que su presencia, sus opiniones y sus apreciaciones, en el medio de mis corridas al médico, solo hubieran servido para agregar más dramatismo y alteración a ese momento.
Listo Vincent!... no te digo nada, pensé, … y terminado el tema.
Por la noche Dalila durmió tranquila, el bracito le molestó poco y nada. Apenas tuve que darle un solo analgésico, nada más. Y eso estaba fantástico.
Vincent llegó tardísimo y se fue muy temprano. En su apuro, como siempre, se olvidó de pasar por el dormitorio de los chicos. Ergo: no supo lo de la nena. Por otra parte, ellos también estaban bastante acostumbrados a verlo muy poco por sus horarios.
Justamente, era eso y los demás problemas con mi marido, lo que me llevaba a pensar que difícilmente se extrañaría su presencia, el día que finalmente me pudiera divorciar. Hace poco se estrenó una película: “Las viudas de los jueves”… Felices de ellas, porque yo me sentía “la viuda de todos los días con marido vivo perturbador”. Sola siempre, de la mañana a la noche. Arreglandome como pudiera para resolver cada cuestión. ¿Esto es vivir casada?
Al levantarse Fabio estuvo preparando unos dibujos para decora y firmar el yeso a Dalila. Si bien no fue nada agradable lo que le pasó, se notaba que ella disfrutaba con las excesivas atenciones que el hermano y yo le brindábamos.
Y durante el almuerzo:
DALILA
(Con vocecita lastimosa)
Alguien me puede cortar la comida?...
yo sola no puedo….
FABIO
Yo! Yo te corto todo!
DALILA
Nene… vos sos chiquito y mamá siempre
te pone el cuchillo desafilado….
FABIO
Si?
YO
Tomá Fabio, te doy el mío así podés cortarle a
tu hermana, pero con mucho cuidado ¿eh?
FABIO
(Tomándo orgulloso el cuchillo con filo)
Si má, yo sé.
Al terminar de comer nos fuimos los tres al fondo debajo de un árbol. Pusimos unas reposeras y charlábamos sobre lo ocurrido el día anterior. Estábamos en eso cuando llegó Vincent. Al verlo, Dalila, que hasta ese momento se mostraba tranquila, se paró y lo fue a buscar corriendo mientras lloraba.
DALILA
Mirá papá, mirá lo que me pasó!
Vincent la observó sorprendido, e inmediatamente me clavó la mirada acusadora.
VINCENT
Qué es esto Milena? Qué pasó acá?
YO
Es un yeso…
y abajo del yeso una fractura.
VINCENT
Pero… pero… ¿cómo dejaste que le pasara esto?
YO
Pasó sin pedir permiso a nadie….Pasó.
VINCENT
Y porqué no me avisaste?
YO
Porque estuve a las corridas para ir al Sanatorio.
VINCENT
(A Dalila)
Estás bien princesita?
DALILA
Y… más o menos….
VINCENT
Y te duele?
DALILA
Siiiiii…
VINCENT
Mucho?
DALILA
Siiii….
VINCENT
Milena, hay que llevarla al médico…
YO
Ya fuimos ayer. Ella está bien. Son mimitos…..
VINCENT
(A Dalila)
Son mimitos Dal? O te duele de verdad?
DALILA
(Mimosa)
Ahora no tanto… pero me dolió muchooooo….
VINCENT
Ah… bueno… ¿con cuatro besos te pondrás mejor?
DALILA
Siii… seguro….
VINCENT
Milena, ¿podés venir un momento adentro
que quiero hablar a solas con vos?
YO
Ahora?
VINCENT
Si, ahora.
YO
Bueno, andá que te sigo en un rato.
Vincent se fue al interior de la casa y yo me quedé en el fondo hasta que se hizo bien tarde. A propósito. Se ve que no le preocupaba mucho nuestra charla, porque se acostó a dormir la siesta. Recién nos encontramos los dos solos a la noche, cuando los chicos se fueron a la cama. Yo estaba en la cocina pelando papas.
VINCENT
¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?
YO
No.
VINCENT
Por andar pensando estupideces,
por pretender trabajar a costa de cualquier cosa,
estás arriesgando la vida de los chicos.
Y ni siquiera me tenés al tanto de lo que les está pasando.
(Mirando las papas)
Pelala más finita!... desperdiciás mucho…
YO
No ves que sos un necio! Si querés saber qué les va pasando
en la vida a ellos, tratá de estar más presente.
Yo no tengo porqué tenerte al tanto de nada.
O acaso vos me informás cuando vas a llegar dos horas tarde?
O cuándo decidís por tu cuenta dejarme sin plata?
O llevarte la goma del auto? No, ni lo esperes…. Y otra cosa…
¿Qué te andás ocupando averiguar cosas en mi trabajo?
¿Por que no te quedás acá con ellos,
cuidándolos vos, en vez de espiarme?
VINCENT
(Mirándome pelar las papas otra vez)
No tenés un pelapapas mejor?...
O mejor hacelo con un cuchillo…
Fui a tu trabajo porque me preocupo de ver
por qué lado te están llenando la cabeza
en contra mío… en contra de todos nosotros…
¿No habíamos quedado en que ibas a cuidar a los chicos?
¿En que no trabajarías hasta que fueran más grandes?
Ahora, fijate, ahí están las consecuencias…
Y ni siquiera me avisás… Ni lo del trabajo, ni lo de la nena…
Nooo, si vos estás muy cambiada…
Antes no eras así.
YO
Qué decís? No estoy cambiada, estoy despabilada.
Y el único que hace todo en contra sos vos….
Ahí es donde te equivocás siempre.
Tratás de decirle a todo el mundo lo que debería hacer,
en lugar de concentrarte en cumplir con TU parte.
No necesito que me recuerdes mis funciones.
Yo se con claridad cuales son mis responsabilidades,
las de afuera y las de adentro de esta casa….
VINCENT
Ah si? Estás segura?
YO
Si, muy segura….
VINCENT
Y mi ropa del placard ¿qué? Ni la planchaste…
está toda tirada adentro de una bolsa de consorcio….
YO
Demasiado que te la levanté del piso.
Vossssss la tiraste, y yo esta vez decidí
que no la iba a levantar, solo fue eso…..
Lo que sí, te recomiendo que no lo vuelvas a hacer
porque ya sabés cuál es el próximo destino…..
¡la basura!
viernes, 25 de diciembre de 2009
56 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – COPIANDO ARGUMENTOS
Tengo un sueño recurrente: que mi marido se va de casa. Antes, me despertaba angustiada, me daba vuelta y lo abrazaba. Ahora, cuando me pasa, abro los ojos contenta: ¡¡¡Yupi!!!!... hasta que lo veo al lado mío…Uuuhhh.
Sábado. Con la novedad de Vincent espiándome en la inmobiliaria, me levanté más preocupada que de costumbre. La sola idea que se pudiera mandar alguna de las suyas en mi nuevo lugar de trabajo me sobresaltaba. Pero… ¡momento! ¿En qué me podría complicar este infeliz?... Y… la verdad… en mucho cuando se lo proponía… El Sr. Morgante y el Arquitecto Piña no eran personas que todavía confiaran plenamente en mí. Es más, hasta mi llegada a esa empresa se había debido a un error de interpretación con el gerente Gustavo Pera.
Por lo tanto, no le demos más vueltas… we are in the hornouuu...
En un momento, me acordé de cuando recién nos habíamos casado. Yo le contaba todo lo que hacía con pelos y señales. Y él aprovechaba para inmiscuirse, opinar, incidir, influir en mis cosas. Comprendí, entonces, que ahora estuviera como loco. Mis planes pasaron a ser solo míos, y yo haría todo lo necesario para que ni en la más remota de las circunstancias se pudiera enterar. Aunque eso significara ocultarle todo lo posible a los chicos. Y a mi familia.
Resultado muy probable: con su carácter caprichoso y posesivo, tanta intriga lo llevaría a intentar averiguar, como fuera, qué hacía con mi vida fuera de la “jaula hogareña”.
Inútil querido! Por más que exprimieras a fondo ese cerebro achicharrado de egoísmo, jamás lograrías imaginarte todo lo que estaba tramando….
En fin, quedaba claro que no era el día más indicado para concentrarme en cosas de trabajo.
Quise despejarme un poco ocupándome de la casa. Limpiar, cocinar o lavar había dejado de ser parte de la rutina, para convertirse en un hecho circunstancial. Y así lo hice. Y lo disfruté.
Ese mediodía se presentaba con bastante calor. Los chicos volvían a insistir con meterse en la pileta.
FABIO
Dale má, la tele dice que hace 26 grados!
DALILA
Siiii porfiiii!!!
YO
El año pasado tuvieron espasmos por tirarse con el agua fria.
Vamos a hacer una cosa. Ahora almorzamos tranquilos y
después de dos horas se pueden meter.
Y ahí, seguro, ya estará calentita.
FABIO
(Enojado)
Ay nooo! Siempre lo mismo con vos….
DALILA
Má, yo te hago caso.
Voy a comer y después espero.
FABIO
Nena, que asco de chupamedias que sos.
Serían las tres de la tarde, cuando se hizo el horario acordado y los dos salieron felices a bañarse. Se llevaron varios juguetes inflables para divertirse. Yo los miré un ratito y después me fui adentro de la casa. Preparé el listado de “dueños vende” y sin mucha convicción los llamé por teléfono.
YO
Que tal señor, buenas tardes,
le habla Milena Mendoza de Morgante Inmobiliaria.
Quería consultarlo por su propiedad….
DUEÑO
Qué quiere consultarme?
YO
Ehhh … nosotros contamos con un listado de compradores
entre los cuales se podría hallar el que quiera su departamento.
DUEÑO
Bueno, tráigalo.
YO
Con mucho gusto, pero primero quisiera ver el inmueble.
Así puedo saber a quién le puede servir.
DUEÑO
Ah, claro… ¿y cuándo podría venir?, ¿hoy?
YO
No, hoy imposible, pero el lunes si.
DUEÑO
El lunes a qué hora?
YO
Le parece bien a las cuatro?
DUEÑO
Si, perfecto.
Bien! Bien! Ahora me sentía más segura para encarar a los dueños vende. Los argumentos me salían cada vez más convincentes. Con lo mejor que me había proporcionado cada colega. Je Je. En dos horas hice diez llamados y en todos tuve muy buena recepción. Al final había logrado que el lunes me recibieran tres. Los demás me dijeron que los llamara en una semana. Esos buenos resultados hicieron que me pusiera mejor de ánimo.
De pronto, vino Fabio corriendo.
FABIO
Má, vení urgente que Dalila se lastimó!
Salí desesperada hasta el fondo pensando cosas terribles. Hasta que llegué al lado de ella. Estaba en el borde de la pileta llorando desconsolada.
YO
Qué te pasó mi amor?
DALILA
(Sollozando)
Estaba saltando desde la silla a la pileta
y me golpeé fuerte acá.
Me mostró el brazo izquierdo. No parecía tener nada. Ni moretones, ni sangre, ni la pielcita despellejada. Sin embargo, se lo moví un poquito y estalló de dolor.
DALILA
Mamáaaaa me duele mucho.
YO
(Abrazándola)
Vení mi vida, quedate tranquilita, vení.
Traté de darle muchos besos y caricias para que se calmara, aunque se notaba que el dolor persistía.
Después de unos minutos:
YO
Mejorcita? Si? Sabés qué vamos a hacer?
Ahora te pongo algo de ropa seca y nos vamos al sanatorio…
DALILA
No mamáaaaa… al médico no!
Me va a querer operar!!!!
YO
No, no te va a operar, calmate, mi amor.
Es para que te pongas bien.
FABIO
Dale nena, no tengas miedo, vamos con vos.
Así logramos convencerla para que viniera tranquila en el auto. Al llegar la vio un traumatólogo. Le hizo una radiografía y constató que había una fractura. Y por consiguiente le colocaron un yeso. El médico me dijo que rápidamente se soldaría y en unos dos meses estaría de vuelta bien. Ya al irnos, Dalila tenía otra expresión. Se notaba que no le dolía tanto. Igual, me recetaron unos analgésicos por las dudas.
Nos subimos al auto.
YO
Estas mejor Dal?
DALILA
Si, pero ahora no voy a poder ir al colegio.
FABIO
Y mejor…..
DALILA
Qué mejor… a mi me gusta el colegio….
YO
No te preocupes, mi amor, te quedás en casa dos o tres días,
y después, si el médico y la maestra están de acuerdo, volvés.
Total, es el brazo izquierdo. Vas a `poder escribir bien igual.
DALILA
(Fastidiosa)
Uhhh me van a cargar por esto…..
YO
Quién te va a cargar?
DALILA
Mis compañeras… Siempre hacemos lo mismo
cuando alguien se enferma o se lastima…
FABIO
Al que te cargue le doy una piña….
DALILA
Callate tonto… si son mis amigas….
YO
Bueno, esto te va a enseñar que cuando yo te digo
algo me tenés que hacer caso.
Varias veces te vi saltando de esa silla
y te avisé que era peligroso,
que te podías lastimar….
DALILA
Y por qué no me lo prohibiste?
Sábado. Con la novedad de Vincent espiándome en la inmobiliaria, me levanté más preocupada que de costumbre. La sola idea que se pudiera mandar alguna de las suyas en mi nuevo lugar de trabajo me sobresaltaba. Pero… ¡momento! ¿En qué me podría complicar este infeliz?... Y… la verdad… en mucho cuando se lo proponía… El Sr. Morgante y el Arquitecto Piña no eran personas que todavía confiaran plenamente en mí. Es más, hasta mi llegada a esa empresa se había debido a un error de interpretación con el gerente Gustavo Pera.
Por lo tanto, no le demos más vueltas… we are in the hornouuu...
En un momento, me acordé de cuando recién nos habíamos casado. Yo le contaba todo lo que hacía con pelos y señales. Y él aprovechaba para inmiscuirse, opinar, incidir, influir en mis cosas. Comprendí, entonces, que ahora estuviera como loco. Mis planes pasaron a ser solo míos, y yo haría todo lo necesario para que ni en la más remota de las circunstancias se pudiera enterar. Aunque eso significara ocultarle todo lo posible a los chicos. Y a mi familia.
Resultado muy probable: con su carácter caprichoso y posesivo, tanta intriga lo llevaría a intentar averiguar, como fuera, qué hacía con mi vida fuera de la “jaula hogareña”.
Inútil querido! Por más que exprimieras a fondo ese cerebro achicharrado de egoísmo, jamás lograrías imaginarte todo lo que estaba tramando….
En fin, quedaba claro que no era el día más indicado para concentrarme en cosas de trabajo.
Quise despejarme un poco ocupándome de la casa. Limpiar, cocinar o lavar había dejado de ser parte de la rutina, para convertirse en un hecho circunstancial. Y así lo hice. Y lo disfruté.
Ese mediodía se presentaba con bastante calor. Los chicos volvían a insistir con meterse en la pileta.
FABIO
Dale má, la tele dice que hace 26 grados!
DALILA
Siiii porfiiii!!!
YO
El año pasado tuvieron espasmos por tirarse con el agua fria.
Vamos a hacer una cosa. Ahora almorzamos tranquilos y
después de dos horas se pueden meter.
Y ahí, seguro, ya estará calentita.
FABIO
(Enojado)
Ay nooo! Siempre lo mismo con vos….
DALILA
Má, yo te hago caso.
Voy a comer y después espero.
FABIO
Nena, que asco de chupamedias que sos.
Serían las tres de la tarde, cuando se hizo el horario acordado y los dos salieron felices a bañarse. Se llevaron varios juguetes inflables para divertirse. Yo los miré un ratito y después me fui adentro de la casa. Preparé el listado de “dueños vende” y sin mucha convicción los llamé por teléfono.
YO
Que tal señor, buenas tardes,
le habla Milena Mendoza de Morgante Inmobiliaria.
Quería consultarlo por su propiedad….
DUEÑO
Qué quiere consultarme?
YO
Ehhh … nosotros contamos con un listado de compradores
entre los cuales se podría hallar el que quiera su departamento.
DUEÑO
Bueno, tráigalo.
YO
Con mucho gusto, pero primero quisiera ver el inmueble.
Así puedo saber a quién le puede servir.
DUEÑO
Ah, claro… ¿y cuándo podría venir?, ¿hoy?
YO
No, hoy imposible, pero el lunes si.
DUEÑO
El lunes a qué hora?
YO
Le parece bien a las cuatro?
DUEÑO
Si, perfecto.
Bien! Bien! Ahora me sentía más segura para encarar a los dueños vende. Los argumentos me salían cada vez más convincentes. Con lo mejor que me había proporcionado cada colega. Je Je. En dos horas hice diez llamados y en todos tuve muy buena recepción. Al final había logrado que el lunes me recibieran tres. Los demás me dijeron que los llamara en una semana. Esos buenos resultados hicieron que me pusiera mejor de ánimo.
De pronto, vino Fabio corriendo.
FABIO
Má, vení urgente que Dalila se lastimó!
Salí desesperada hasta el fondo pensando cosas terribles. Hasta que llegué al lado de ella. Estaba en el borde de la pileta llorando desconsolada.
YO
Qué te pasó mi amor?
DALILA
(Sollozando)
Estaba saltando desde la silla a la pileta
y me golpeé fuerte acá.
Me mostró el brazo izquierdo. No parecía tener nada. Ni moretones, ni sangre, ni la pielcita despellejada. Sin embargo, se lo moví un poquito y estalló de dolor.
DALILA
Mamáaaaa me duele mucho.
YO
(Abrazándola)
Vení mi vida, quedate tranquilita, vení.
Traté de darle muchos besos y caricias para que se calmara, aunque se notaba que el dolor persistía.
Después de unos minutos:
YO
Mejorcita? Si? Sabés qué vamos a hacer?
Ahora te pongo algo de ropa seca y nos vamos al sanatorio…
DALILA
No mamáaaaa… al médico no!
Me va a querer operar!!!!
YO
No, no te va a operar, calmate, mi amor.
Es para que te pongas bien.
FABIO
Dale nena, no tengas miedo, vamos con vos.
Así logramos convencerla para que viniera tranquila en el auto. Al llegar la vio un traumatólogo. Le hizo una radiografía y constató que había una fractura. Y por consiguiente le colocaron un yeso. El médico me dijo que rápidamente se soldaría y en unos dos meses estaría de vuelta bien. Ya al irnos, Dalila tenía otra expresión. Se notaba que no le dolía tanto. Igual, me recetaron unos analgésicos por las dudas.
Nos subimos al auto.
YO
Estas mejor Dal?
DALILA
Si, pero ahora no voy a poder ir al colegio.
FABIO
Y mejor…..
DALILA
Qué mejor… a mi me gusta el colegio….
YO
No te preocupes, mi amor, te quedás en casa dos o tres días,
y después, si el médico y la maestra están de acuerdo, volvés.
Total, es el brazo izquierdo. Vas a `poder escribir bien igual.
DALILA
(Fastidiosa)
Uhhh me van a cargar por esto…..
YO
Quién te va a cargar?
DALILA
Mis compañeras… Siempre hacemos lo mismo
cuando alguien se enferma o se lastima…
FABIO
Al que te cargue le doy una piña….
DALILA
Callate tonto… si son mis amigas….
YO
Bueno, esto te va a enseñar que cuando yo te digo
algo me tenés que hacer caso.
Varias veces te vi saltando de esa silla
y te avisé que era peligroso,
que te podías lastimar….
DALILA
Y por qué no me lo prohibiste?
55 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – ESPIONAJE INMOBILIARIO
Caer en las redes de un marido como el mío es fácil. Sabe conquistar, convencer, encandilar. Es comprar un automóvil usado barato: limpito y brillante por fuera. Papeles dudosos y motor fundido por dentro. No vas a llegar muy lejos.
Viernes. Con la absoluta certeza de que nos habíamos declarado la guerra, opté por tomar todos los recaudos con Vincent. Como primera medida, si los chicos habían estado siempre presentes en mi vida cotidiana, a partir de ahora lo estarían más. Nada de dejarlos en casa con él. Ni llevarlos a lo de mis padres -rara paradoja de la vida, que MI familia lo pudiera defender más a él que a mi-. El nivel de agresión de ayer pasó todos los límites. A pesar de tantos problemas, nunca nos habíamos insultado así. Y menos metido en el medio la tenencia de los chicos.
Se levantó muy temprano y se fue. A la mañana pude pensar en todo ese tema horrible con él, por poco tiempo. Muy temprano empezaron los llamados del aviso clasificado que había puesto el arquitecto para mi.
PRIMER LLAMADO
Hola, le hablo por el aviso del diario.
YO
Si, qué desea saber?
PRIMER LLAMADO
Cuánto vale el departamento…
YO
Y… ochenta mil dólares…
PRIMER LLAMADO
Por qué tanto?
YO
Y… porque lo vale…
PRIMER LLAMADO
Cuántos metros?
YO
Son… sesenta…. Usted es un particular?
PRIMER LLAMADO
Digamos que si. Soy inversor.
Tengo una inmobiliaria, pero también compro.
YO
Ah… entonces?
PRIMER LLAMADO
Podríamos verlo… y si no me sirve,
se lo puedo vender con mi inmobiliaria.
YO
(Haciéndosela difícil)
Pero quiero vender mi casa por mi cuenta.
PRIMER LLAMADO
No le conviene… Usted de esto no sabe
y nosotros tenemos experiencia.
YO
Si, pero de esta manera no pago comisión.
PRIMER LLAMADO
Eso lo podemos charlar…
YO
Bueno, lo pienso y cualquier cosa lo llamo.
Así, de ese tenor, tuve como diez comunicaciones. Todos medio temerosos como me había pasado a mi. Y escondedores. Ninguno me decía que era de inmobiliaria al principio. Con ese proceder fui comprendiendo porqué los dueños se mostraban agobiados y hartos.
Al mediodía mientras almorzaba con los chicos:
FABIO
(Triste)
Má, vas a vender la casa?
YO
No mi amor!
¿Lo decís por los llamados que tuve al celular?
Nada que ver….Es una cuestión de trabajo,
para investigar a la competencia.
DALILA
Qué les investigás?
YO
Y… como soy nueva en esto, trato de ver qué
hacen las otras inmobiliarias para tomar propiedades.
FABIO
Bueno, porque yo no me quiero ir nunca de esta casa.
Acá tengo a todos mis amigos.
El comentario de Fabio me mató. Justo ahora que yo tramaba alejarme lo antes posible de mi marido. Seguramente sería muy duro para el nene cuando llegase el momento del divorcio. Y posiblemente lo mismo para Dalila. Y, por ellos, más triste y angustiante para mi.
Fuimos a los colegios y después yo a la oficina.
Al llegar:
YO
Buenas Blanquita, cómo estás?
BLANQUITA
Bien, pero qué te pasa, tenés una cara…..
YO
Problemas. Con mi futuro, con el de los chicos.
Y siempre mi marido en el medio. Por eso me esfuerzo,
le doy y le doy al trabajo. Me quiero divorciar.
BLANQUITA
(Tratando de tranquilizarme)
Y lo vas a lograr. Tenés un motorcito especial.
Quedate tranquila, y contá conmigo para lo que necesites.
YO
Gracias. Bueno, voy a mi escritorio.
BLANQUITA
Hablando de trabajo.
Hoy a la mañana vino un señor a preguntar por vos.
Ponete contenta, sería uno de los clientes que llamaste.
YO
Qué fabuloso! Por fin una buena noticia…Y qué te dijo?
BLANQUITA
Preguntó si trabajabas acá, y qué hacías, y en qué horario estabas.
Yo le di tu tarjeta para que te llame.
YO
Pero no te dejó el nombre, un teléfono, la dirección,
o algo para que lo pueda ubicar?
BLANQUITA
No, mi vida, dijo que él te llamaba.
YO
Bueno, esperaré.
Me fui caminando hacia el escritorio pensando en ese cliente. Sonó mi celular. Era por el aviso de dueño vende.
INTERLOCUTOR
Buenos días, le hablamos de la inmobiliaria Gomez y Asociados
para preguntarle por su departamento.
YO
Si, qué desea saber?
INTERLOCUTOR
Nos gustaría conocer el inmueble y en caso de que
coincida con alguno de los pedidos nuestros de compradores,
ofrecérselos y así ayudarla a venderlo.
YO
Pero mire que lo vendo yo.
INTERLOCUTOR
Si, nosotros solo le acercamos una posibilidad en este caso.
Para las ventas formales también nos ocupamos de los avisos,
de mostrarlo, de ponerle cartel, en fin, de todo.
YO
Pero yo no le pago comisión.
INTERLOCUTOR
Está bien, si el precio que pide es acorde con el mercado, nosotros
le cargamos la comisión para que nos pueda pagar.
YO
(Complicándosela)
Pero yo no pago comisión.
INTERLOCUTOR
Con el sistema que le propongo, nos esforzamos
un poquito más para sacarle un valor más alto y
finalmente a usted es como si no le saliera nada.
YO
Yo quisiera no tener ningún gasto.
INTERLOCUTOR
Usted va a quedar tan conforme si le llevamos el
comprador, que nos va a pagar con gusto.
YO
Y podemos arreglar que igual no le pague nada?
INTERLOCUTOR
No, eso no. Nuestro trabajo tiene un precio.
Se me acercó el arquitecto:
ARQUITECTO PIÑA
Y Milena, cómo va el aviso?
YO
Excelente.
Estoy haciendo un curso acelerado de viveza inmobiliaria.
Ya pude detectar bastante de lo que piensan los dueños.
Y también de cómo se comportan las inmobiliarias.
Voy entendiendo como funciona este juego de seducción comercial.
ARQUITECTO PIÑA
Ni más ni menos que eso es la venta de un intangible.
Quizás la más difícil de todas.
Porque usted tiene que prometer, no mostrar.
Y la gente le debe creer sin ver. Siga así.
Estupendo el respaldo de mi jefe. Me daba ánimos. De todos los llamados de inmobiliarias que recibí, el último fue el más profesional. Y realmente parecían convincentes los argumentos. De inmediato me puse a anotar los datos más importantes de esa propuesta para poder estudiarlos. Tenía una voz seductora el que llamó. Me hizo acordar a Vincent cuando lo conocí….
De pronto, se me cruzó una idea loca y fui a la recepción.
YO
Blanquita, cómo era ese hombre
que vino a la mañana?
BLANQUITA
Alto, como de un metro ochenta, pelo castaño,
simpático, algo cancherito en la forma de hablar.
YO
Viste si vino en auto?
BLANQUITA
Si, lo paró en la puerta, uno nuevito color blanco.
