sábado, 14 de noviembre de 2009

12 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - UN SUSTO MENOR

Así como hay controles de alcoholemia, debería obligarse a la gente a hacerse exhaustivos tests de compatibilidad antes de casarse, juntarse o acercarse. Sería una manera de bajar los índices de conflictividad en las parejas.


Después de un día de embotamiento alimenticio los chicos se levantaron agotados. A Dalila le dolía la panza y Fabio tenía cefalea. Por lo tanto, les preparé unos buenos tés con limón y miel para que desayunen. Estaban como atontados y les costaba concentrarse en la tarea que debían terminar para el colegio. Decido prepararles un puré de zapallo para el mediodía. Mientras tanto, no paro de pensar en Vincent, mi marido. No podemos seguir así con diferencias de criterio en casi todo. Pero tampoco quiero pelearme con él a diario. No sé qué hacer….

A la hora de irnos para la escuela, los chicos no se veían del todo bien, pero ninguno quería faltar porque por suerte tienen muy arraigada la idea de responsabilidad con sus labores.

Y los llevé.

Al volver a casa, sin cosas que comprar –porque no tenía dinero- y sin cuentas que pagar, me dediqué a descansar en el dormitorio aprovechando el somnífero que representan los programas de la tarde en la tele.

Estaba en el mejor de los sueños cuando me despierta un llamado del colegio de Fabio. El nene había vomitado y me pedían que lo fuera a buscar. Me levanté al toque y pensé que lo mejor sería pasar por la guardia del sanatorio. Así que decidí retirar a Dalila un rato antes también porque a veces los médicos tardan en atender y no iba a llegar puntual a su escuela.

A las 2 horas estábamos los 3 estacionando frente a la clínica. Bajamos y Fabio se notaba como un poco debilucho, muy pálido. Dalila seguía con el dolor de panza, entonces mejor que los revisen a los dos.

En el momento que hago los trámites administrativos previos, la empleada me dice que no tenemos cobertura porque las últimas dos cuotas estaban impagas. A la preocupación por la salud de mis hijos, le tuve que agregar esto. Después de mucho discutir, logré que los atendieran, previo pago con un cheque de la consulta y tras varios trámites adicionales que me llevaron como una hora más. Me acordé tanto de Vincent y la repú……

Por suerte lo de los chicos no era nada, simplemente una gastritis solucionable con unos remedios que el mismo médico me dio y tres días de dieta estricta.

Esa noche los chicos se acostaron temprano. Y yo me dispuse a esperar a Vincent para hablar muy seriamente con él. Estaba segura como nunca que a partir de ahora no lo iba a dejar que se inmiscuyera más ni en la casa, ni en los alimentos, ni en nada.

Llega a las 12 de la noche y me preparo seria para recibirlo. Entra furioso y me gana de mano.

VINCENT

¿Porqué no me avisaste que estabas librando cheques?

YO

Porque vos no me avisaste que te habías llevado el efectivo….

VINCENT

¿Tenés idea de lo que me cuesta el descubierto?

YO

No tengo idea, ni me interesa. Si no querés que

use la chequera dejá plata en casa.

VINCENT

¿Para qué? ¿Para que la gastes sin control?

YO

La gasto en lo que considero necesario….

Y te aviso que hoy emití otro cheque más…

VINCENT

No me dejás alternativa Milena, voy a cerrar la cuenta corriente.

YO

La cuenta es conjunta, vos solo no podés cerrar nada.

Vincent se puso furioso y tiró al suelo dos platos que había en la mesa. Después pegó un portazo y se fue de casa.

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