Un abogado sin agallas es como un rifle sin balas. O un cuchillo sin mango. Como un auto sin frenos. O correr una carrera de motos sin casco. Cuando descubrís la falla ya es tarde.
Martes. Ante la evidente negativa de Vincent de hacerse cargo de la casa, no me quedó otra que recurrir a la justicia. Como nunca había consultado un abogado, le pregunté a una mamá del colegio de Fabio. Ella me recomendó a su cuñada que según me dijo era “una gran persona”.
La letrada me citó en un bar cerca del colegio, lo cual me vino fantástico.
Cuando me encontré con ella, era una mujer que medía como un metro noventa,
YO
Te agradezco que no me hicieras ir hasta el centro…
ABOGADA
No, yo atiendo acá.
YO
Acá? No tenés un estudio?
ABOGADA
No ¿para qué? Si acá es más cómodo.
¡Mozo!
YO
Bueno. Yo tengo un problema con mi marido.
No se hace cargo de los gastos de la casa…
ABOGADA
Hay que iniciarle “alimentos” cuanto antes.
De qué fecha es el divorcio?
Mozo!
YO
No, no me divorcié, todavía vivimos juntos.
ABOGADA
Ah… entonces, ¡olvidate!
Se acerca el mozo.
ABOGADA
Mozo, tráigame un te con un tostado y una porción
de torta. ¿Vos querés algo?
YO
(Pensando en mi economía personal en crisis)
Un café chico.
¿Me tengo que divorciar primero?
ABOGADA
Obvio.
YO
Y bueno. ¿Cuánto tarda un divorcio?
ABOGADA
Naaa… es rápido, ponele 3 meses.
De común acuerdo, claro.
YO
No hay común acuerdo. Él no quiere.
ABOGADA
Ah… entonces, olvidate!
Hay que iniciar un controvertido.
Tardaría dos o tres años. Lo podés ganar o no.
Es un tema complicado. Hay que tener cuidado con eso,
yo ya perdí dos juicios así.
YO
Vos te especializás en divorcios?
ABOGADA
No, hago de todo.
Mirá, te recomiendo que hables con él,
que se pongan de acuerdo. Es lo mejor.
YO
Eso es imposible….
No lo puedo creer. Para casarme solo tuve que
prestar mi conformidad, y para terminar
con esto no alcanza con que yo quiera?
ABOGADA
Tienen que estar los dos de acuerdo.
A menos que haya una causal grave.
YO
Grave como qué?
ABOGADA
Y… adulterio, injurias, daño moral…
En ese momento llega el mozo con la fuentota para ella y mi cafecito. La “doctora” comienza a comer desesperada, a tomar descontrolada, y así, con la boca llena me seguía contestando.
YO
Siiii!!! Todo eso me lo hizo!!!!
Me hace una seña con el dedo pulgar levantado hasta que termina de tragar.
ABOGADA
Bien! Y tenemos pruebas de todo eso ¿no?
YO
Y no…. Que me engaña me lo contó una persona,
y del maltrato… son las cosas que me dice…
ABOGADA
Ah… entonces, olvidate!!
YO
Vos me querés decir que no puedo hacer nada?
Me contesta revoleando la cabeza de un lado a otro.
YO
Y si decidiera mudarme a la casa de mis padres?
ABOGADA
Noooo…. Eso es abandono de hogar… No te conviene.
Me quedé contrariada, miré la hora y vi que ya estaban por salir los chicos.
YO
Bueno, me tengo que ir.
La abogada me miró sonriente y terminó de tragar rápido.
ABOGADA
Cualquier cosita llamame… Eh?… Son cien pesos.
YO
Cien pesos?
ABOGADA
Yo cobro la consulta.
YO
Pero no traje plata. Digo efectivo.
Y con tarjeta no, ¿no?
La abogada pensó un poco y llamó al mozo.
ABOGADA
Mozo ¿cuánto le debía de la otra vez?
MOZO
Treinta pesos.
ABOGADA
Y lo de ahora es?
MOZO
Treinta pesos.
ABOGADA
Bueno, envuélvame treinta pesos más de
sanguchitos que me los llevo. ¿Acepta tarjeta?
MOZO
Si.
ABOGADA
Entonces, hacemos así: con la tarjeta de la señora
se cobra cien y…
me trae los diez pesos de vuelto.
(Me mira)
Por tu café no te preocupes, yo lo pago.
Me fui de ahí más perturbada de lo que llegué y con cien pesos menos.
martes, 24 de noviembre de 2009
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