YO
Era Vincent...
BLANQUITA
Quién es Vincent?
YO
Mi marido. Del que me quiero divorciar.
Viernes. Con la absoluta certeza de que nos habíamos declarado la guerra, opté por tomar todos los recaudos con Vincent. Como primera medida, si los chicos habían estado siempre presentes en mi vida cotidiana, a partir de ahora lo estarían más. Nada de dejarlos en casa con él. Ni llevarlos a lo de mis padres -rara paradoja de la vida, que MI familia lo pudiera defender más a él que a mi-. El nivel de agresión de ayer pasó todos los límites. A pesar de tantos problemas, nunca nos habíamos insultado así. Y menos metido en el medio la tenencia de los chicos.
Se levantó muy temprano y se fue. A la mañana pude pensar en todo ese tema horrible con él, por poco tiempo. Muy temprano empezaron los llamados del aviso clasificado que había puesto el arquitecto para mi.
PRIMER LLAMADO
Hola, le hablo por el aviso del diario.
YO
Si, qué desea saber?
PRIMER LLAMADO
Cuánto vale el departamento…
YO
Y… ochenta mil dólares…
PRIMER LLAMADO
Por qué tanto?
YO
Y… porque lo vale…
PRIMER LLAMADO
Cuántos metros?
YO
Son… sesenta…. Usted es un particular?
PRIMER LLAMADO
Digamos que si. Soy inversor.
Tengo una inmobiliaria, pero también compro.
YO
Ah… entonces?
PRIMER LLAMADO
Podríamos verlo… y si no me sirve,
se lo puedo vender con mi inmobiliaria.
YO
(Haciéndosela difícil)
Pero quiero vender mi casa por mi cuenta.
PRIMER LLAMADO
No le conviene… Usted de esto no sabe
y nosotros tenemos experiencia.
YO
Si, pero de esta manera no pago comisión.
PRIMER LLAMADO
Eso lo podemos charlar…
YO
Bueno, lo pienso y cualquier cosa lo llamo.
Así, de ese tenor, tuve como diez comunicaciones. Todos medio temerosos como me había pasado a mi. Y escondedores. Ninguno me decía que era de inmobiliaria al principio. Con ese proceder fui comprendiendo porqué los dueños se mostraban agobiados y hartos.
Al mediodía mientras almorzaba con los chicos:
FABIO
(Triste)
Má, vas a vender la casa?
YO
No mi amor!
¿Lo decís por los llamados que tuve al celular?
Nada que ver….Es una cuestión de trabajo,
para investigar a la competencia.
DALILA
Qué les investigás?
YO
Y… como soy nueva en esto, trato de ver qué
hacen las otras inmobiliarias para tomar propiedades.
FABIO
Bueno, porque yo no me quiero ir nunca de esta casa.
Acá tengo a todos mis amigos.
El comentario de Fabio me mató. Justo ahora que yo tramaba alejarme lo antes posible de mi marido. Seguramente sería muy duro para el nene cuando llegase el momento del divorcio. Y posiblemente lo mismo para Dalila. Y, por ellos, más triste y angustiante para mi.
Fuimos a los colegios y después yo a la oficina.
Al llegar:
YO
Buenas Blanquita, cómo estás?
BLANQUITA
Bien, pero qué te pasa, tenés una cara…..
YO
Problemas. Con mi futuro, con el de los chicos.
Y siempre mi marido en el medio. Por eso me esfuerzo,
le doy y le doy al trabajo. Me quiero divorciar.
BLANQUITA
(Tratando de tranquilizarme)
Y lo vas a lograr. Tenés un motorcito especial.
Quedate tranquila, y contá conmigo para lo que necesites.
YO
Gracias. Bueno, voy a mi escritorio.
BLANQUITA
Hablando de trabajo.
Hoy a la mañana vino un señor a preguntar por vos.
Ponete contenta, sería uno de los clientes que llamaste.
YO
Qué fabuloso! Por fin una buena noticia…Y qué te dijo?
BLANQUITA
Preguntó si trabajabas acá, y qué hacías, y en qué horario estabas.
Yo le di tu tarjeta para que te llame.
YO
Pero no te dejó el nombre, un teléfono, la dirección,
o algo para que lo pueda ubicar?
BLANQUITA
No, mi vida, dijo que él te llamaba.
YO
Bueno, esperaré.
Me fui caminando hacia el escritorio pensando en ese cliente. Sonó mi celular. Era por el aviso de dueño vende.
INTERLOCUTOR
Buenos días, le hablamos de la inmobiliaria Gomez y Asociados
para preguntarle por su departamento.
YO
Si, qué desea saber?
INTERLOCUTOR
Nos gustaría conocer el inmueble y en caso de que
coincida con alguno de los pedidos nuestros de compradores,
ofrecérselos y así ayudarla a venderlo.
YO
Pero mire que lo vendo yo.
INTERLOCUTOR
Si, nosotros solo le acercamos una posibilidad en este caso.
Para las ventas formales también nos ocupamos de los avisos,
de mostrarlo, de ponerle cartel, en fin, de todo.
YO
Pero yo no le pago comisión.
INTERLOCUTOR
Está bien, si el precio que pide es acorde con el mercado, nosotros
le cargamos la comisión para que nos pueda pagar.
YO
(Complicándosela)
Pero yo no pago comisión.
INTERLOCUTOR
Con el sistema que le propongo, nos esforzamos
un poquito más para sacarle un valor más alto y
finalmente a usted es como si no le saliera nada.
YO
Yo quisiera no tener ningún gasto.
INTERLOCUTOR
Usted va a quedar tan conforme si le llevamos el
comprador, que nos va a pagar con gusto.
YO
Y podemos arreglar que igual no le pague nada?
INTERLOCUTOR
No, eso no. Nuestro trabajo tiene un precio.
Se me acercó el arquitecto:
ARQUITECTO PIÑA
Y Milena, cómo va el aviso?
YO
Excelente.
Estoy haciendo un curso acelerado de viveza inmobiliaria.
Ya pude detectar bastante de lo que piensan los dueños.
Y también de cómo se comportan las inmobiliarias.
Voy entendiendo como funciona este juego de seducción comercial.
ARQUITECTO PIÑA
Ni más ni menos que eso es la venta de un intangible.
Quizás la más difícil de todas.
Porque usted tiene que prometer, no mostrar.
Y la gente le debe creer sin ver. Siga así.
Estupendo el respaldo de mi jefe. Me daba ánimos. De todos los llamados de inmobiliarias que recibí, el último fue el más profesional. Y realmente parecían convincentes los argumentos. De inmediato me puse a anotar los datos más importantes de esa propuesta para poder estudiarlos. Tenía una voz seductora el que llamó. Me hizo acordar a Vincent cuando lo conocí….
De pronto, se me cruzó una idea loca y fui a la recepción.
YO
Blanquita, cómo era ese hombre
que vino a la mañana?
BLANQUITA
Alto, como de un metro ochenta, pelo castaño,
simpático, algo cancherito en la forma de hablar.
YO
Viste si vino en auto?
BLANQUITA
Si, lo paró en la puerta, uno nuevito color blanco.
YO
Era Vincent...
BLANQUITA
Quién es Vincent?
YO
Mi marido. Del que me quiero divorciar.
jueves, 24 de diciembre de 2009
54 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – PRIMERA TASACIÓN
Del: ¿Porqué tardaste tanto mi amor? Pasás en unos años al: ¿Qué hace este tipo todavía en casa? Pareciera que de novios, la felicidad se concibe solo cuando él llega. Y después de casados, solo cuando no está.
Jueves. Nada más esclarecedor que el comentario de Fabio. “Las cosas no vienen solas…” Era verdad, solo se trataba de poner el mundo a mi favor. Con paciencia y pensando claro en mi objetivo: independizarme económicamente. Nada podía tener más fuerza que eso. Ni los Dueños con mal trato, ni los porteros especuladores. Entre mi objetivo final y yo, no debía dejar que aparecieran “piedras” interruptoras. Por más grandes que fueran, solo era cuestión de saltarlas, y no que me frenaran.
Con un poco más de pilas llegué a la oficina a pensar en alguna solución para seguir avanzando. Me preguntaba una y otra vez porqué los “dueños vende” odiaban a las inmobiliarias. Era como una aversión extrema que me generaba pánico. Entonces, intenté averiguar desde “adentro” las verdaderas razones. Y me comuniqué con otro dueño como si fuera una compradora particular:
YO
Hola, lo llamo por su departamento.
DUEÑO
Ah… es una joyita….dos ambientes espectaculares,
de 28 metros.…
YO
Hace mucho que lo tiene en venta?
DUEÑO
Naaaa… unos meses nada más….
YO
Cómo es?
DUEÑO
Precioso… interno, eso sí, pero muy lindo.
Yo lo compré porque trabajo de noche,
así que me da lo mismo que sea luminoso o no.
Durante el día duermo.
YO
Pero es luminoso?
DUEÑO
Y… es interno, da a un pozo de aire y luz.
YO
Entonces es oscuro.
DUEÑO
Pero lindo.
YO
Y cuánto vale?
DUEÑO
Son… sesenta mil dólares… Conversables, eh..
YO
No es un poco caro?
DUEÑO
Nooooo….Lo quiere ver?
YO
No se… yo tengo que vender uno, y tengo dudas,
si contratar a una inmobiliaria o venderlo yo…
DUEÑO
Véndalo usted misma.
Las inmobiliarias se lo van a tasar muy bajo…
Seguro que lo hacen para comprarlo ellos mismos…
YO
Si? Le parece?
DUEÑO
Mire, acá vinieron como seis y todas decían
que valía cuarenta mil dólares…
Están locos! Con lo lindo que es!….
Además, así se puede ahorrar la comisión…
YO
Claro…. Pero yo no entiendo mucho, quizás
sería bueno dárselo a alguien profesional… Usted cómo hizo?
DUEÑO
Yo saqué varios avisos. No le publiqué el precio. Je Je…
Mejor decirlo al final…
YO
Y lo llamaron inmobiliarias?
DUEÑO
Ufff… me cansé de atenderlos
y todos esos malandras me decían que estaba caro.
Claro! Como no es de ellos! Qué les importa!
Yo lo mío lo sé defender….
Rarísimo, pero este hombre estaba convencido de un valor que quizás no se correspondía con la realidad de mercado. Aún así, no lograba entender porqué tanto encono con las inmobiliarias.
Estaba en esos pensamientos cuando se me acercó mi jefe.
ARQUITECTO PIÑA
Milena, me voy a tasar el departamento de la calle
José María Moreno que usted contactó. ¿Quiere venir?
YO
Claro!
ARQUITECTO PIÑA
(Revisando su porta folios)
A ver si tengo todo?
Tarjetas, ficha de tasación, autorización de venta….
YO
Autorización? Le dijo que se la daba?
ARQUITECTO PIÑA
Noooo, no me dijo, pero siempre hay que ir
“equipado” por si se presenta la ocasión. Ja Ja
Salimos de ahí en el auto de Piña. Llegamos al departamento y mientras él tasaba, yo miraba y anotaba todo en detalle para poder aprender. Tenía un estilo exquisito para tratar a los clientes. Y le sobraban argumentos técnicos para justificar detalles a favor y en contra.
En fin, una maravilla de “master en tasación” me había tocado en suerte.
Cuando volvíamos a la oficina en el auto:
YO
Me sorprende lo rápido que entendió ese propietario
cuál es el verdadero precio de mercado.
ARQUITECTO PIÑA
Bueno ¿ve? Justamente eso es la base de una
buena venta. Un precio justo.
YO
Hay quienes dicen que las inmobiliarias tasan
bajo para poder comprar ellos mismos.
ARQUITECTO PIÑA
El que dice eso es un delirante, alguien incapaz
de comprender que las situaciones
económicas no permiten subir los precios.
Al cliente hay que explicarle que nosotros queremos
que se venda lo más caro posible. Dije “posible”.
Si yo pido por un auto modelo 2005 lo mismo que vale
un cero kilómetro, es seguro que no se va a vender.
YO
Ah…. claro.
ARQUITECTO PIÑA
Además, también es una cuestión emocional.
El propietario, a veces, quiere mucho ese inmueble y
le carga ese valor afectivo como si el comprador se lo fuera a pagar.
YO
Y un departamento oscuro vale poco?
ARQUITECTO PIÑA
No vale nada. Está demostrado que en un lugar así,
la gente se deprime. Y la mayoría no los quiere.
YO
Cómo me gustaría espiar los argumentos que usan
las inmobiliarias colegas para tratar a los dueños vende...
ARQUITECTO PIÑA
Podemos sacar un aviso clasificado en el diario para probar.
Y usted misma lo atiende.
YO
Cómo sería?
ARQUITECTO PIÑA
Dueña vende 3 ambientes en Caballito y su celular.
Como si fuera una propietaria usted misma.
Así armamos un buen anzuelo para que la llame la competencia.
YO
Buenísimo! Cuándo?
ARQUITECTO PIÑA
Ni bien llegamos a la oficina veo si lo
puedo publicar para mañana mismo.
Esa idea del arquitecto me había fascinado. Y también todas las explicaciones previas. Cuando llegamos a la inmobiliaria, había lugar para estacionar en la puerta. Muy amable, descendió y vino de mi lado a abrirme la puerta. Me dio la mano y bajé. Después ingresamos al local. Me dejó pasar primero. Caballero total. Él se fue a su escritorio y yo al mío.
