viernes, 25 de diciembre de 2009

56 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – COPIANDO ARGUMENTOS

Tengo un sueño recurrente: que mi marido se va de casa. Antes, me despertaba angustiada, me daba vuelta y lo abrazaba. Ahora, cuando me pasa, abro los ojos contenta: ¡¡¡Yupi!!!!... hasta que lo veo al lado mío…Uuuhhh.


Sábado. Con la novedad de Vincent espiándome en la inmobiliaria, me levanté más preocupada que de costumbre. La sola idea que se pudiera mandar alguna de las suyas en mi nuevo lugar de trabajo me sobresaltaba. Pero… ¡momento! ¿En qué me podría complicar este infeliz?... Y… la verdad… en mucho cuando se lo proponía… El Sr. Morgante y el Arquitecto Piña no eran personas que todavía confiaran plenamente en mí. Es más, hasta mi llegada a esa empresa se había debido a un error de interpretación con el gerente Gustavo Pera.

Por lo tanto, no le demos más vueltas… we are in the hornouuu...

En un momento, me acordé de cuando recién nos habíamos casado. Yo le contaba todo lo que hacía con pelos y señales. Y él aprovechaba para inmiscuirse, opinar, incidir, influir en mis cosas. Comprendí, entonces, que ahora estuviera como loco. Mis planes pasaron a ser solo míos, y yo haría todo lo necesario para que ni en la más remota de las circunstancias se pudiera enterar. Aunque eso significara ocultarle todo lo posible a los chicos. Y a mi familia.

Resultado muy probable: con su carácter caprichoso y posesivo, tanta intriga lo llevaría a intentar averiguar, como fuera, qué hacía con mi vida fuera de la “jaula hogareña”.

Inútil querido! Por más que exprimieras a fondo ese cerebro achicharrado de egoísmo, jamás lograrías imaginarte todo lo que estaba tramando….

En fin, quedaba claro que no era el día más indicado para concentrarme en cosas de trabajo.

Quise despejarme un poco ocupándome de la casa. Limpiar, cocinar o lavar había dejado de ser parte de la rutina, para convertirse en un hecho circunstancial. Y así lo hice. Y lo disfruté.

Ese mediodía se presentaba con bastante calor. Los chicos volvían a insistir con meterse en la pileta.

FABIO

Dale má, la tele dice que hace 26 grados!

DALILA

Siiii porfiiii!!!

YO

El año pasado tuvieron espasmos por tirarse con el agua fria.

Vamos a hacer una cosa. Ahora almorzamos tranquilos y

después de dos horas se pueden meter.

Y ahí, seguro, ya estará calentita.

FABIO

(Enojado)

Ay nooo! Siempre lo mismo con vos….

DALILA

Má, yo te hago caso.

Voy a comer y después espero.

FABIO

Nena, que asco de chupamedias que sos.

Serían las tres de la tarde, cuando se hizo el horario acordado y los dos salieron felices a bañarse. Se llevaron varios juguetes inflables para divertirse. Yo los miré un ratito y después me fui adentro de la casa. Preparé el listado de “dueños vende” y sin mucha convicción los llamé por teléfono.

YO

Que tal señor, buenas tardes,

le habla Milena Mendoza de Morgante Inmobiliaria.

Quería consultarlo por su propiedad….

DUEÑO

Qué quiere consultarme?

YO

Ehhh … nosotros contamos con un listado de compradores

entre los cuales se podría hallar el que quiera su departamento.

DUEÑO

Bueno, tráigalo.

YO

Con mucho gusto, pero primero quisiera ver el inmueble.

Así puedo saber a quién le puede servir.

DUEÑO

Ah, claro… ¿y cuándo podría venir?, ¿hoy?

YO

No, hoy imposible, pero el lunes si.

DUEÑO

El lunes a qué hora?

YO

Le parece bien a las cuatro?

DUEÑO

Si, perfecto.

Bien! Bien! Ahora me sentía más segura para encarar a los dueños vende. Los argumentos me salían cada vez más convincentes. Con lo mejor que me había proporcionado cada colega. Je Je. En dos horas hice diez llamados y en todos tuve muy buena recepción. Al final había logrado que el lunes me recibieran tres. Los demás me dijeron que los llamara en una semana. Esos buenos resultados hicieron que me pusiera mejor de ánimo.

De pronto, vino Fabio corriendo.

FABIO

Má, vení urgente que Dalila se lastimó!

Salí desesperada hasta el fondo pensando cosas terribles. Hasta que llegué al lado de ella. Estaba en el borde de la pileta llorando desconsolada.

YO

Qué te pasó mi amor?

DALILA

(Sollozando)

Estaba saltando desde la silla a la pileta

y me golpeé fuerte acá.

Me mostró el brazo izquierdo. No parecía tener nada. Ni moretones, ni sangre, ni la pielcita despellejada. Sin embargo, se lo moví un poquito y estalló de dolor.

DALILA

Mamáaaaa me duele mucho.

YO

(Abrazándola)

Vení mi vida, quedate tranquilita, vení.

Traté de darle muchos besos y caricias para que se calmara, aunque se notaba que el dolor persistía.

Después de unos minutos:

YO

Mejorcita? Si? Sabés qué vamos a hacer?

Ahora te pongo algo de ropa seca y nos vamos al sanatorio…

DALILA

No mamáaaaa… al médico no!

Me va a querer operar!!!!

YO

No, no te va a operar, calmate, mi amor.

Es para que te pongas bien.

FABIO

Dale nena, no tengas miedo, vamos con vos.

Así logramos convencerla para que viniera tranquila en el auto. Al llegar la vio un traumatólogo. Le hizo una radiografía y constató que había una fractura. Y por consiguiente le colocaron un yeso. El médico me dijo que rápidamente se soldaría y en unos dos meses estaría de vuelta bien. Ya al irnos, Dalila tenía otra expresión. Se notaba que no le dolía tanto. Igual, me recetaron unos analgésicos por las dudas.

Nos subimos al auto.

YO

Estas mejor Dal?

DALILA

Si, pero ahora no voy a poder ir al colegio.

FABIO

Y mejor…..

DALILA

Qué mejor… a mi me gusta el colegio….

YO

No te preocupes, mi amor, te quedás en casa dos o tres días,

y después, si el médico y la maestra están de acuerdo, volvés.

Total, es el brazo izquierdo. Vas a `poder escribir bien igual.

DALILA

(Fastidiosa)

Uhhh me van a cargar por esto…..

YO

Quién te va a cargar?

DALILA

Mis compañeras… Siempre hacemos lo mismo

cuando alguien se enferma o se lastima…

FABIO

Al que te cargue le doy una piña….

DALILA

Callate tonto… si son mis amigas….

YO

Bueno, esto te va a enseñar que cuando yo te digo

algo me tenés que hacer caso.

Varias veces te vi saltando de esa silla

y te avisé que era peligroso,

que te podías lastimar….

DALILA

Y por qué no me lo prohibiste?

No hay comentarios:

Publicar un comentario