miércoles, 3 de febrero de 2010

95 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! - INOPERANCIA

A veces pienso que un día me voy a despertar con un anuncio oficial: “Queridos argentinos, la falta de respeto por las leyes, el mal funcionamiento del estado, el escaso control de las empresas de servicios, todo eso, era solo para hacerlos más fuertes ante las adversidades. Lo hicimos a propósito”. Je.

Miércoles. Ayer terminé el día feliz. Concluida la reunión de ventas, hice un esfuerzo soberano por disimular una risa maldita del tipo “Patán de los Autos Locos”: hajahijihajihijihaja…… Después de tanto tiempo de comprobar horrorizada las tropelías comerciales del inoperante de Jorge, y la camuflada Claudia, me encontré con la buena noticia de que el Sr. Morgante no es ningún caído del catre. Supo interpretar claramente lo que estaba pasando y puso los controles en su lugar.
Un poquito de justicia no es para mal de ninguno, sino para bien de todos. Ya que no podía enderezar las cosas con Vincent, al menos estaba en mi lugar laboral, al amparo de gente que valoraba la eficiencia.
Ese día miércoles, llegué como siempre a las 13,30 a la oficina.
Después de los saludos de rigor, hice el primer llamado del día:

YO
Hola, Contructora?

RECEPCIONISTA
Si, quién habla?

YO
Milena de Morgante Inmobiliaria.
Quisiera hablar con el Señor Daniel Marcos.

RECEPCIONISTA
No se encuentra. El motivo?

YO
Era para pedirle una cita.
Ayer estuve viendo un departamento a
estrenar en la calle Rivera Indarte y me dijeron
que luego él me podría atender….

RECEPCIONISTA
Ah… si, me parece que la recuerdo.
Espere un momento que consulto con la secretaria…….
(A los pocos segundos)
Si, usted podrá venirse a las 15,30?

YO
Hoy?

RECEPCIONISTA
Exactamente.

YO
Dónde está su empresa?

RECEPCIONISTA
En el Microcentro… le doy la dirección.
Tomé nota y agendé. Perfecto el horario, así llegaría justo para retirar a los chicos. Miré hacia la calle por la vidriera de la inmobiliaria: el cielo estaba comenzando a oscurecerse presagiando una gran tormenta. Por las dudas, corrí a guardar el auto en un garaje cubierto, y decidí ir a ver al cliente en colectivo. En eso llegó mi jefe desde afuera.

ARQUITECTO PIÑA
Blanquita… novedades?

BLANQUITA
Nada urgente… usted se va al Boleto ahora?

ARQUITECTO PIÑA
Efectivamente. Estoy con poco tiempo…. Milena!

YO
Si?

ARQUITECTO PIÑA
Hoy se firma la operación de su cliente “Delganso”…
¿quiere venir?

YO
Eh…. Sería muy bueno poder ver un Boleto,
pero tengo una cita en el Microcentro….

ARQUITECTO PIÑA
Justamente ahí se hace.
Vamos a un Banco que eligió el propietario.

YO
A qué hora se terminará?

ARQUITECTO PIÑA
No más de las 15.

YO
Ah… entonces si. Llego bien al otro lado.
Salimos de la oficina con el auto de Piña. El cielo se ponía cada vez más negro. En el trayecto, las luces automáticas de las avenidas se iban encendiendo como si fuera de noche. Mi jefe dejó su vehículo en un estacionamiento y nos dirigimos a la entidad bancaria.

ARQUITECTO PIÑA
Parece que va a caer granizo…
hay alerta meteorológico. ¿Guardó su coche?

YO
Obvio, es lo único que tengo.
Y el seguro no lo cubre.
Pago una enormidad pero es solo “terceros completo”.

ARQUITECTO PIÑA
Algunas empresas están solo para atenuar
miedos de la gente.
No para darles soluciones.

YO
Es verdad… .Si me chocan lo tengo que pagar yo,
si me lo roban me hacen una quita….
Solo me sirve si atropello a alguien….

ARQUITECTO PIÑA
Si… ¿y cuántas posibilidades hay de
que eso ocurra? Una en un millón…..
A los pocos segundos llegó el señor Delganso. Los compradores avisaron que estaba en camino.