Aproveché el tiempo que tenía disponible para ver propiedades de otras inmobiliarias por Internet. Después de un rato, llegué a la conclusión que el Dueño Vende del dos ambientes oscuro, estaba sobrevaluado un treinta por ciento.
Se hacía la hora de los chicos y me preparé para irme.
Al salir, me acercaba a mi auto, cuando sentí que me llamaban. Me di vuelta, y era Vincent.
VINCENT
Qué hacías con ese tipo?
YO
Qué tipo?
VINCENT
El que te llevó en el auto.
YO
Y vos qué sabés?
VINCENT
No me contestes con otra pregunta…
Te hablo de ese con el que estuviste como una hora en
un departamento en la calle José María Moreno.
YO
Me estás siguiendo?
VINCENT
En qué andás? Hace varios días que no volvés a casa
después de llevar los chicos al colegio.
Te vas cambiada, y desaparecés toda la tarde.
YO
(Nerviosa)
Lo último que haría es darte explicaciones a vos….
VINCENT
Mirá, por mí, hacé lo que quieras, pero ojo con mis hijos.
No quiero que los mezcles en nada raro.
Si te encamás con este pelotudo que entró a la inmobiliaria,
hacelo. Hacelo y atenete a las consecuencias.
Pero olvidate de los chicos.
Si se te voló el moño, acordate que pase lo que pase,
se quedan conmigo, sobre la vida de ellos decido yo.
Fue demasiado y me cansé. Para no hacer escándalo público me le acerqué bastante para que me oyera solamente él.
YO
Escuchame, hijo de re mil putas, lo que pase con los chicos
va a estar atado a lo que YO decida, entendiste?
Como fue siempre…
¿A qué viene que ahora te quieras ocupar de ellos?
VINCENT
Ehhhh… qué boquita… Tratame con respeto…
¿qué es esto de insultarme así?...¿una nueva?
YO
No hables de respeto vos. Sos un mentiroso monumental.
Si me hubieras avisado como eras, jamás me hubiera casado.
VINCENT
Yo soy una buena persona. Y siempre me ocupé de mis hijos.
Trabajé para ellos… y para vos….
YO
Metete en el bolsillo las horas que trabajaste.
No te creo más ese cuento. Y si querés caminar por la vida con
las dos piernas sanas, no me jodas más con los chicos. ¿Oíste?
VINCENT
Creí que eras más viva. Que me conocías más.
Yo por las buenas todo, pero así…
YO
Egocéntrico mal parido!... olvidate de MIS hijos…
Jueves. Nada más esclarecedor que el comentario de Fabio. “Las cosas no vienen solas…” Era verdad, solo se trataba de poner el mundo a mi favor. Con paciencia y pensando claro en mi objetivo: independizarme económicamente. Nada podía tener más fuerza que eso. Ni los Dueños con mal trato, ni los porteros especuladores. Entre mi objetivo final y yo, no debía dejar que aparecieran “piedras” interruptoras. Por más grandes que fueran, solo era cuestión de saltarlas, y no que me frenaran.
Con un poco más de pilas llegué a la oficina a pensar en alguna solución para seguir avanzando. Me preguntaba una y otra vez porqué los “dueños vende” odiaban a las inmobiliarias. Era como una aversión extrema que me generaba pánico. Entonces, intenté averiguar desde “adentro” las verdaderas razones. Y me comuniqué con otro dueño como si fuera una compradora particular:
YO
Hola, lo llamo por su departamento.
DUEÑO
Ah… es una joyita….dos ambientes espectaculares,
de 28 metros.…
YO
Hace mucho que lo tiene en venta?
DUEÑO
Naaaa… unos meses nada más….
YO
Cómo es?
DUEÑO
Precioso… interno, eso sí, pero muy lindo.
Yo lo compré porque trabajo de noche,
así que me da lo mismo que sea luminoso o no.
Durante el día duermo.
YO
Pero es luminoso?
DUEÑO
Y… es interno, da a un pozo de aire y luz.
YO
Entonces es oscuro.
DUEÑO
Pero lindo.
YO
Y cuánto vale?
DUEÑO
Son… sesenta mil dólares… Conversables, eh..
YO
No es un poco caro?
DUEÑO
Nooooo….Lo quiere ver?
YO
No se… yo tengo que vender uno, y tengo dudas,
si contratar a una inmobiliaria o venderlo yo…
DUEÑO
Véndalo usted misma.
Las inmobiliarias se lo van a tasar muy bajo…
Seguro que lo hacen para comprarlo ellos mismos…
YO
Si? Le parece?
DUEÑO
Mire, acá vinieron como seis y todas decían
que valía cuarenta mil dólares…
Están locos! Con lo lindo que es!….
Además, así se puede ahorrar la comisión…
YO
Claro…. Pero yo no entiendo mucho, quizás
sería bueno dárselo a alguien profesional… Usted cómo hizo?
DUEÑO
Yo saqué varios avisos. No le publiqué el precio. Je Je…
Mejor decirlo al final…
YO
Y lo llamaron inmobiliarias?
DUEÑO
Ufff… me cansé de atenderlos
y todos esos malandras me decían que estaba caro.
Claro! Como no es de ellos! Qué les importa!
Yo lo mío lo sé defender….
Rarísimo, pero este hombre estaba convencido de un valor que quizás no se correspondía con la realidad de mercado. Aún así, no lograba entender porqué tanto encono con las inmobiliarias.
Estaba en esos pensamientos cuando se me acercó mi jefe.
ARQUITECTO PIÑA
Milena, me voy a tasar el departamento de la calle
José María Moreno que usted contactó. ¿Quiere venir?
YO
Claro!
ARQUITECTO PIÑA
(Revisando su porta folios)
A ver si tengo todo?
Tarjetas, ficha de tasación, autorización de venta….
YO
Autorización? Le dijo que se la daba?
ARQUITECTO PIÑA
Noooo, no me dijo, pero siempre hay que ir
“equipado” por si se presenta la ocasión. Ja Ja
Salimos de ahí en el auto de Piña. Llegamos al departamento y mientras él tasaba, yo miraba y anotaba todo en detalle para poder aprender. Tenía un estilo exquisito para tratar a los clientes. Y le sobraban argumentos técnicos para justificar detalles a favor y en contra.
En fin, una maravilla de “master en tasación” me había tocado en suerte.
Cuando volvíamos a la oficina en el auto:
YO
Me sorprende lo rápido que entendió ese propietario
cuál es el verdadero precio de mercado.
ARQUITECTO PIÑA
Bueno ¿ve? Justamente eso es la base de una
buena venta. Un precio justo.
YO
Hay quienes dicen que las inmobiliarias tasan
bajo para poder comprar ellos mismos.
ARQUITECTO PIÑA
El que dice eso es un delirante, alguien incapaz
de comprender que las situaciones
económicas no permiten subir los precios.
Al cliente hay que explicarle que nosotros queremos
que se venda lo más caro posible. Dije “posible”.
Si yo pido por un auto modelo 2005 lo mismo que vale
un cero kilómetro, es seguro que no se va a vender.
YO
Ah…. claro.
ARQUITECTO PIÑA
Además, también es una cuestión emocional.
El propietario, a veces, quiere mucho ese inmueble y
le carga ese valor afectivo como si el comprador se lo fuera a pagar.
YO
Y un departamento oscuro vale poco?
ARQUITECTO PIÑA
No vale nada. Está demostrado que en un lugar así,
la gente se deprime. Y la mayoría no los quiere.
YO
Cómo me gustaría espiar los argumentos que usan
las inmobiliarias colegas para tratar a los dueños vende...
ARQUITECTO PIÑA
Podemos sacar un aviso clasificado en el diario para probar.
Y usted misma lo atiende.
YO
Cómo sería?
ARQUITECTO PIÑA
Dueña vende 3 ambientes en Caballito y su celular.
Como si fuera una propietaria usted misma.
Así armamos un buen anzuelo para que la llame la competencia.
YO
Buenísimo! Cuándo?
ARQUITECTO PIÑA
Ni bien llegamos a la oficina veo si lo
puedo publicar para mañana mismo.
Esa idea del arquitecto me había fascinado. Y también todas las explicaciones previas. Cuando llegamos a la inmobiliaria, había lugar para estacionar en la puerta. Muy amable, descendió y vino de mi lado a abrirme la puerta. Me dio la mano y bajé. Después ingresamos al local. Me dejó pasar primero. Caballero total. Él se fue a su escritorio y yo al mío.
Aproveché el tiempo que tenía disponible para ver propiedades de otras inmobiliarias por Internet. Después de un rato, llegué a la conclusión que el Dueño Vende del dos ambientes oscuro, estaba sobrevaluado un treinta por ciento.
Se hacía la hora de los chicos y me preparé para irme.
Al salir, me acercaba a mi auto, cuando sentí que me llamaban. Me di vuelta, y era Vincent.
VINCENT
Qué hacías con ese tipo?
YO
Qué tipo?
VINCENT
El que te llevó en el auto.
YO
Y vos qué sabés?
VINCENT
No me contestes con otra pregunta…
Te hablo de ese con el que estuviste como una hora en
un departamento en la calle José María Moreno.
YO
Me estás siguiendo?
VINCENT
En qué andás? Hace varios días que no volvés a casa
después de llevar los chicos al colegio.
Te vas cambiada, y desaparecés toda la tarde.
YO
(Nerviosa)
Lo último que haría es darte explicaciones a vos….
VINCENT
Mirá, por mí, hacé lo que quieras, pero ojo con mis hijos.
No quiero que los mezcles en nada raro.
Si te encamás con este pelotudo que entró a la inmobiliaria,
hacelo. Hacelo y atenete a las consecuencias.
Pero olvidate de los chicos.
Si se te voló el moño, acordate que pase lo que pase,
se quedan conmigo, sobre la vida de ellos decido yo.
Fue demasiado y me cansé. Para no hacer escándalo público me le acerqué bastante para que me oyera solamente él.
YO
Escuchame, hijo de re mil putas, lo que pase con los chicos
va a estar atado a lo que YO decida, entendiste?
Como fue siempre…
¿A qué viene que ahora te quieras ocupar de ellos?
VINCENT
Ehhhh… qué boquita… Tratame con respeto…
¿qué es esto de insultarme así?...¿una nueva?
YO
No hables de respeto vos. Sos un mentiroso monumental.
Si me hubieras avisado como eras, jamás me hubiera casado.
VINCENT
Yo soy una buena persona. Y siempre me ocupé de mis hijos.
Trabajé para ellos… y para vos….
YO
Metete en el bolsillo las horas que trabajaste.
No te creo más ese cuento. Y si querés caminar por la vida con
las dos piernas sanas, no me jodas más con los chicos. ¿Oíste?
VINCENT
Creí que eras más viva. Que me conocías más.
Yo por las buenas todo, pero así…
YO
Egocéntrico mal parido!... olvidate de MIS hijos…
martes, 22 de diciembre de 2009
53 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - PORTEREANDO
Aprender a amar es maravilloso. Primero a los padres, después a la pareja. El problema es que con la llegada de los hijos todo lo anterior se opaca. Nada es más puro, ni más auténtico, ni más desinteresado, ni más generoso.
Miércoles. Si hubo días en que estuve de mal humor, ese era uno de ellos. Por suerte, Vincent volvía muy tarde de trabajar y se levantaba muy temprano. Conclusión, no nos veíamos para nada. Mejor. Mi paciencia no daba para agregar otro conflicto más. Y él era el especialista en creármelos.
Como a eso de las diez de la mañana, me llamó Blanquita a casa por teléfono:
BLANQUITA
Milena, estás bien?
YO
Ufff.
BLANQUITA
Vas a venir?
YO
Y… no sé.
BLANQUITA
Vamos! No me vas a aflojar justo ahora!
Vos no sos así…
YO
Si, tenés razón, pero de solo pensar en volver a hacer llamados…
BLANQUITA
Y seguí con otra cosa…. Eso lo podés retomar más adelante…
YO
Lo voy a pensar un poco…
BLANQUITA
Venite! Te espero como siempre!
Después del bajón anímico del día anterior, este llamado de Blanquita me daba “calor”. A veces los trabajos no son solo el sueldo. También son los vínculos que se crean con las personas que nos rodean. Y ella se iba haciendo importante afectivamente en mi vida. También el arquitecto. Y hasta el apático de Jorge. A cada uno, a mi manera, los empezaba a valorar cada día más.
Recapacité, y traté de juntar fuerzas para poder seguir. Como con todas las cosas que me salían mal, incluso Vincent, le puse un tope a mis intentos. Un mes. Ni un día menos, ni uno más. Si en ese tiempo no lograba resultados, daría por concluido el tema laboral en esa empresa.
Este sistema siempre me resultó útil para saber que mis decisiones importantes no se basaban en cuestiones impulsivas, ni tampoco que dejaba en eterna agonía el final de algún asunto. Con ese orden en mi cabeza, pero sin el entusiasmo del día anterior, llegué como siempre a las 13,30 a la oficina. Ni hablar de llamar otra vez a dueños. De solo pensarlo me daba urticaria. Estaba con la idea de encarar el tema porteros. Como primera medida armé una planillita para llenar con los datos de cada edificio, nombre del encargado, teléfono, etc. Una vez que estuvo lista, salí a la calle a recorrer uno por uno. Tocaba timbre en la portería y no me contestaba nadie. Así con uno, dos, quince, veinte. Hasta que llegué a un edificio grande con vigilancia.
