martes, 24 de noviembre de 2009

24 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – DOCTORA OLVIDATE

Un abogado sin agallas es como un rifle sin balas. O un cuchillo sin mango. Como un auto sin frenos. O correr una carrera de motos sin casco. Cuando descubrís la falla ya es tarde.



Martes. Ante la evidente negativa de Vincent de hacerse cargo de la casa, no me quedó otra que recurrir a la justicia. Como nunca había consultado un abogado, le pregunté a una mamá del colegio de Fabio. Ella me recomendó a su cuñada que según me dijo era “una gran persona”.

La letrada me citó en un bar cerca del colegio, lo cual me vino fantástico.

Cuando me encontré con ella, era una mujer que medía como un metro noventa,

YO

Te agradezco que no me hicieras ir hasta el centro…

ABOGADA

No, yo atiendo acá.

YO

Acá? No tenés un estudio?

ABOGADA

No ¿para qué? Si acá es más cómodo.

¡Mozo!

YO

Bueno. Yo tengo un problema con mi marido.

No se hace cargo de los gastos de la casa…

ABOGADA

Hay que iniciarle “alimentos” cuanto antes.

De qué fecha es el divorcio?

Mozo!

YO

No, no me divorcié, todavía vivimos juntos.

ABOGADA

Ah… entonces, ¡olvidate!

Se acerca el mozo.

ABOGADA

Mozo, tráigame un te con un tostado y una porción

de torta. ¿Vos querés algo?

YO

(Pensando en mi economía personal en crisis)

Un café chico.

¿Me tengo que divorciar primero?

ABOGADA

Obvio.

YO

Y bueno. ¿Cuánto tarda un divorcio?

ABOGADA

Naaa… es rápido, ponele 3 meses.

De común acuerdo, claro.

YO

No hay común acuerdo. Él no quiere.

ABOGADA

Ah… entonces, olvidate!

Hay que iniciar un controvertido.

Tardaría dos o tres años. Lo podés ganar o no.

Es un tema complicado. Hay que tener cuidado con eso,

yo ya perdí dos juicios así.

YO

Vos te especializás en divorcios?

ABOGADA

No, hago de todo.

Mirá, te recomiendo que hables con él,

que se pongan de acuerdo. Es lo mejor.

YO

Eso es imposible….

No lo puedo creer. Para casarme solo tuve que

prestar mi conformidad, y para terminar

con esto no alcanza con que yo quiera?

ABOGADA

Tienen que estar los dos de acuerdo.

A menos que haya una causal grave.

YO

Grave como qué?

ABOGADA

Y… adulterio, injurias, daño moral…

En ese momento llega el mozo con la fuentota para ella y mi cafecito. La “doctora” comienza a comer desesperada, a tomar descontrolada, y así, con la boca llena me seguía contestando.

YO

Siiii!!! Todo eso me lo hizo!!!!

Me hace una seña con el dedo pulgar levantado hasta que termina de tragar.

ABOGADA

Bien! Y tenemos pruebas de todo eso ¿no?

YO

Y no…. Que me engaña me lo contó una persona,

y del maltrato… son las cosas que me dice…

ABOGADA

Ah… entonces, olvidate!!

YO

Vos me querés decir que no puedo hacer nada?

Me contesta revoleando la cabeza de un lado a otro.

YO

Y si decidiera mudarme a la casa de mis padres?

ABOGADA

Noooo…. Eso es abandono de hogar… No te conviene.

Me quedé contrariada, miré la hora y vi que ya estaban por salir los chicos.

YO

Bueno, me tengo que ir.

La abogada me miró sonriente y terminó de tragar rápido.

ABOGADA

Cualquier cosita llamame… Eh?… Son cien pesos.

YO

Cien pesos?

ABOGADA

Yo cobro la consulta.

YO

Pero no traje plata. Digo efectivo.

Y con tarjeta no, ¿no?

La abogada pensó un poco y llamó al mozo.

ABOGADA

Mozo ¿cuánto le debía de la otra vez?

MOZO

Treinta pesos.

ABOGADA

Y lo de ahora es?

MOZO

Treinta pesos.

ABOGADA

Bueno, envuélvame treinta pesos más de

sanguchitos que me los llevo. ¿Acepta tarjeta?

MOZO

Si.

ABOGADA

Entonces, hacemos así: con la tarjeta de la señora

se cobra cien y…

me trae los diez pesos de vuelto.

(Me mira)

Por tu café no te preocupes, yo lo pago.

Me fui de ahí más perturbada de lo que llegué y con cien pesos menos.

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