sábado, 12 de diciembre de 2009

43 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - ESTRENANDO EGOÍSMO

Un país pobre tiene ciudadanos pobres, gobernantes pobres, jueces pobres, legisladores pobres.… Ahora, cuando las dificultades económicas se reflejan solamente en el pueblo, cuidado. Se viene el estallido.


Domingo. A la noche, Vincent llegó tarde, pero vino a dormir. Creo que los comentarios de los chicos del día anterior le llegaron. A la mañana se fue temprano.

Me levanté pensando en la entrevista con Ricardo de Toys Propiedades. Por un lado, tenía una gran oportunidad económica. La plata potencial era mucha y la base surgía de haberle dicho la verdad de mi situación. Por lo tanto no tendría que fingir experiencia, y eso me tranquilizaba. Pero, por otro lado, tantas horas y seis días a la semana… Sería modificar radicalmente mi vida con los chicos a cambio de mucha plata. No verlos crecer, ni acompañarlos en sus problemas cotidianos. Y ellos no estaban acostumbrados a eso de mi parte.

Podría llegar a decirles a mis padres que se ocuparan de ellos, pero terminaría siendo una madre ausente. Justamente eso que yo le reprochaba permanentemente a Vincent. Y de ser posible, lo iba a evitar.

Ese día, como siempre, almorcé sola con los chicos.

A eso de las cuatro paró en la puerta un auto desconocido. Con tantos robos y cosas raras que pasaban, me quedé mirando por la ventana. Con sorpresa, ví que el que se bajaba era Vincent. Hizo un chiflido característico y los chicos salieron corriendo a recibirlo.

FABIO

Y este auto pa´?

VINCENT

Te gusta?

FABIO

Qué no! Está re bueno!

VINCENT

Seeee… Es mío.

DALILA

(Sin mirar el auto)

Qué lindo, pero… ¿no te gastaste toda la plata, no?

¿te acrodaste que mañana es mi cumpleaños?

VINCENT

Cómo olvidarlo… ¿lo decís por tu regalo?

DALILA

Si.

(Ahora mira el auto)

Ah… Que nuevito ¿Podemos subir?

VINCENT

Por supuesto. Los vine a buscar para ir a dar una vuelta.

FABIO

Vamos a tomar un helado?

VINCENT

Vamos.

DALILA

Voy a ponerme ropa linda y vengo.

FABIO

Vamos con mamá?

VINCENT

Si…. Decile.

Fabio vino corriendo hasta la cocina.

YO

Hiji, no gracias. Tengo cosas que hacer, vayan ustedes.

FABIO

Dale má. Vamos todos, te va a gustar.

YO

No mi amor, me quedo.

Vos andá al dormitorio con tu hermana,

y cambiate un poco también.

FABIO

Me puedo poner el pantalón celeste nuevo?

YO

Claro que si.

Una vez que los dos estuvieron ocupados, salí a ver a Vincent.

YO

La verdad, lo tuyo es insólito.

Yo estoy haciendo equilibrio con la plata para que los

chicos puedan comer y vos te compras un auto…

(miré la patente)

¡Cero kilómetro!

VINCENT

¿Cómo? ¿No dijiste que te ibas a divorciar?

¿No le pediste a tu hermano plata?

¿No fuiste a ver abogados para demandarme?

Bueno, hacé la tuya. Yo hago la mía.

Y entre las mías está darme un gusto de vez en cuando.

Me lo compré porque estoy muy amargado

con todo lo que me hacés. Necesito tener algo que

me haga bien, al menos por un rato.

YO

Mirá, sé claramente porqué no quiero estar más con vos.

Pero, por si me llegara a olvidar, todos los días hacés cosas

que me lo recuerdan. Sos de lo peor. Ni pensas en tus hijos.

VINCENT

Y en mi? Quién piensa en lo que me pasa?

La semana pasada casi me mato en la autopista y

vos seguiste como si nada.

¿Eso no es abandono de persona, o algo así?

Yo soy el que más motivos tiene para divorciarse,

y sin embargo, acá me ves, sigo sin pensarlo.

YO

No pensas en eso, ni en nada.

Solo tenés un espejo delante para ocuparte

exclusivamente de lo que le pasa a esa imagen.

VINCENT

Milena, no entiendo tus suspicacias.

Al final, no es nada más que un auto.

Ni te insulté, ni te agredí, ni te eché de mi casa.

Y conste que no tuve la maldad de esperar,

sabiendo que querés divorciarte.

Lo compré ahora aunque

sería parte de la sociedad conyugal.

O sea que también es tuyo.

YO

Fabuloso lo tuyo. Te agradezco infinitamente…

No sé para qué hablo. Vos tenés puesta otra antena.

VINCENT

No me quieras confundir. Nosotros estamos mal por vos.

Por tus ideas revolucionarias. Podríamos llevarnos bien,

como una pareja normal, saliendo a pasear los cuatro.

Pero no. A vos se te ocurrió que querés una nueva vida.

YO

Ay… básico! Estás repitiendo exactamente

lo que le conté a mi hermano…

VINCENT

Si… ¿y qué? También te molesta que él me defienda?

YO

Ese descerebrado y vos… juntos no hacen uno….

Te buchoneó mal. Yo no quiero una nueva vida!

Quiero UNA vida. Solamente eso.

VINCENT

Porque no sos más simple?

Siempre estás complicando todo.

Siempre te estás quejando.

Si hasta pusiste mal a tus padres con tus cuestionamientos.

YO

Y vos qué sabés?

VINCENT

Me vinieron a ver al negocio.

Lograste preocuparlos, vos no tenés corazón.

YO

Y qué les dijiste?

VINCENT

La verdad. Que son todos mambos tuyos.

Que nosotros no tenemos problemas.

YO

Les mentiste….

VINCENT

No estamos bien porque vos no querés.

Acá, en esta casa, no pasa nada grave.

Los malos momentos los creas vos.

Me ponés mal a mí, a los chicos, a toda la familia.

YO

No te puedo creer tanta hipocresía.

En ese momento llegaron los chicos ya listos para irse.

FABIO

Dale má veniiiii….

YO

No encanto, tengo que preparar lo de mañana.

FABIO

Las preparás después…

DALILA

Bueno, si no quiere….

Se fueron los tres y me quedé preparando la torta en la cocina. Mientras, no paraba de pensar y replantearme cosas. Quizás lo que yo esperaba de Vincent era demasiado pedir. Quizás tuviera una visión excesivamente optimista del matrimonio.

Repasaba la vida de otras parejas imperfectas: mis padres, mi hermano, algunos amigos. Todos ellos tenían dificultades y se los veía poco felices, pero aún así seguían adelante. Por otro lado los chicos, tan defensores de sus padres. De los dos juntos.

También me surgía claramente la tremenda capacidad de mi marido para generarme culpas. Mientras tanto, él se hacía el distraído con sus obligaciones en la casa. Se compraba un auto nuevo. Tenía una compañía femenina extra y hasta hace poco también se quedaba a dormir en otro lado. Gran confusión gran en mi cabeza.

Para despejarme un poco prendí el televisor y justo en ese momento había una publicidad divertida de Garbarino:

“Solo se vive una vez”….

No hay comentarios:

Publicar un comentario