YO
Qué tal señor? Está el portero?
VIGILADOR
Noooo a esta hora descansa.
YO
Y a qué hora lo encuentro?
VIGILADOR
De 8 a 12 y de 17 a 19.
En esos horarios está en la calle.
Pensé: qué mal, a la mañana no puedo, y a la tarde salen los chicos del colegio.
YO
Bueno, gracias. Eh… usted no sabe si alguien
del edificio quiere vender su departamento?
VIGILADOR
Nooooo, eso lo “maneja” el encargado.
Recién ahí entendí porqué no me contestaba ninguno. Volví a la oficina e intenté llamar a algunos clientes de la constructora. No había nadie en las casas, así que dejé mensajes en casi todos. Igual, no me esforcé mucho, porque con el entusiasmo que tenía no creía poder convencer a nadie. Con el plan de los 30 días de paciencia en la cabeza, decidí que lo mejor era buscar a los chicos del colegio y salir a "porterear" con ellos. Total, no tenía nada que perder. Peor que ahora no podía estar. Cuando los retiré, les di algo de merendar en el auto y salimos a caminar por el barrio de la inmobiliaria. Serían las cinco y media, y ahora sí que estaban todos los porteros en la vereda. Entonces, encaré uno por uno con los chicos de la mano.
YO
Qué tal señor? Soy de Inmobiliaria Morgante.
Hay algún propietario que quiera vender en este edificio?
PORTERO
Si, hay uno ¿Y ustedes cuánto me pagan por el dato?
YO
(Animándome)
Doscientos dólares cuando se vende.
PORTERO
Qué? Para eso lo vendo yo!
Desmoralizada como estaba, seguí adelante sin analizar demasiado la pavada que acababa de escuchar. Hasta el siguiente.
YO
Buenas! Busco algún departamento que esté en venta….
PORTERO
“Tengo” dos, uno en el quinto y otro en el octavo.
Si compra, yo le cobro el dos por ciento de comisión.
El tipo creyó que era una clienta particular.
Ahí nomás me enojé
YO
Dos por ciento? Y porqué cobra eso? No es “a voluntad”?
PORTERO
No, si una inmobiliaria le cobra
el cuatro, lo mío no es nada.
Evidentemente los planetas se me habían cruzado últimamente, entonces opté por lo más práctico.
El siguiente portero:
YO
Qué tal? Le dejo una tarjeta de Inmobiliaria Moragante?
Si alguna vez nos manda un cliente, le damos doscientos dólares.
Si le sirve bien….si no, es problema suyo…
Así, breve, seca y cortante. Le di la tarjeta y me fui. Si no estaba de acuerdo que la tirara. Ya me tenían cansada éstos también. Tenía razón el arquitecto, no son de fiar. El mismo sistema usé con los cuarenta encargados que encontré, sin siquiera anotar nada, así nomás al boleo. Y después me dispuse a ir al auto con los chicos.
FABIO
Má, a los clientes también los tratás así de mal?
YO
No es que los trate mal. Es que los porteros me tienen
un poco harta por cómo me reciben.
Algunos se creen más vivos de lo que son.
O te quieren “pasar” con las comisiones, o se hacen
los inmobiliarios sin saber nada… los detesto!....
FABIO
Má… lo importante no es que te atiendan bien,
sino que te dejen ganancia.
Me sorprendió el razonamiento del chiqui.
YO
Y vos qué sabés? Enanito de mi alma…..
FABIO
Lo se… siempre es así….
O te concentras en una cosa, o te concentras en la otra….
Yo un día ví a los chicos de mi escuela
que pasaban con la bandera de ceremonias
y me dije: yo quiero estar en ese lugar.
Entonces, me puse a estudiar como loco.
No paraba. Apenas si salía a jugar con mis amigos. Y lo logré.
Después… otro día me dije: yo quiero ser el
mejor compañero de toda la escuela…..
YO
(Intrigada)
Y qué hiciste?
FABIO
Y… traté de hacerme el bueno con todos.
Les regalaba caramelos, chicles, lo que conseguía.
Los ayudaba con los deberes, con las pruebas….
DALILA
Nene… hiciste trampa!!!!
FABIO
No hice trampa.
Hice cosas para que tuvieran ganas de votarme.
DALILA
Ellos te tenían que votar porque lo sentían.
FABIO
Bueno, yo los ayudé a que lo sintieran más.
Las cosas no vienen solas….
Miércoles. Si hubo días en que estuve de mal humor, ese era uno de ellos. Por suerte, Vincent volvía muy tarde de trabajar y se levantaba muy temprano. Conclusión, no nos veíamos para nada. Mejor. Mi paciencia no daba para agregar otro conflicto más. Y él era el especialista en creármelos.
Como a eso de las diez de la mañana, me llamó Blanquita a casa por teléfono:
BLANQUITA
Milena, estás bien?
YO
Ufff.
BLANQUITA
Vas a venir?
YO
Y… no sé.
BLANQUITA
Vamos! No me vas a aflojar justo ahora!
Vos no sos así…
YO
Si, tenés razón, pero de solo pensar en volver a hacer llamados…
BLANQUITA
Y seguí con otra cosa…. Eso lo podés retomar más adelante…
YO
Lo voy a pensar un poco…
BLANQUITA
Venite! Te espero como siempre!
Después del bajón anímico del día anterior, este llamado de Blanquita me daba “calor”. A veces los trabajos no son solo el sueldo. También son los vínculos que se crean con las personas que nos rodean. Y ella se iba haciendo importante afectivamente en mi vida. También el arquitecto. Y hasta el apático de Jorge. A cada uno, a mi manera, los empezaba a valorar cada día más.
Recapacité, y traté de juntar fuerzas para poder seguir. Como con todas las cosas que me salían mal, incluso Vincent, le puse un tope a mis intentos. Un mes. Ni un día menos, ni uno más. Si en ese tiempo no lograba resultados, daría por concluido el tema laboral en esa empresa.
Este sistema siempre me resultó útil para saber que mis decisiones importantes no se basaban en cuestiones impulsivas, ni tampoco que dejaba en eterna agonía el final de algún asunto. Con ese orden en mi cabeza, pero sin el entusiasmo del día anterior, llegué como siempre a las 13,30 a la oficina. Ni hablar de llamar otra vez a dueños. De solo pensarlo me daba urticaria. Estaba con la idea de encarar el tema porteros. Como primera medida armé una planillita para llenar con los datos de cada edificio, nombre del encargado, teléfono, etc. Una vez que estuvo lista, salí a la calle a recorrer uno por uno. Tocaba timbre en la portería y no me contestaba nadie. Así con uno, dos, quince, veinte. Hasta que llegué a un edificio grande con vigilancia.
YO
Qué tal señor? Está el portero?
VIGILADOR
Noooo a esta hora descansa.
YO
Y a qué hora lo encuentro?
VIGILADOR
De 8 a 12 y de 17 a 19.
En esos horarios está en la calle.
Pensé: qué mal, a la mañana no puedo, y a la tarde salen los chicos del colegio.
YO
Bueno, gracias. Eh… usted no sabe si alguien
del edificio quiere vender su departamento?
VIGILADOR
Nooooo, eso lo “maneja” el encargado.
Recién ahí entendí porqué no me contestaba ninguno. Volví a la oficina e intenté llamar a algunos clientes de la constructora. No había nadie en las casas, así que dejé mensajes en casi todos. Igual, no me esforcé mucho, porque con el entusiasmo que tenía no creía poder convencer a nadie. Con el plan de los 30 días de paciencia en la cabeza, decidí que lo mejor era buscar a los chicos del colegio y salir a "porterear" con ellos. Total, no tenía nada que perder. Peor que ahora no podía estar. Cuando los retiré, les di algo de merendar en el auto y salimos a caminar por el barrio de la inmobiliaria. Serían las cinco y media, y ahora sí que estaban todos los porteros en la vereda. Entonces, encaré uno por uno con los chicos de la mano.
YO
Qué tal señor? Soy de Inmobiliaria Morgante.
Hay algún propietario que quiera vender en este edificio?
PORTERO
Si, hay uno ¿Y ustedes cuánto me pagan por el dato?
YO
(Animándome)
Doscientos dólares cuando se vende.
PORTERO
Qué? Para eso lo vendo yo!
Desmoralizada como estaba, seguí adelante sin analizar demasiado la pavada que acababa de escuchar. Hasta el siguiente.
YO
Buenas! Busco algún departamento que esté en venta….
PORTERO
“Tengo” dos, uno en el quinto y otro en el octavo.
Si compra, yo le cobro el dos por ciento de comisión.
El tipo creyó que era una clienta particular.
Ahí nomás me enojé
YO
Dos por ciento? Y porqué cobra eso? No es “a voluntad”?
PORTERO
No, si una inmobiliaria le cobra
el cuatro, lo mío no es nada.
Evidentemente los planetas se me habían cruzado últimamente, entonces opté por lo más práctico.
El siguiente portero:
YO
Qué tal? Le dejo una tarjeta de Inmobiliaria Moragante?
Si alguna vez nos manda un cliente, le damos doscientos dólares.
Si le sirve bien….si no, es problema suyo…
Así, breve, seca y cortante. Le di la tarjeta y me fui. Si no estaba de acuerdo que la tirara. Ya me tenían cansada éstos también. Tenía razón el arquitecto, no son de fiar. El mismo sistema usé con los cuarenta encargados que encontré, sin siquiera anotar nada, así nomás al boleo. Y después me dispuse a ir al auto con los chicos.
FABIO
Má, a los clientes también los tratás así de mal?
YO
No es que los trate mal. Es que los porteros me tienen
un poco harta por cómo me reciben.
Algunos se creen más vivos de lo que son.
O te quieren “pasar” con las comisiones, o se hacen
los inmobiliarios sin saber nada… los detesto!....
FABIO
Má… lo importante no es que te atiendan bien,
sino que te dejen ganancia.
Me sorprendió el razonamiento del chiqui.
YO
Y vos qué sabés? Enanito de mi alma…..
FABIO
Lo se… siempre es así….
O te concentras en una cosa, o te concentras en la otra….
Yo un día ví a los chicos de mi escuela
que pasaban con la bandera de ceremonias
y me dije: yo quiero estar en ese lugar.
Entonces, me puse a estudiar como loco.
No paraba. Apenas si salía a jugar con mis amigos. Y lo logré.
Después… otro día me dije: yo quiero ser el
mejor compañero de toda la escuela…..
YO
(Intrigada)
Y qué hiciste?
FABIO
Y… traté de hacerme el bueno con todos.
Les regalaba caramelos, chicles, lo que conseguía.
Los ayudaba con los deberes, con las pruebas….
DALILA
Nene… hiciste trampa!!!!
FABIO
No hice trampa.
Hice cosas para que tuvieran ganas de votarme.
DALILA
Ellos te tenían que votar porque lo sentían.
FABIO
Bueno, yo los ayudé a que lo sintieran más.
Las cosas no vienen solas….
lunes, 21 de diciembre de 2009
52 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – DUEÑOS.. ¿VENDEN?
La convivencia puede ser un paraíso o un infierno. Un crucero por el Caribe o Guantánamo. Todos los que “zafaron” del martirio, con divorcio largo o corto, me terminaron diciendo: “Esto lo tendría que haber hecho antes”.
Martes. Me sentía entusiasmada con el trabajo. Difícil y con muchas cosas para aprender, pero estaba dispuesta a hacer el sacrificio. A esta altura ya había hecho como trescientos llamados, todos a clientes de la constructora. Bastante fácil. Claro, porque la empresa tenía buen prestigio acumulado por años. Los compradores los respetaban por los departamentos construidos de muy buena calidad. Y encima, Morgante había implementado un estupendo servicio de post venta. Caros, pero los mejores.
Ese día llegué a la oficina con la premisa de comenzar a llamar a los temibles Dueños Vende. Me acordaba de las palabras de Patricio:
“Pedirle a un Dueño Vende que le de la propiedad a una inmobiliaria, es como decirle a D´Elía que se haga oligarca”.
No obstante el miedo, respiré profundo y comencé telefónicamente con el primero.
YO
Hola, buenas tardes….
DUEÑO
Si…..
YO
Este… usted sacó un aviso para vender su departamento?
DUEÑO
Si… quién habla?
YO
De… la inmobiliaria… Morgante…
DUEÑO
Qué inmobiliaria?
YO
Morgante
DUEÑO
No la conozco… ¿qué necesita?
YO
Bueno… nosotros podríamos vender su departamento….
DUEÑO
No me interesa. ¿No vio que lo vendo yo?
El tipo me cortó de mala manera y quedé perturbada. Ni el imbécil de Vincent me había tratado así. A un costado me miraba Jorge, el vendedor.
YO
Uf, qué difíciles son los dueños…
¿Vos con qué argumentos los convencés?
JORGE
(Pedante)
Yo no soy productor, soy vendedor tasador.
YO
Claro, pero si alguien tiene que vender,
¿cómo lo inducís a que te de la venta?
JORGE
Y, no sé. Es difícil de explicar. Es algo de uno…
¡Blanquita! ¿Me hacés un café?
Desistí de interrogarlo. O no sabía, o no quería decirme.
Traté de tomar coraje e insistir con un nuevo llamado.
YO
Hola, si, le quería preguntar por su departamento….
DUEÑO
Ah, es muy lindo, y está muy en precio.
