jueves, 19 de noviembre de 2009

19 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - ¡CÓMO SON LAS MUJERES!

La formula de la violencia doméstica es esta: Mensaje propio que no llega a oído marital = desconcierto. Desconcierto que genera insistencia = rechazo marital. Rechazo marital que genera gritos = acuse de histeriqueo. Acuse de histeriqueo que genera insultos = replica de insultos grado 7 en la escala Richter. Fase terminal = palo por la cabeza (al marido)


Viernes. Vincent no durmió en casa a la noche. Y otra vez estuve acomodando todo lo que había tirado. Después de llevar los chicos al colegio volví. Y con la consigna de deponer actitudes hostiles, pensé en llamarlo. Totalmente convencida de que un divorcio no tiene por qué generar un clima de agresiones in crescendo que podrían perturbar a los hijos.

De pronto lo ví llegar. Entró cantando. Y ni bien abrió la puerta me paré frente a él.

YO

Hablemos.

VINCENT

Estoy apurado, solo vine a cambiarme.

YO

(Tomándolo del brazo)

Es un minuto.

VINCENT

(Con fastidio)

Un minuto, no más.

YO

Vos no podés hacer cualquier cosa.

Esto es un hogar, no un bulín.

VINCENT

¿Te molesta que salga a la noche?

YO

Noooo… me molesta que tires todo,

que cantes a la media noche, que digas cualquier cosa y

no te acuerdes que los chicos pueden escuchar….

VINCENT

Si, claro… me querés contar que no te molesta…

YO

No! Vos podés hacer lo que quieras con tu vida,

pero no contamines estas cuatro paredes.

No vengas a dejar tu mugre acá.

VINCENT

A vos lo que te molesta es que me

pediste el divorcio y yo estoy lo más bien.

YO

No! Primero que no te pedí nada, te lo informé.

Y segundo, yo no quiero que te pongas mal,

simplemente me alcanza con que lo asumas.

VINCENT

Y no ves cómo lo asumí?

Voy, vengo, salgo, me divierto…

YO

Y porqué dejás todo tirado? Por qué ensuciás a propósito?

Para qué venis a cambiarte acá?

VINCENT

Milenaaaa… estás celosa….

YO

No estoy celosa. Estoy tratando de que terminemos

civilizadamente. Que seamos capaces de ponernos de

acuerdo con las responsabilidades de cada uno…

Y veo que vos no hacés nada de esto.

VINCENT

Yo hago cosas. A mi manera pero las hago.

YO

¿Qué hacés?

VINCENT

Ay… ¡Cómo son las mujeres! El otro día me

mostré preocupado porque te querías divorciar,

traté de que razonaras, de complacerte,

y ¿qué logré? ¡que me echaras de casa!

Entonces cambio, me pongo bien “turro” y así

consigo que seas vos la que me pide que hablemos.

Y también me doy cuenta que ahora no querés que

me vaya, sino que deje todo en orden.

O sea, que viva acá, pero ordenadamente.

Tengo una amiga que dice que la pareja es como la comisaría: todo lo que digas puede ser usado en tu contra. Y Vincent entendió cada gesto mío, cada palabra, según su conveniencia.

De pronto me abraza y noto desesperada que malinterpretó mi discurso.

Entonces decido ir a fondo.

VINCENT

Te quiero. Sabes que te quiero.

YO

Yo también te quería.

VINCENT

Ay si?

YO

Si, hasta que un día me diste asco.

Sos tan egocéntrico, tan básico, tan mezquino,

que agradecí la noticia de tu infidelidad que me dio Pepe

para que todo se termine de una vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario