sábado, 7 de noviembre de 2009

6 - ¡ME QUIERO DIVORCIAR YA! ME REPETÍA TODO EL TIEMPO - Y LLEGÓ EL FINDE OLVIDABLE , PRIMERA PARTE

A veces los seres humanos tropezamos una, dos, varias veces con la misma piedra. En mi caso no eran tropiezos, eran choques. Y no con piedras, sino con la roca que hay en el cerebro de mi marido.


Llegó el sábado y Vincent y yo seguíamos sin hablarnos. Todo porque “osé” arreglar el calefón con un plomero. Es solo en estos casos que agradezco que se pase todo el día en el negocio. Total, se va temprano y yo me hago la dormida para no cruzármelo, y a la noche me acuesto antes de que llegue a las 23. Con este sistema, los chicos ni se enteran de lo que pasa, y eso para mí es muy importante. Nunca quise que estuvieran en medio de una discusión, en la medida de lo posible.

Acá donde vivimos, en el Gran Buenos Aires, está lleno de casas grandes con mucho fondo y muchos chicos también, por lo tanto los fines de semana se la pasan jugando con vecinitos de la mañana a la noche.

A veces me siento un poco mal, un poco sola. Me paso los dos días limpia que te limpia para pasar el tiempo. La tele es un bodrio y ni se me ocurre sacar a los chicos de sus juegos para planear una salida entre los tres.

Lo peor de todo es que cuando uno hace muchas tareas manuales la mente trabaja y trabaja recordándonos todas las cuentas pendientes. Suelo repasar detalladamente todo lo que funciona mal en mi vida, y en el podio del ránking está siempre la relación con mi marido. A veces no se si siempre fuimos así, pero por momentos siento que tenemos necesidades diferentes, deseos diferentes, paradigmas distintos.

Es verdad que hace mucho tiempo que ya no me tomo la molestia de hablar con él, porque se que no nos vamos a entender. Pero por otro lado dicen que la convivencia se construye día a día con mucho esfuerzo. Y la verdad, no se si me esforcé demasiado. Entonces ¿soy yo la equivocada? ¿Y si lo intento una vez más? Total, no tengo mucho para perder. Si, voy a hacer eso.

Entonces planeo una larga conversación con él para poder aclarar punto por punto todos los temas que nos generan conflictos. Si, eso, y esta misma noche.

Cuando se hacen las 23 espero ansiosa que llegue. Y llega. Escucho como guarda el auto en el garaje y me preparo.

Entra a la casa serio y sin mirarme. Se dirige directo al baño a ducharse. Yo espero con paciencia repasando uno por uno los temas que le quiero plantear. Sale del baño y se va directo al dormitorio y se acuesta.

Entro al dormitorio y prendo la luz. Me mira ofuscado de reojo sin decirme nada.

YO

¿Podemos hablar?

VINCENT

No, estoy cansado.
Pienso en eso de que hay que esforzarse para lograr una buena convivencia e insisto.

YO

Dale!!! Tenemos que arreglar las cosas.

VINCENT

Arreglar qué cosas? Que vos hacés la tuya sin consultarme?

YO

Vincent, pensá un poco. Si se trata de cosas importantes
te juro que lo voy a charlar con vos, pero por un
plomero que llamé sin avisarte….

VINCENT

No había que gastar en eso. Además,
a veces lo que para vos no es importante, para mi sí.
Pienso: qué ególatra de mierda, pero mejor sigo con inteligencia. Entonces le acaricio el pelo.

YO

¿Tan difícil puede ser que nos pongamos de acuerdo?
¿Por qué no vemos punto por punto cada solución en conjunto?
Me quedo mirándolo fijo mientras pienso: pelotudo, una más y te mando al demonio.
Él me mira fijo también. De pronto me abraza.

VINCENT

¡Cómo te quiero cuándo te ponés comprensiva!
Pienso: bien boludo aflojaste, ahora solo falta que abras un poco ese cerebro de maní que te acompaña a ver si te entra alguna idea.

YO

Escuchame, estuve pensando que son solo 3 o 4
cosas que tenemos para acordar y seguro que toda va a
funcionar mejor…. A ver, soltame y te explico.

VINCENT

¡No te suelto y no tenés nada que explicarme!
¿Vos no te das cuenta que nosotros nos re amamos?

YO

Escuchame Vincent, hablemos de tus horarios de trabajo…

VINCENT

No, por favor te pido, de trabajo ahora no. Mejor mañana ¿si?

No hay comentarios:

Publicar un comentario