YO
Si?
DUEÑO
Totalmente. Tiene dos dormitorios muy amplios, un baño,
cocina comedor con lavadero incorporado…..
YO
Qué bien….
DUEÑO
Si, y tiene mucha luz… Además, no hay gastos de comisión.
Yo se lo vendo a usted, usted me lo compra a mi,
y en el medio nada que pueda complicarnos.
Cuando me ponía muy nerviosa me solía bajar mucho la presión. A estas alturas debería tener 6 – 2. ¿Cómo seguir?
YO
Bueno, yo sinceramente, soy de la inmobiliaria….
DUEÑO
Otro más? Y porqué no me lo dijo?
YO
Se lo iba a decir…
DUEÑO
Yo no trato con inmobiliarias.
Esto es dueño directo ¿me entendió?
Me habló todo a los gritos y después cortó. Me quedé mal y pedí con urgencia que el Arquitecto Piña me recibiera en su oficina.
YO
(Angustiada)
No voy a poder. Es terrible llamar a los dueños.
No sé cómo tratarlos. Como convencerlos. Ni me escuchan.
ARQUITECTO PIÑA
Bueno, primero serénese.
(Toma el teléfono)
Blanquita, por favor, trae dos cafés a mi oficina?
Milena, escúcheme bien. Los dos sabemos que le falta experiencia,
pero la va a adquirir, no me cabe ninguna duda.
Usted lo que sí tiene es mucho empuje.
Buena predisposición. Además es encantadora.
Créame, le va a ir muy bien.
Ahora … tropiezos, inconvenientes, desilusiones…
son parte del aprendizaje. Tiene que tener paciencia.
Así, estuvo un rato consolándome, pero de lo que me dijo, nada logró sacarme el miedo a volver a llamar. Me quedé como bloqueada. Incomprensible, pero real. Me daban ganas de llorar. Por un lado, necesitaba imperiosamente crecer en mi nuevo trabajo, y por el otro, sentía que estaba cayendo en el más profundo y real fracaso.
Eran las 15,30 y no tenía ganas de seguir en la oficina. Todavía demasiado temprano para retirar a los chicos. ¿Qué hacer? Llamé a Patricio, que si bien estaba comprobado no sería mi gran amor, sí era la persona que más me serenaba en los momentos críticos. Y por suerte disponía de tiempo.
YO
Blanquita, me voy.
BLANQUITA
Bueno preciosa. A qué hora volvés?
YO
Me parece que no vengo más….
BLANQUITA
(Preocupada)
Qué te pasó?
YO
(Afligida)
No sirvo para esto, recién unos clientes me trataron muy mal.
BLANQUITA
Qué raro… yo te escucho hablar y
me parece que tenés un encanto…
YO
Me gritaron… me dijeron que no los llame más…
BLANQUITA
(Tranquilizándome)
Bueno, querida, andate a tu casa y mañana será otro día…
YO
Estoy metida en una trampa…
y por más que lo intento, todo me sale mal…
No pude aguantar el llanto, y Blanquita se preocupó todavía más. Le conté lo de mi inminente divorcio y mi necesidad de independizarme económicamente.
BLANQUITA
Bueno, calmate, no sabía que te pasaba todo eso.
Si querés, a esos clientes los llamo yo…
YO
No, es mi trabajo… y veo que no puedo.
BLANQUITA
Los llamo y después te los paso…
Encantadora ella toda. Solo trataba de ayudarme, pero mi estado de ánimo era tan pobre que todo me parecía insuficiente. Y así, desganada y triste me fui a encontrar con Patricio.
Quizás él, con toda su experiencia, me pudiera orientar.
YO
La tarea inmobiliaria no es para mi.
PATRICIO
Ehhh ¿Tan pronto?
YO
No sirvo. No le demos más vueltas.
PATRICIO
Milena, tranquila contame qué te pasó.
YO
Los dueños vende que llamé me maltrataron.
Prefiero un trabajo común de empleada y
después veré cómo hago con los chicos.
PATRICIO
Pero vos no estudiaste Relaciones Públicas?
Eso también es saber resolver conflictos.
YO
Si, pero no conflictos conmigo, o faltas de respeto.
Yo aprendí a generar buenos vínculos empresariales y comerciales.
Esto es muy bajo. Me gritaron ¿entendés?
PATRICIO
Mi amor… es al principio, hasta que le tomás la mano.
YO
Y cuando le tomo la mano ¿qué?
Me gritan y aprendí a aguantármela,
o yo les grito más?
Pobre Patricio. Hizo lo imposible por ponerme bien y convencerme, pero no pudo.
Me fui de ahí a buscar a los chicos y después de cenar me acosté temprano. No tenía voluntad para hacer nada relacionado con el trabajo.
Ya en la cama, pensaba si el camino que había iniciado era el correcto.
Si no sería mejor encarar un juicio de divorcio e irme con mis padres.
O echar a Vincent de casa.
O quedarme quieta y no hacer nada.
Martes. Me sentía entusiasmada con el trabajo. Difícil y con muchas cosas para aprender, pero estaba dispuesta a hacer el sacrificio. A esta altura ya había hecho como trescientos llamados, todos a clientes de la constructora. Bastante fácil. Claro, porque la empresa tenía buen prestigio acumulado por años. Los compradores los respetaban por los departamentos construidos de muy buena calidad. Y encima, Morgante había implementado un estupendo servicio de post venta. Caros, pero los mejores.
Ese día llegué a la oficina con la premisa de comenzar a llamar a los temibles Dueños Vende. Me acordaba de las palabras de Patricio:
“Pedirle a un Dueño Vende que le de la propiedad a una inmobiliaria, es como decirle a D´Elía que se haga oligarca”.
No obstante el miedo, respiré profundo y comencé telefónicamente con el primero.
YO
Hola, buenas tardes….
DUEÑO
Si…..
YO
Este… usted sacó un aviso para vender su departamento?
DUEÑO
Si… quién habla?
YO
De… la inmobiliaria… Morgante…
DUEÑO
Qué inmobiliaria?
YO
Morgante
DUEÑO
No la conozco… ¿qué necesita?
YO
Bueno… nosotros podríamos vender su departamento….
DUEÑO
No me interesa. ¿No vio que lo vendo yo?
El tipo me cortó de mala manera y quedé perturbada. Ni el imbécil de Vincent me había tratado así. A un costado me miraba Jorge, el vendedor.
YO
Uf, qué difíciles son los dueños…
¿Vos con qué argumentos los convencés?
JORGE
(Pedante)
Yo no soy productor, soy vendedor tasador.
YO
Claro, pero si alguien tiene que vender,
¿cómo lo inducís a que te de la venta?
JORGE
Y, no sé. Es difícil de explicar. Es algo de uno…
¡Blanquita! ¿Me hacés un café?
Desistí de interrogarlo. O no sabía, o no quería decirme.
Traté de tomar coraje e insistir con un nuevo llamado.
YO
Hola, si, le quería preguntar por su departamento….
DUEÑO
Ah, es muy lindo, y está muy en precio.
YO
Si?
DUEÑO
Totalmente. Tiene dos dormitorios muy amplios, un baño,
cocina comedor con lavadero incorporado…..
YO
Qué bien….
DUEÑO
Si, y tiene mucha luz… Además, no hay gastos de comisión.
Yo se lo vendo a usted, usted me lo compra a mi,
y en el medio nada que pueda complicarnos.
Cuando me ponía muy nerviosa me solía bajar mucho la presión. A estas alturas debería tener 6 – 2. ¿Cómo seguir?
YO
Bueno, yo sinceramente, soy de la inmobiliaria….
DUEÑO
Otro más? Y porqué no me lo dijo?
YO
Se lo iba a decir…
DUEÑO
Yo no trato con inmobiliarias.
Esto es dueño directo ¿me entendió?
Me habló todo a los gritos y después cortó. Me quedé mal y pedí con urgencia que el Arquitecto Piña me recibiera en su oficina.
YO
(Angustiada)
No voy a poder. Es terrible llamar a los dueños.
No sé cómo tratarlos. Como convencerlos. Ni me escuchan.
ARQUITECTO PIÑA
Bueno, primero serénese.
(Toma el teléfono)
Blanquita, por favor, trae dos cafés a mi oficina?
Milena, escúcheme bien. Los dos sabemos que le falta experiencia,
pero la va a adquirir, no me cabe ninguna duda.
Usted lo que sí tiene es mucho empuje.
Buena predisposición. Además es encantadora.
Créame, le va a ir muy bien.
Ahora … tropiezos, inconvenientes, desilusiones…
son parte del aprendizaje. Tiene que tener paciencia.
Así, estuvo un rato consolándome, pero de lo que me dijo, nada logró sacarme el miedo a volver a llamar. Me quedé como bloqueada. Incomprensible, pero real. Me daban ganas de llorar. Por un lado, necesitaba imperiosamente crecer en mi nuevo trabajo, y por el otro, sentía que estaba cayendo en el más profundo y real fracaso.
Eran las 15,30 y no tenía ganas de seguir en la oficina. Todavía demasiado temprano para retirar a los chicos. ¿Qué hacer? Llamé a Patricio, que si bien estaba comprobado no sería mi gran amor, sí era la persona que más me serenaba en los momentos críticos. Y por suerte disponía de tiempo.
YO
Blanquita, me voy.
BLANQUITA
Bueno preciosa. A qué hora volvés?
YO
Me parece que no vengo más….
BLANQUITA
(Preocupada)
Qué te pasó?
YO
(Afligida)
No sirvo para esto, recién unos clientes me trataron muy mal.
BLANQUITA
Qué raro… yo te escucho hablar y
me parece que tenés un encanto…
YO
Me gritaron… me dijeron que no los llame más…
BLANQUITA
(Tranquilizándome)
Bueno, querida, andate a tu casa y mañana será otro día…
YO
Estoy metida en una trampa…
y por más que lo intento, todo me sale mal…
No pude aguantar el llanto, y Blanquita se preocupó todavía más. Le conté lo de mi inminente divorcio y mi necesidad de independizarme económicamente.
BLANQUITA
Bueno, calmate, no sabía que te pasaba todo eso.
Si querés, a esos clientes los llamo yo…
YO
No, es mi trabajo… y veo que no puedo.
BLANQUITA
Los llamo y después te los paso…
Encantadora ella toda. Solo trataba de ayudarme, pero mi estado de ánimo era tan pobre que todo me parecía insuficiente. Y así, desganada y triste me fui a encontrar con Patricio.
Quizás él, con toda su experiencia, me pudiera orientar.
YO
La tarea inmobiliaria no es para mi.
PATRICIO
Ehhh ¿Tan pronto?
YO
No sirvo. No le demos más vueltas.
PATRICIO
Milena, tranquila contame qué te pasó.
YO
Los dueños vende que llamé me maltrataron.
Prefiero un trabajo común de empleada y
después veré cómo hago con los chicos.
PATRICIO
Pero vos no estudiaste Relaciones Públicas?
Eso también es saber resolver conflictos.
YO
Si, pero no conflictos conmigo, o faltas de respeto.
Yo aprendí a generar buenos vínculos empresariales y comerciales.
Esto es muy bajo. Me gritaron ¿entendés?
PATRICIO
Mi amor… es al principio, hasta que le tomás la mano.
YO
Y cuando le tomo la mano ¿qué?
Me gritan y aprendí a aguantármela,
o yo les grito más?
Pobre Patricio. Hizo lo imposible por ponerme bien y convencerme, pero no pudo.
Me fui de ahí a buscar a los chicos y después de cenar me acosté temprano. No tenía voluntad para hacer nada relacionado con el trabajo.
Ya en la cama, pensaba si el camino que había iniciado era el correcto.
Si no sería mejor encarar un juicio de divorcio e irme con mis padres.
O echar a Vincent de casa.
O quedarme quieta y no hacer nada.
51 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - VAMOS BIEN
Yo era cariñosa, confiada, generosa. Y, lentamente, me fuiste encerrando en esta trampa de obligaciones, solo mías. Hasta que me cansé. Y reaccioné. Ahora soy esta fiera acorralada que solo a vos quiere atacar.
Lunes. Lo bueno de la salida de ayer con los chicos fue que, a su manera, se divirtieron. En el camino de vuelta en auto, se reían todo el tiempo por los clientes “sapos”. Me decían que mi trabajo les gustaba y que estaba bueno acompañarme. Y eso era fantástico. Me daba la impresión que no tendría que depender de nadie que los cuidara. Quizás, podría compatibilizar ambas cosas si todo seguía así.
Ayer, cuando volvimos, a eso de las cinco, Vincent dormía como el mejor. Dalila se puso a acomodar su placard y Fabio a ver la tele. Yo a completar datos en la computadora. También miré algunas páginas inmobiliarias con fotos y fichas, para evaluar distintas propiedades. Me había propuesto un plan de “estudiar” por lo menos veinte por día, tal lo que me había aconsejado Patricio.
El lunes por la mañana, ya un poco más organizada, comencé con mis tareas sin perder tiempo. Consideré que lo mejor sería ocuparme de la casa y los asuntos de los chicos primero, así tendría todo el resto del día para ir a la inmobiliaria y hacer llamados. Al mediodía almorzamos y salimos para los colegios y el trabajo. Llegar a la oficina se me hacía cada vez más placentero.
YO
Hola Blanquita cómo pasaste el finde?
BLANQUITA
Ay, bien, con mi familia, todos juntos.
