miércoles, 13 de enero de 2010

74 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – EL 08

Yo tengo un castigo para las pibas chorras: casarse. La condena mayor = con un ególatra recalcitrante + mentiroso serial + tacaño obsesivo + infiel incurable + irresponsable perpetuo + machista empedernido + sordo emocional + tirano doméstico. O se redimen, o terminan siendo mujeres asesinas.

Miércoles. Por la noche casi no pude dormir. Estaba tan excitada con los resultados laborales, que no paraba de imaginar. Quizás podría llegar a alquilarme algo pronto. Quizás las propiedades autorizadas se vendieran rápido. Quizás….

Por la mañana le dediqué dos horitas a hacer más llamados. Contabilicé que ya había realizado como mil a distintas personas entre dueños vende y clientes de la constructora. Y a todos los tenía prolijamente anotados en planillas “ad hoc”.

Mal dormida, pero feliz, me fui después del almuerzo con los chicos a los colegios. Los dejé, como siempre, y de ahí a la inmobiliaria. Al llegar, había como diez personas sentadas en los sillones de la recepción.

YO

(A Blanquita)

Y toda esta gente?

BLANQUITA

Vienen por el aviso de vendedor.

Todavía no llegó el arquitecto.

(Irónica)

Se ve que las “tasaciones de terrenos” esta vez

le llevaron mucho tiempo. Je Je Je…

Me reí por la ocurrencia y fui hasta mi escritorio. Últimamente, el tiempo me estaba escaseando. Tenía la suerte de acertar con los llamados a los “ex temerarios dueños vende”. Ahora era, un llamado y a continuación una visita a cada propiedad. Casi invicta en el arte de convencerlos.

Primer llamado del día:

YO

Buenas tardes, de Morgante Constructora Inmobiliaria.

Le hablamos por su propiedad en venta.

DUEÑO

Qué desea?

YO

Podríamos incorporar su propiedad a nuestra cartera

para ofrecerla a mil compradores potenciales.

DUEÑO

Mil compradores? En esta época? Eso es verdad?

YO

Tal cual. Quizás a alguno le sirva.

DUEÑO

Bueno, ofrézcala.

YO

No sin verla antes.

DUEÑO

Ah.. claro. Cuándo puede venir?

YO

Le parece mañana? A eso de las 3 de la tarde?

DUEÑO

Si, véngase… Mire que yo no pago comisión.

YO

Sin comisión no podemos trabajar,

pero sí le puedo incrementar un poquito el precio,

así le alcanza para pagarnos.

DUEÑO

Así si. Ah… y otra cosa…

yo no le firmo autorización….

YO

No hay problema, en ese caso la incorporaremos

al listado alternativo de propiedades en venta.

DUEÑO

Qué es eso?

YO

Primero les ofrecemos a nuestros clientes las

propiedades autorizadas. Recién en segundo termino

las alternativas. Mientras tanto, el que sigue gastando en avisos

es usted. Pero… si quiere lo charlamos personalmente.

DUEÑO

Y la autorización por cuántos días sería?

YO

No menos de 90.

DUEÑO

Tanto?

YO

Con el trabajo que nosotros hacemos,

es muy posible venderle mucho antes,

pero las condiciones son esas.

¿Nos vemos mañana?

DUEÑO

Eh… si.

Magnífico mi sistema “golpe a golpe”. Uno tras otro, hasta que solitos comprendieran que lo mejor era confiar en nosotros.

Había algo que me llamaba la atención: más dificultades tenía con los varones dueños vende que con las mujeres. Ellos siempre querían imponer sus condiciones. Y si me mostraba un poco débil, como al principio, peor. En cambio, si los encaraba fríamente con argumentos inflexibles, al final terminaban cediendo. Momento!… eso me pasó también con Vincent!….. Ay, hombres, hombres….

En cambio, con las mujeres era distinto. A ellas les convencían los datos prácticos: cuántos avisos les íbamos a poner, en cuánto tiempo se podía vender, en que precio, y por sobre todas las cosas, el nivel de confianza que les podía inspirar.

Estaba intentando el segundo llamado cuando llegó el Arquitecto Piña.

ARQUITECTO PIÑA

(A Blanquita)

Tanta gente vino?

BLANQUITA

Son diez para hoy y ocho para mañana.

ARQUITECTO PIÑA

Uf… Estoy agotado… Dígale a Milena que

venga a mi oficina a ayudarme con esto.

Escuché todo. Lo del cansancio también. Je Je, Blanquita tenía razón. Dejé los llamados y corrí a su despacho. Mi jefe tenía todo bastante organizado. Así que le di una planillita para llenar a cada postulante, y de a uno los hacía subir a entrevistarse con Piña, previa lectura de los datos. Estuve como dos horas subiendo y bajando con gente. Cuando se hicieron las cuatro ya no quedaba nadie por atender. Yo estaba arriba en la oficina del arquitecto, cuando me llamó Blanquita por el interno.

BLANQUITA

Milena ¿terminaste? hay un señor

en la recepción esperándote.

YO

Ya bajo.

Fui velozmente, como siempre, y al acercarme ví que era Vincent. Me puse nerviosa, recordando la vez que había hecho el escándalo en la puerta. Me acerqué a Blanquita.

YO

(Despacito)

Qué te dijo?

BLANQUITA

Nada, pregunto por vos y lo hice esperar.

No es el loquito del otro día?

YO

Si. Y no habló con nadie?

BLANQUITA

No, parece que está más calmado.

Vos, con lo bien que te va, descartálo si te molesta.

Total, un cliente menos no te va a afectar.

YO

(Bajito)

Te digo la verdad, no es un cliente, es mi marido.

BLANQUITA

Uhhh… Tené cuidado…

YO

Salgo un momento.

YO

(A Vincent)

Qué pasó?

VINCENT

Buenas tardes ¿no?

YO

Si, te pregunté qué pasó….

VINCENT

Te tengo que comentar algo… de mi auto.

YO

(Aliviada)

Ah… Bueno, salgamos afuera.

Fuimos a la calle. A un costado de la inmobiliaria, en la vereda no más.

VINCENT

Vamos a tomar un café?

YO

No tengo tiempo, decime lo del auto.

VINCENT

Mirá… tengo un comprador para el viejo….

YO

El viejo? Cinco años es viejo?

VINCENT

Bueno, el otro… Necesito que me firmes el cero ocho.

YO

Y para eso me interrumpís en mi trabajo?

VINCENT

No te interrumpí, te esperé como media hora.

YO

A ver si nos entendemos… Acá no quiero que vengas.

Y me importa tres pitos la venta de TU auto. ¿Ok?

VINCENT

Milena, sé razonable, estoy pagando un garaje para guardarlo,

más seguro, más patentes. No tiene sentido tener dos autos.

YO

¡Que-me-importan-tus-dos-autos!

En ese momento entró a la inmobiliaria Jorge y nos vio.

VINCENT

Es una firma nada más. Tanto te cuesta?

YO

No es que me cueste.

Es que no quiero que cuentes conmigo para nada.

Igual que me hiciste vos.

VINCENT

Sos terrible.

YO

Sabés que sí? Me volví medio turra. Me contagiaste.

Sin más palabras, entré a la oficina. Vincent, se rindió y se fue.

BLANQUITA

Todo bien con tu marido?

YO

Y si….

JORGE

Ah… ¿ese es Patricio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario