sábado, 14 de noviembre de 2009

14 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - MI MENTE EN OTRO LADO

Actuamos como sentimos, y sentimos como pensamos. Entonces… todo pasa por domesticar a la mente. Si generamos ideas placenteras, estaremos bien. Si dejamos que los demonios interfieran, estaremos mal.


El domingo lo comencé genial. Sin que ocurriera absolutamente nada nuevo, mi mente estaba renovada. No paraba de pensar en Patricio: tan prolijo, tan detallista, tan padrazo, tan lindo… ¡Eso debería haber elegido yo para compartir mi vida!... y no el cuadrilátero que día tras día me proponía Vincent.

Al mediodía almorcé con los chicos comida sana y por suerte se los veía bien de salud. La tarde estaba preciosa, llena de sol y con un cielo celeste todo para mí. Entonces, nos fuimos al fondo y mientras ellos jugaban me recosté en una reposera. Con los ojos bien cerrados para poder repasar cada recuerdo de ayer en el súper. Hacía mucho que no me sentía tan bien.

Fabio descubrió lo que él llamó “un nido de sapos”, que en realidad era una gran rajadura en la base de la medianera donde los batracios se solían esconder hasta que llegara el verano. Le propuso a Dalila hacerles una casita con barro y piedras para que pudieran estar mejor, y yo les di permiso. Otra cosa buena que les pude transmitir a mis hijos es el amor por todos los animalitos que habitan en nuestro suelo. Otros niños les tienen miedo a las ranas, o las pisan. Ellos no, las protegen, y eso me gusta.

De pronto, toda la paz se terminó: llegó Vincent. Vincent y su vozarrón. Vincent y sus modales primitivos. Vincent con toda su arbitrariedad encima.

VINCENT

¡Dalila, Fabio! Nos vamos a ver a la abuela!

Vengan que tengo poco tiempo!

FABIO

Pá, terminamos la casita de los sapos y vamos.

VINCENT

(Se acerca para ver)

¿Qué hacen? ¡Qué asco!

DALILA

Pobrecitos! No les digas así!

VINCENT

Esos bichos mugrientos! Vamos, después lo terminan.

Límpiense un poco las manos y súbanse al auto.

A mí ni me miraba, era como si no estuviera. Entonces, cuando se fueron todos adentro de la casa los seguí. Vincent agarró el trapo rejilla de los platos y con eso limpiaba a los chicos.

YO

Vamos a lavarse al baño.

VINCENT

No tengo tiempo que perder.

YO

Problema tuyo

(Lo dije bajito para que los chicos no escucharan)

Después que se lavaron bien cara y manos salieron para subirse al auto.

Vincent ya se había adelantado y los esperaba con el motor en marcha.

VINCENT

Vengan los dos adelante, y el que mejor se porta

lo pongo arriba mío para que maneje.

En ese momento lo miré con odio y me respondió igual.

YO

Se sientan atrás con el cinturón bien puesto.

Si no es así, no van.

Doble cara de odio de Vincent.

Mis hijos me obedecieron, me dieron un beso, y el auto partió. Me los quedé mirando y noté que a la media cuadra pararon. Los chicos se pasaron contentos hacia el asiento de adelante mientras Vincent me miraba socarrón por el espejo retrovisor.

Pensé: Es un enorme pelotudo! Pone en riesgo la seguridad de los chicos con tal de salirse con la suya. ¡Dios, protegé a Dalila y Fabio!, porque el padre….

Nuevamente me vino a la mente el recuerdo de Patricio y sus hijos.

Yo no estoy tan desquiciada con los cuidados de mis chicos.

Al menos hay alguien más que comparte mi criterio….

1 comentario:

  1. excelente tu blog! todos los dias me pregunto si mi ex es un pelo tudo... no escatiman con tal de salirse con la suya!.. animo

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