ARQUITECTO PIÑA
Sr Delganso, usted es cliente de acá, no?

SR. DELGANSO
Si, hace como veinte años.

ARQUITECTO PIÑA
¿Y si vamos pasando a la sala en que firmamos?

SR. DELGANSO
Bueno, ya le aviso al oficial de cuentas.

ARQUITECTO PIÑA
Dígales si nos mandan un cajero
para controlar los billetes.
El Sr. Delganso se fue a hacer los trámites internos.

YO
Por qué se firma acá y no en la inmobiliaria?

ARQUITECTO PIÑA
Por seguridad, el que compra y el que vende
deciden un lugar cada uno, al Boleto y a la Escritura.
El que elige paga la sala.

YO
Les cobran?

ARQUITECTO PIÑA
Por supuesto!... como trescientos o
cuatrocientos pesos por una hora.

YO
Pero no es cliente?
En ese momento llegó Delganso.

SR. DELGANSO
Me dijeron que podemos pasar.
Que no tienen cajeros disponibles,
que controlemos la plata nosotros mismos.
Si depositaba si me lo mandaban, pero como
la guardo en una caja de seguridad….

ARQUITECTO PIÑA
De servicios al cliente ni hablemos no?

SR. DELGANSO
¡Eh… Arquitecto usted pide demasiado!….
De créditos, de monedas, o de servicios mejor ni hablarles…
Entramos al lugar designado. Era un habitáculo de 2,50 por 2,50. Hasta ahí no llegaba el aire acondicionado central, y además no había ventana. No solo eso, tenía cuatro sillas y en total éramos cinco los que interveníamos en la firma del Boleto.

ARQUITECTO PIÑA
Sr. Delganso ¿le cobraron por esto?

SR. DELGANSO
Nooo!... se los discutí a muerte… me salió gratis.

YO
Arquitecto…
¿quiere que vaya a conseguir un asiento más?
Porque cuando lleguen los que compran….
Mi jefe aceptó y durante los cinco minutos siguientes, me dediqué a peregrinar por cuanto empleado encontraba reclamando la silla. Todos me miraban con cara de ocupados desbordados. Al final, me dieron fue un banquito rasposo del señor de seguridad.

YO
(Volviendo a la lugar de firma)
Algo conseguí…..
En ese momento, golpearon la puerta.

ARQUITECTO PIÑA
Pase….

COMPRADOR
Buenas… llegamos un poco tarde…..
Entró un hombre joven con la que parecía ser su esposa. Todos nos quedamos mirándolos por el aspecto desprolijo que tenían.

COMPRADOR
Disculpen la pinta, pero siempre
que traslado dinero nos vestimos así.
Acto seguido, sacó una bolsa de plástico de Coto llena de ropa arrugada y justito ahí abajo, envuelta en papel de diario estaba toda la plata.

ARQUITECTO PIÑA
Bien camuflados los billetes.

COMPRADOR
Si, yo hago de esta forma
para pasar desapercibido.
En ese momento se comenzó con el acto de venta. El arquitecto controló los documentos y leyó el Boleto. Después el Sr. Delganso se puso a contar peso a peso pacientemente. Mientras yo pensaba ¿para qué sirven los bancos?, y las compañías de seguro?, y los abogados?, y las prepagas?, y los gobiernos?… para sacarnos plata y complicarnos la vida….
Terminó todo al rato. La gente estaba contenta. Uno por haber vendido, y los otros por haber comprado. Cuando salimos a la calle estaba diluviando con granizos. De tal forma que los paraguas se daban vuelta, las calles estaban inundadas, y los taxis desbordados.

YO
Bueno, arquitecto, me tengo que ir.

ARQUITECTO PIÑA
Con esta lluvia?

YO
Si, son las 15 horas, llego justo a ver a un cliente.

ARQUITECTO PIÑA
Si espera un ratito a que pare, la acerco.

YO
No se moleste, son solo tres cuadras
y no deseo llegar tarde.

