sábado, 16 de enero de 2010

77 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – Y AHORA ME LO VENÍS A DECIR?

Pensar que cuando lo conocí, me pasaba horas escuchándolo hablar de la vida. Terminaba con una ovación: ¡Bravoooo, geniooo, Einstein! Toda su teoría era perfecta. Después, con la convivencia, empecé a dudar. Y ahora, que ya lo conozco bien, no me sale otra cosa que ¡Pará de decir estupideces, Mister Danger!…

Sábado. Me levanté contenta porque había pocos conflictos a la vista. En la cocina estaba Vincent. Raro a las ocho, generalmente se iba mucho más temprano. ¿Se dedicaría a coser esta vez?

YO

Buenas.

VINCENT

Buen día.

Me puse a hacerme un té, mientras él se hacía el que miraba un programa de televisión. Me di cuenta porque tenía la vista fija como si hubiera algo interesante y en el noticiero hablaban de fútbol. Nada más alejado de sus gustos.

VINCENT

Milena….

YO

….

VINCENT

Eh… Milena.

YO

Qué.

VINCENT

Hoy es el cumpleaños de mi hermana.

YO

Y?

VINCENT

Que voy a ir… con los chicos.

YO

Ya te dije que con vos no salen más.

VINCENT

Pero tengo que ir!….

YO

Andá solo.

VINCENT

Es la madrina de la nena…

YO

Lo lamento…

VINCENT

Porqué no venís vos también?

YO

Ni soñando.

En ese momento se levantó Dalila.

DALILA

Holaaaa! Hoy es el cumple de la tía.

VINCENT

¿Hijita, a vos te gustaría ir a saludar a TU MADRINA?

DALILA

Claro… ¿hace fiesta?

YO

No.

VINCENT

Si.

DALILA

Hace o no hace?

VINCENT

Sí que hace… como siempre.

DALILA

A qué hora vamos?

VINCENT

A las diez.

DALILA

Maaa me puedo poner el conjuntito rojo?

YO

(Acorralada)

Si, podés.

VINCENT

(Levantándose como para irse)

Quedamos así, los paso a buscar a

todos a las diez menos cuarto.

DALILA

Vos también venís má?

YO

Seeee.

A veces pienso de que manera increíble los chicos le facilitan la tarea a Vincent. Sin siquiera rogármelo, había logrado mi acuerdo para concurrir a esa fiesta. Bue!

Enseguida me puse a ver qué trabajos inmobiliarios tenía planificados para la fecha. Encontré la tarjetita de Levy enganchada en mi agenda y me anoté buscarle algo por internet. Así, definí tres horas para ese cliente, dos para la casa y cinco para hacer llamados.

Llegada la última hora de la tarde, había hecho cuarenta contactos telefónicos, concretado cuatro citas con clientes para el martes en la oficina, una tasación para mañana domingo, todas las tareas hogareñas concluidas, y solo dos posibilidades para Levy. Poco realmente esto último, así que decidí recorrer el sector mañana domingo caminando, a ver si encontraba algo más.

Cuando se hicieron las nueve y media de la noche, ya estábamos los tres cambiados esperando a Vincent. Y milagrosamente, llegó puntual.

Cuando subimos al auto:

YO

Voy atrás, chicos háganme lugar.

VINCENT

Porqué no venís adelante?

YO

Porque no quiero.

VINCENT

Voy a parecer un remisero.

Venga alguien conmigo.

YO

Es peligroso para los chicos,

se quedan atrás.

Arrancamos con Vincent adelante solo. Se notaba que iba mascullando bronca.

FABIO

Pá, la tía es bastante más grande que vos ¿no?

VINCENT

Si, ella hoy cumple cincuenta, diez más.

FABIO

Ah… entonces vos no jugabas con ella.

VINCENT

No, porque había mucha diferencia,

pero me cuidaba todo el tiempo.

Como vos tenés que hacer con tu hermana.

FABIO

Ah… pero yo soy más chico que Dalila.

VINCENT

Son casi de la misma edad,

es una forma de decir. Hijo, acordate siempre que

A LA FAMILIA HAY QUE PROTEGERLA, NO CRITICARLA.

Hablo de TODOS los integrantes,

padres, hermanos, suegros, tíos….esposo.

((Mirada socarrona a mí por el retrovisor)

FABIO

Si yo los quiero a todos…

DALILA

Claro, yo también. Y a la tía vos la querés papá?

VINCENT

Yo la adoro. Como debe ser un buen hermano.

FABIO

Y no te pelaste nunca con ella?

VINCENT

(Contundente)

Jamás ni un sí ni un no.

(Nueva mirada a mí)

Arribamos a la fiesta. Saludos de rigor a toda la familia. Éramos pocos: mi suegra, mi suegro, el marido de mi cuñada, mi cuñada y sus dos hijos con las respectivas novias, más nosotros cuatro. Vincent y yo no tratábamos con nuestro consabido súbito respeto recíproco, aplicable solo en reuniones sociales.

VINCENT

¿Querés un sandwichito de miga?

YO

No.

VINCENT

Dale, que quedan pocos.

YO

No quiero.

Los chicos estaban felices con su familia. Eso me indicó que había hecho bien en aceptar concurrir. Para distraerme, me puse a analizar mentalmente el comportamiento de las parejas. Los más jóvenes estaban en otro mundo, solo atentos a sus novias. Mi suegro y mi suegra apenas se registraban. Pero eso sí, seguían juntos después de más de cincuenta años. Mi cuñado estaba pendiente de su mujer. Siempre había sido su medio títere, una especie de Matías Alé enmohecido, pero no sé porqué hoy me lo parecía mucho más. Desde unos cuantos metros, bastó una pequeña seña de ella, para que él se acercara mansamente a escucharla. Ninguna de las parejas presentes me figuraba ejemplo de nada. Lo de mis sobrinos políticos era irreal porque tenía fecha de vencimiento. Calculo que tantas atenciones mutuas no podrían durar más de dos años. Lo de mis suegros lamentable. Y lo de mis cuñados ridículo. Ni hablar de Vincent y yo… en apariencia, los perfectos; en realidad, los más patéticos. Ya casi no quedaba comida. Vincent se sentó al lado mío en un sillón. Se acercó mi cuñada y le habló en tono confidencial:

MI CUÑADA

Vincent… ¿me prestás algo de

plata para comprar unas pizzas?

VINCENT

Qué, vos no tenés?

MI CUÑADA

No tengo cambio….

VINCENT

Y tu marido?

MI CUÑADA

Él todavía no cobró…

VINCENT

(Contrariado)

Y yo qué culpa tengo?

MI CUÑADA

Dale… me quedé corta con la comida…

después te lo devuelvo…

VINCENT

Ya me dijiste lo mismo varias veces y

nunca me lo diste.

MI CUÑADA

Dale, esta vez, si.

VINCENT

(Levantándose)

Esta vez no.

Yo tengo una familia que mantener.

Vincent se fue a la cocina y nos dejó, después de generar un clima tenso. Yo no sabía qué hacer, mi cuñada se sentó al lado mío conteniendo furia.

MI CUÑADA

(A mí, en voz baja)

Este no cambia más…..Es un hijo de puta.

YO

Bueno, calmate, yo no traje

ni la billetera, ni la tarjeta, ni nada.

MI CUÑADA

Vos no tenés nada que ver…

Es éste mal parido…

Nació como un árbol torcido y

no se va a enderezar más…

Siempre fue mala persona.

Yo pensé: ¿Y ahora me lo venís a decir?

No hay comentarios:

Publicar un comentario