YO
Que bueno… ¿y vos Jorge?
JORGE
Bien. Tranquilo. Fui a buscar a mi hija y
la llevé a ver una obra de teatro.
YO
Qué edad tiene?
JORGE
Siete.
YO
Y vos… ¿estás divorciado?
JORGE
Si, felizmente.
YO
Felizmente?
JORGE
Es una forma de decir….desde hace siete años.
YO
Ah…. Qué lástima.…
Ayer fui a conocer el edificio de Belgrano.
JORGE
Si? Qué tal es?
YO
Divino, pero… ¿vos lo vendés sin conocerlo?
JORGE
Seeee. No hace falta.
Raros los comentarios de Jorge. Raro Jorge. En un momento él se fue de la oficina y me despaché con Blanquita:
YO
Blanqui, qué onda Jorge?
BLANQUITA
Y… él es un poco… seco.
YO
Pareciera como que nada le importa demasiado.
BLANQUITA
Si, le falta chispa.
YO
Y el arquitecto? Ese tipo me encanta.
BLANQUITA
Es un Dandy.
YO
Puro glamour. ¿Viste que todos los arquitectos son así?
BLANQUITA
Siiii. Pero él es más que exquisito.
YO
Diríamos ..¿afrancesado?
BLANQUITA
Vos decís gay? Noooo todo lo contrario.
Cada vez que sale a “tasar terrenos”
es que tiene algún “fatito” personal… Y cotiza seguido!
YO
Es casado?
BLANQUITA
Divorciado.
Me quedé pensando que si todos anduviéramos por la vida con un cartelito luminoso en la cabeza que hablara de nuestros rasgos sobresalientes, el de Blanquita diría “Amorosa”, el de Jorge “Apático”, el de Piña “Distinguido” y el mío “Desesperada”.
Al rato me reuní con mi jefe.
ARQUITECTO PIÑA
Milena, me enteré por planillas que estuvo
en Belgrano. ¿Cómo se le ocurrió?
MILENA
El sábado llamaba a los clientes de la constructora
y cuando me preguntaban algunos detalles, no sabía
qué contestarles. Ahora me siento un poco más segura.
ARQUITECTO PIÑA
Bien. Bien. Acá llegaron sus tarjetas.
Se las hice con el apellido de casada,
es más fácil de recordar para los clientes.
Me dio la cajita y las miré con emoción. “Milena Mendoza, Productora, Morgante Inmobiliaria”.
YO
Gracias.
Quería hacerle unas preguntas.
ARQUITECTO PIÑA
Dígame.
YO
De todos los clientes que llamé, a muy pocos
les podría interesar mudarse a Belgrano.
A esa gente, que se quiere quedar en Caballito y Flores,
¿qué les podemos ofrecer?
ARQUITECTO PIÑA
Y… no tenemos nada.
Lo último es el edificio que usted vio.
YO
Y no les podemos buscar algo?
ARQUITECTO PIÑA
Buscar? No, eso es complicado. Hay un sistema inmobiliario
al que pertenecemos que nos permite hacer negocios con otros
colegas, pero eso deja poco, la cuarta parte de una venta normal.
Además, la gente cambia de parecer con mucha facilidad.
Podríamos hacerlo, pero puede ocurrir que estemos una
semana trabajando para algún comprador, y al final decide otra cosa.
O salen ellos mismos a buscar por su cuenta sin acordarse de nosotros.
Lo más seguro es tomar propiedades y venderlas.
Ahí, una vez que firmaron la autorización,
difícil que haya vuelta atrás.
YO
Entiendo….
ARUITECTO PIÑA
Milena, cuando termine con esos clientes,
si quiere, puede pedir más en la constructora.
Otros que compraron entre cinco y
diez años atrás en edificios nuestros..
No sé si todos seguirán viviendo ahí.
O si tendrán el mismo teléfono, pero….
YO
No se preocupe, los investigo.
Ah… me olvidaba.. hay un señor que llamé el
sábado, que quiere que le tasen el departamento.
Es uno de la calle José María Moreno, y yo no se tasar, por ahora.
ARQUITECTO PIÑA
Páseme los datos que voy.
YO
Bueno, enseguida.
¿Lo puedo acompañar cuando vaya?
Así veo como es eso.
ARQUITECTO PIÑA
Por supuesto.
Salí de su oficina contenta y seguí llamando gente hasta que se hicieron los horarios de los chicos y me fui. Al llegar a casa, Fabio y Dalila tomaron la merienda y comenzaron con las tareas escolares. Mientras, yo me encerré en el dormitorio para hacer llamados más tranquila. Había calculado ocupar cinco minutos con cada cliente, y así llegar a las ocho y media de la noche con 25 llamados más realizados. Y más o menos se cumplió. Después, los chicos se bañaron, comieron y se acostaron. Entonces decidí pasar todos los datos a la computadora, para que siguieran prolijitos y organizados. Viendo que cada vez le dedicaba más tiempo a Internet, puse el equipo a un costado del living así podría vigilar a los chicos mientras trabajaba. Estaba en eso cuando llegó Vincent. Serían las doce de la noche. Ni me saludó, ni lo saludé. Fue directo al dormitorio y por el ruido supe que otra vez estaba tirando su ropa del placard al suelo. Después se bañó y se fue cantando.
¡Ay querido, esa película ya la vi!….
La cuestión es que me quedé sola y tranquila con la compu hasta las dos de la mañana. Al irme a acostar, estaba toda la cama y el piso plagados de ropa del “señor”. Sin perder tiempo ni energías, tomé una bolsa de residuos muy grande y metí todo adentro para después arrinconarlo en el placard.
Y lo más pancha me fui a acostar.
Lunes. Lo bueno de la salida de ayer con los chicos fue que, a su manera, se divirtieron. En el camino de vuelta en auto, se reían todo el tiempo por los clientes “sapos”. Me decían que mi trabajo les gustaba y que estaba bueno acompañarme. Y eso era fantástico. Me daba la impresión que no tendría que depender de nadie que los cuidara. Quizás, podría compatibilizar ambas cosas si todo seguía así.
Ayer, cuando volvimos, a eso de las cinco, Vincent dormía como el mejor. Dalila se puso a acomodar su placard y Fabio a ver la tele. Yo a completar datos en la computadora. También miré algunas páginas inmobiliarias con fotos y fichas, para evaluar distintas propiedades. Me había propuesto un plan de “estudiar” por lo menos veinte por día, tal lo que me había aconsejado Patricio.
El lunes por la mañana, ya un poco más organizada, comencé con mis tareas sin perder tiempo. Consideré que lo mejor sería ocuparme de la casa y los asuntos de los chicos primero, así tendría todo el resto del día para ir a la inmobiliaria y hacer llamados. Al mediodía almorzamos y salimos para los colegios y el trabajo. Llegar a la oficina se me hacía cada vez más placentero.
YO
Hola Blanquita cómo pasaste el finde?
BLANQUITA
Ay, bien, con mi familia, todos juntos.
YO
Que bueno… ¿y vos Jorge?
JORGE
Bien. Tranquilo. Fui a buscar a mi hija y
la llevé a ver una obra de teatro.
YO
Qué edad tiene?
JORGE
Siete.
YO
Y vos… ¿estás divorciado?
JORGE
Si, felizmente.
YO
Felizmente?
JORGE
Es una forma de decir….desde hace siete años.
YO
Ah…. Qué lástima.…
Ayer fui a conocer el edificio de Belgrano.
JORGE
Si? Qué tal es?
YO
Divino, pero… ¿vos lo vendés sin conocerlo?
JORGE
Seeee. No hace falta.
Raros los comentarios de Jorge. Raro Jorge. En un momento él se fue de la oficina y me despaché con Blanquita:
YO
Blanqui, qué onda Jorge?
BLANQUITA
Y… él es un poco… seco.
YO
Pareciera como que nada le importa demasiado.
BLANQUITA
Si, le falta chispa.
YO
Y el arquitecto? Ese tipo me encanta.
BLANQUITA
Es un Dandy.
YO
Puro glamour. ¿Viste que todos los arquitectos son así?
BLANQUITA
Siiii. Pero él es más que exquisito.
YO
Diríamos ..¿afrancesado?
BLANQUITA
Vos decís gay? Noooo todo lo contrario.
Cada vez que sale a “tasar terrenos”
es que tiene algún “fatito” personal… Y cotiza seguido!
YO
Es casado?
BLANQUITA
Divorciado.
Me quedé pensando que si todos anduviéramos por la vida con un cartelito luminoso en la cabeza que hablara de nuestros rasgos sobresalientes, el de Blanquita diría “Amorosa”, el de Jorge “Apático”, el de Piña “Distinguido” y el mío “Desesperada”.
Al rato me reuní con mi jefe.
ARQUITECTO PIÑA
Milena, me enteré por planillas que estuvo
en Belgrano. ¿Cómo se le ocurrió?
MILENA
El sábado llamaba a los clientes de la constructora
y cuando me preguntaban algunos detalles, no sabía
qué contestarles. Ahora me siento un poco más segura.
ARQUITECTO PIÑA
Bien. Bien. Acá llegaron sus tarjetas.
Se las hice con el apellido de casada,
es más fácil de recordar para los clientes.
Me dio la cajita y las miré con emoción. “Milena Mendoza, Productora, Morgante Inmobiliaria”.
YO
Gracias.
Quería hacerle unas preguntas.
ARQUITECTO PIÑA
Dígame.
YO
De todos los clientes que llamé, a muy pocos
les podría interesar mudarse a Belgrano.
A esa gente, que se quiere quedar en Caballito y Flores,
¿qué les podemos ofrecer?
ARQUITECTO PIÑA
Y… no tenemos nada.
Lo último es el edificio que usted vio.
YO
Y no les podemos buscar algo?
ARQUITECTO PIÑA
Buscar? No, eso es complicado. Hay un sistema inmobiliario
al que pertenecemos que nos permite hacer negocios con otros
colegas, pero eso deja poco, la cuarta parte de una venta normal.
Además, la gente cambia de parecer con mucha facilidad.
Podríamos hacerlo, pero puede ocurrir que estemos una
semana trabajando para algún comprador, y al final decide otra cosa.
O salen ellos mismos a buscar por su cuenta sin acordarse de nosotros.
Lo más seguro es tomar propiedades y venderlas.
Ahí, una vez que firmaron la autorización,
difícil que haya vuelta atrás.
YO
Entiendo….
ARUITECTO PIÑA
Milena, cuando termine con esos clientes,
si quiere, puede pedir más en la constructora.
Otros que compraron entre cinco y
diez años atrás en edificios nuestros..
No sé si todos seguirán viviendo ahí.
O si tendrán el mismo teléfono, pero….
YO
No se preocupe, los investigo.
Ah… me olvidaba.. hay un señor que llamé el
sábado, que quiere que le tasen el departamento.
Es uno de la calle José María Moreno, y yo no se tasar, por ahora.
ARQUITECTO PIÑA
Páseme los datos que voy.
YO
Bueno, enseguida.
¿Lo puedo acompañar cuando vaya?
Así veo como es eso.
ARQUITECTO PIÑA
Por supuesto.
Salí de su oficina contenta y seguí llamando gente hasta que se hicieron los horarios de los chicos y me fui. Al llegar a casa, Fabio y Dalila tomaron la merienda y comenzaron con las tareas escolares. Mientras, yo me encerré en el dormitorio para hacer llamados más tranquila. Había calculado ocupar cinco minutos con cada cliente, y así llegar a las ocho y media de la noche con 25 llamados más realizados. Y más o menos se cumplió. Después, los chicos se bañaron, comieron y se acostaron. Entonces decidí pasar todos los datos a la computadora, para que siguieran prolijitos y organizados. Viendo que cada vez le dedicaba más tiempo a Internet, puse el equipo a un costado del living así podría vigilar a los chicos mientras trabajaba. Estaba en eso cuando llegó Vincent. Serían las doce de la noche. Ni me saludó, ni lo saludé. Fue directo al dormitorio y por el ruido supe que otra vez estaba tirando su ropa del placard al suelo. Después se bañó y se fue cantando.
¡Ay querido, esa película ya la vi!….
La cuestión es que me quedé sola y tranquila con la compu hasta las dos de la mañana. Al irme a acostar, estaba toda la cama y el piso plagados de ropa del “señor”. Sin perder tiempo ni energías, tomé una bolsa de residuos muy grande y metí todo adentro para después arrinconarlo en el placard.
Y lo más pancha me fui a acostar.
sábado, 19 de diciembre de 2009
50 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – DOMINGO INMOBILIARIO
Yo propondría insertarle un chip a cada uno que se casa. Una especie de “caja negra” que grabe todo lo que piensa, hace y dice. Así, si se produce el divorcio, se puede saber quién fue el verdadero culpable del desastre.
Domingo. El día anterior, Vincent vino a eso de las nueve de la noche a buscar a los chicos, para el cumple de la abuela. Yo, tal lo prometido, no fui. Igual me tomé unos minutos para saludarla por teléfono. No quería que ni ella, ni nadie, sufriera en medio de mi guerra marital.
Lo más fácil hubiera sido buscar culpables en el entorno familiar. Que mis padres por esto, que mis suegros por aquello. Pero, la verdad era que entre nosotros dos solitos habíamos decidido casarnos, sin pedirle opinión a nadie. Y así de personalizado lo teníamos que terminar.