ARQUITECTO PIÑA
Bueno, como quiera.
Previendo circunstancias como ésta, siempre acostumbraba a llevar una bolsa de plástico. Con ella resguardé la cartera y las capetas de trabajo. Luego ajusté bien el paraguas y me encaminé al martirio.
Nada me pareció jamás más romántico y bienaventurado que caminar en medio de la lluvia. Sin embargo, en este caso me preocupaba el aspecto en que podía llegar a quedar. Yo, a igual que muchas mujeres, tengo un secreto existencial… Me plancho el pelo!.... Es lo único que logra disciplinar la horda de rebeldes ondas chiquititas que heredé de mi viejo. Todas erizables ante la menor humedad, y con una marcada tendencia a abrirse en forma de pavo real.
En fin, me resigné y opté por no mirarme a ningún espejo para evitar corroborar el drama irremediable.
Al llegar a la empresa constructora, puntualmente, traté de olvidarme del aspecto y puse mi mejor sonrisa repitiéndome a cada rato mentalmente “tranquila Milena que está todo bien”.

RECEPCIONISTA
Uy… te mojaste toda!... Querés una toalla?

YO
No, mejor paso al baño y me seco un poco.
Sin mirarme en lo más mínimo me acondicioné lo suficiente como para no salpicar al constructor con el saludo. Y volví a la recepción.

RECEPCIONISTA
Dirijite a la oficina de al lado,
el Señor Daniel Marcos te espera.

YO
Permiso, voy.
(Golpeando la puerta del constructor)
Puedo pasar?

DANIEL MARCOS
Si, adelante.

YO
(Entrando)
Discúlpeme el aspecto, pero llovía bastante.

DANIEL MARCOS
Al contrario, pensé que no vendría con este día.
Daniel Marcos era un señor educado, de unos 60 años y aspecto impecable. Yo le hablaba de la trayectoria de la inmobiliaria, del servicio que le podíamos brindar, del enorme listado de clientes que tenía. Él me miraba y escuchaba con atención.

YO
Ayer estuve viendo el departamento de la
calle Rivera Indarte. Preciosa unidad…
Creo que le podemos conseguir un comprador….

DANIEL MARCOS
Milena me dijo que se llamaba, no?

YO
Si.

DANIEL MARCOS
Mire Milena, esa propiedad
lo vendí hoy a primera hora de la tarde.

YO
Uhhh… qué lástima…..
Bueno, no lo molesto más….

DANIEL MARCOS
(Pensativo)
Hay algo… que quizás le pueda servir….
(Anotando)
Tome … acá tengo otros departamentos….
Puede verlos en cualquier momento,
con esta tarjeta personal…
Hable con el capataz de la obra…
O si no, mañana a las 11, antes del mediodía, me
puede encontrar a mi mismo.
Tengo que ir a controlar algunos temas….

YO
(Mirando la dirección)
Es en Caballito… en la calle Avellaneda…
Mañana a las 11 estaré ahí….
El señor Marcos me despidió con afecto. Pensé: deben haberme salido bien los argumentos, bastante convincentes. Y seguramente mi aspecto no resultó tan detestable. Igual, perdido por perdido, decidí no mirarme al espejo hasta llegar a casa.
De allí me tomé el colectivo y fui a buscar el auto al garaje en Flores. Por suerte, la tormenta fue apaciguándose lentamente hasta quedar una tenue llovizna, casi imperceptible.
Estaba con el tiempo justo, así que ni pasé por la oficina. Fui directo al colegio de los chicos. Primero al de Fabio. Al verme cerca de la entrada, el nene corrió hasta mí esquivando charcos. Subió de golpe sin observarme.

YO
Hola mi amor!... me das un besito?

FABIO
Si, esperá que acomodo la mochila….
A ver… si así está bien… Bueno, cómo estás má?
….Milena!!! Qué te pasó en el pelo??????

YO
Tan mal estoy?

FABIO
Y…. si…. pero no importa… yo te quiero igual…
Nos fuimos a buscar a Dalila.

DALILA
Ay mamota!!! ….Que te hiciste?????

YO
Pero por Diosss… tan desastrosa me ven?????

DALILA
Nooo… Vos siempre estás linda….
Bueno… entre nosotros no importa…
….ahora arrancá rápido que no quiero
que mis compañeras te vean….

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