Me acosté al ratito que se fueron. Puse una buena peli y me acomodé plácidamente. Lo último que recordaba esta mañana eran las primeras escenas, porque de ahí en más me desmayé de sueño. A eso de la una escuché, como a lo lejos, que los chicos se iban a dormir, que Vincent se acostaba al lado mío, y nada más.
Por la mañana, estaba todavía cansada, pero feliz con todo lo que había adelantado el sábado. Al final logré comunicarme con 50 clientes. Hubo diez que no estaban y les dejé mensajes en sus casas porque no tenía los celulares. Entonces, consideré en tomarme la mañana sabática, a nivel inmobiliario. Quería primero conocer bien el edificio de Belgrano, y quizás el día indicado era éste. Estaba lloviendo, entonces, intenté que los chicos adelantaran la tarea pero no tuve éxito.
FABIO
La tarea un domingo?
Si vos decías que había que descansar.
DALILA
No podemos ir al cine?
YO
No, pero sí ir a ver un edificio
a estrenar precioso en Belgrano.
DALILA
Buenísimo!
FABIO
Qué tiene de bueno?
DALILA
Podemos jugar a que yo lo había
comprado y vos me venías a visitar.
FABIO
(Pensando)
Mmmm si, pero yo era el dueño…
DALILA
Nooo! Yo dije primero!
YO
Bueno, hacen de dueños un rato cada uno ¿si?
DALILA
Pero yo primero.
Terminamos de almorzar y recién entonces me di cuenta que no tenía los horarios de guardia. Busqué el aviso del sábado en Internet, hasta que logré ubicarlo. Era de 15 a 18 horas. Y ahí nos fuimos.
En el viaje:
DALILA
Má, te sentís mejor?
YO
Por?
DALILA
Papá le dijo a la abuela que
estabas un poco enferma.
YO
Si, ya estoy bien.
FABIO
Te dolía la cabeza?
YO
Me dolía todo… ¿Y qué tal la pasaron?
DALILA
Estuvo lindo, un poco aburrido, pero bien.
FABIO
Pobre abuela, demasiado, con lo viejita que es….
Llegamos puntualmente a las 15 y no había nadie. Estuvimos aguardando un rato. Vino una parejita que no quería quedarse a esperar, y me inquieté.
YO
Enseguida llegan los que muestran.
ELLA
Tenemos muchos otros para ver.
YO
Es un momentito, seguro que les ocurrió algo….
ÉL
Con las inmobiliarias siempre pasa lo mismo, te atienden mal.
Y después, igual te matan con la comisión.
YO
No, seguro que llegan…
La parejita se fue. Al rato llegó corriendo la vendedora.
YO
Señora, son las tres y cuarto,
y vino gente que al final se fue.
VENDEDORA
(Mientras abría la puerta del edificio)
Raro con esta lluvia. Ya van a volver.
Usted venía por los de tres ambientes?
YO
No, quería conocer todo el edificio, mi nombre es Milena.
Yo trabajo en la inmobiliaria.
VENDEDORA
(Sorprendida)
Ah… no le cuentes nada a Piña.
Entramos y ella acomodó sus cosas sin apuro. Mientras tanto, yo me fui a ver toda la plata baja. Realmente era imponente. Llena de detalles de categoría. Al costado había un sector como de cocheras y al fondo una piscina enorme, rodeada de flores y plantas. Belleza total.
VEDEDORA
Acá tenés las cocheras de cortesía, y en el subsuelo las fijas.
La piscina está climatizada.
Los chicos miraban deslumbrados. Ahí había todo lo que nosotros teníamos, pero de verdad, mucho más grande y lujoso: el garaje, la pileta, las plantas, la entrada.
Subimos al primer piso a ver el departamento de muestra. Estaba completamente decorado con muebles, cortinas, electrodomésticos. Todo.
VENDEDORA
Aquí hay calefacción y aire acondicionado central
por conducto, con manejo individual. Vení a ver la cocina.
Entramos y quedamos pasmados. Tenía como seis metros por cinco .
VENDEDORA
La cocina tiene horno y anafe “Ariston” con
funcionamiento eléctrico, ahí está la campana de
acero inoxidable y el portero visor.
En el medio, la isla que hace las veces de desayunador.
Todo con vista al jardín de atrás.
Estábamos maravillados. En eso, tocaron el timbre y se activó la pantalla del portero eléctrico. La vendedora atendió y habló, mientras veía a la gente que llamaba desde la planta baja.
VENDEDORA
Milena, te dejo un momentito que voy a abrirles.
Ella se fue y nos quedamos mirando. Fabio estaba fascinado con el portero visor.
FABIO
Eh, Dalila, vení.
DALILA
Qué?
FABIO
(Observando el visor del portero)
Mirá que cara de sapos tienen
los que tocaron timbre!!! Aja j aja ja!!!
DALILA
Nooo!!!… tal cual!!!… les falta el charquito…
para los sapos el agua es re importante…aja aja ja!!!!
FABIO
Y mirá… si toco acá….
DALILA
Ay me muero…. Ja Ja Ja…
La cara se hizo más grande…..
FABIO
Je Je Je... y con esto lo achico….
DALILA
Y ese botón del costado?
FABIO
Cuál?
DALILA
El rojo… tocalo a ver…
Yo estaba mirando unos folletos del edificio y las listas de precios. De pronto, comenzó a sonar un timbre fuerte de manera intermitente. Parecía una alarma. El sonido venía desde el portero visor. Me acerqué corriendo y por más que intenté, no pude solucionarlo.
YO
Fabio te mato! Qué hiciste?
FABIO
Yo no fui, fue Dalila.
DALILA
Yo no toqué nada.
Hasta que regresó la vendedora con los clientes. Me miró inquisidora y se acercó al visor. Tocó varios botones y después de unos segundos dejó de sonar el timbre. Entonces se dio vuelta, y fue a seguir atendiendo a la gente.
YO
Bueno, me voy, ya miré lo que necesitaba, te dejo.
Ah, me llevo una lista de precios y un folleto.
VENDEDORA
(Con gesto socarrón)
Está bien, y quedate tranquila, que de esto que pasó,
no le voy a contar nada a Piña.
Acto seguido, se dirigió a los clientes.
VENDEDROA
Bien señores, comienzo a mostrarles.
SR. DE LA PAREJA DE CLIENTES
Antes que nada, quisiera ver si hay
buena presión en las canillas.
Para nosotros el agua es fundamental.
FABIO Y DALILA
Ahjaj aja jaja ja!!!!!!
Domingo. El día anterior, Vincent vino a eso de las nueve de la noche a buscar a los chicos, para el cumple de la abuela. Yo, tal lo prometido, no fui. Igual me tomé unos minutos para saludarla por teléfono. No quería que ni ella, ni nadie, sufriera en medio de mi guerra marital.
Lo más fácil hubiera sido buscar culpables en el entorno familiar. Que mis padres por esto, que mis suegros por aquello. Pero, la verdad era que entre nosotros dos solitos habíamos decidido casarnos, sin pedirle opinión a nadie. Y así de personalizado lo teníamos que terminar.
Me acosté al ratito que se fueron. Puse una buena peli y me acomodé plácidamente. Lo último que recordaba esta mañana eran las primeras escenas, porque de ahí en más me desmayé de sueño. A eso de la una escuché, como a lo lejos, que los chicos se iban a dormir, que Vincent se acostaba al lado mío, y nada más.
Por la mañana, estaba todavía cansada, pero feliz con todo lo que había adelantado el sábado. Al final logré comunicarme con 50 clientes. Hubo diez que no estaban y les dejé mensajes en sus casas porque no tenía los celulares. Entonces, consideré en tomarme la mañana sabática, a nivel inmobiliario. Quería primero conocer bien el edificio de Belgrano, y quizás el día indicado era éste. Estaba lloviendo, entonces, intenté que los chicos adelantaran la tarea pero no tuve éxito.
FABIO
La tarea un domingo?
Si vos decías que había que descansar.
DALILA
No podemos ir al cine?
YO
No, pero sí ir a ver un edificio
a estrenar precioso en Belgrano.
DALILA
Buenísimo!
FABIO
Qué tiene de bueno?
DALILA
Podemos jugar a que yo lo había
comprado y vos me venías a visitar.
FABIO
(Pensando)
Mmmm si, pero yo era el dueño…
DALILA
Nooo! Yo dije primero!
YO
Bueno, hacen de dueños un rato cada uno ¿si?
DALILA
Pero yo primero.
Terminamos de almorzar y recién entonces me di cuenta que no tenía los horarios de guardia. Busqué el aviso del sábado en Internet, hasta que logré ubicarlo. Era de 15 a 18 horas. Y ahí nos fuimos.
En el viaje:
DALILA
Má, te sentís mejor?
YO
Por?
DALILA
Papá le dijo a la abuela que
estabas un poco enferma.
YO
Si, ya estoy bien.
FABIO
Te dolía la cabeza?
YO
Me dolía todo… ¿Y qué tal la pasaron?
DALILA
Estuvo lindo, un poco aburrido, pero bien.
FABIO
Pobre abuela, demasiado, con lo viejita que es….
Llegamos puntualmente a las 15 y no había nadie. Estuvimos aguardando un rato. Vino una parejita que no quería quedarse a esperar, y me inquieté.
YO
Enseguida llegan los que muestran.
ELLA
Tenemos muchos otros para ver.
YO
Es un momentito, seguro que les ocurrió algo….
ÉL
Con las inmobiliarias siempre pasa lo mismo, te atienden mal.
Y después, igual te matan con la comisión.
YO
No, seguro que llegan…
La parejita se fue. Al rato llegó corriendo la vendedora.
YO
Señora, son las tres y cuarto,
y vino gente que al final se fue.
VENDEDORA
(Mientras abría la puerta del edificio)
Raro con esta lluvia. Ya van a volver.
Usted venía por los de tres ambientes?
YO
No, quería conocer todo el edificio, mi nombre es Milena.
Yo trabajo en la inmobiliaria.
VENDEDORA
(Sorprendida)
Ah… no le cuentes nada a Piña.
Entramos y ella acomodó sus cosas sin apuro. Mientras tanto, yo me fui a ver toda la plata baja. Realmente era imponente. Llena de detalles de categoría. Al costado había un sector como de cocheras y al fondo una piscina enorme, rodeada de flores y plantas. Belleza total.
VEDEDORA
Acá tenés las cocheras de cortesía, y en el subsuelo las fijas.
La piscina está climatizada.
Los chicos miraban deslumbrados. Ahí había todo lo que nosotros teníamos, pero de verdad, mucho más grande y lujoso: el garaje, la pileta, las plantas, la entrada.
Subimos al primer piso a ver el departamento de muestra. Estaba completamente decorado con muebles, cortinas, electrodomésticos. Todo.
VENDEDORA
Aquí hay calefacción y aire acondicionado central
por conducto, con manejo individual. Vení a ver la cocina.
Entramos y quedamos pasmados. Tenía como seis metros por cinco .
VENDEDORA
La cocina tiene horno y anafe “Ariston” con
funcionamiento eléctrico, ahí está la campana de
acero inoxidable y el portero visor.
En el medio, la isla que hace las veces de desayunador.
Todo con vista al jardín de atrás.
Estábamos maravillados. En eso, tocaron el timbre y se activó la pantalla del portero eléctrico. La vendedora atendió y habló, mientras veía a la gente que llamaba desde la planta baja.
VENDEDORA
Milena, te dejo un momentito que voy a abrirles.
Ella se fue y nos quedamos mirando. Fabio estaba fascinado con el portero visor.
FABIO
Eh, Dalila, vení.
DALILA
Qué?
FABIO
(Observando el visor del portero)
Mirá que cara de sapos tienen
los que tocaron timbre!!! Aja j aja ja!!!
DALILA
Nooo!!!… tal cual!!!… les falta el charquito…
para los sapos el agua es re importante…aja aja ja!!!!
FABIO
Y mirá… si toco acá….
DALILA
Ay me muero…. Ja Ja Ja…
La cara se hizo más grande…..
FABIO
Je Je Je... y con esto lo achico….
DALILA
Y ese botón del costado?
FABIO
Cuál?
DALILA
El rojo… tocalo a ver…
Yo estaba mirando unos folletos del edificio y las listas de precios. De pronto, comenzó a sonar un timbre fuerte de manera intermitente. Parecía una alarma. El sonido venía desde el portero visor. Me acerqué corriendo y por más que intenté, no pude solucionarlo.
YO
Fabio te mato! Qué hiciste?
FABIO
Yo no fui, fue Dalila.
DALILA
Yo no toqué nada.
Hasta que regresó la vendedora con los clientes. Me miró inquisidora y se acercó al visor. Tocó varios botones y después de unos segundos dejó de sonar el timbre. Entonces se dio vuelta, y fue a seguir atendiendo a la gente.
YO
Bueno, me voy, ya miré lo que necesitaba, te dejo.
Ah, me llevo una lista de precios y un folleto.
VENDEDORA
(Con gesto socarrón)
Está bien, y quedate tranquila, que de esto que pasó,
no le voy a contar nada a Piña.
Acto seguido, se dirigió a los clientes.
VENDEDROA
Bien señores, comienzo a mostrarles.
SR. DE LA PAREJA DE CLIENTES
Antes que nada, quisiera ver si hay
buena presión en las canillas.
Para nosotros el agua es fundamental.
FABIO Y DALILA
Ahjaj aja jaja ja!!!!!!
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