Las previas de cualquier acontecimiento trascendente resultan tremendas para todos. Sea de una mudanza, un viaje, un cambio de empleo, un divorcio. Son momentos de pausa en los que uno está, pero no está. Con un pié adentro y el otro afuera. Deberían resolverse sin esperas: lo decidís, lo concretás y listo.
Domingo. Renovación, resurgimiento, renacimiento. Todo eso sentía yo cada vez que me volvía a encontrar con Patricio. La tarde de ayer había sido suprema. Sin problemas nuevos a la vista, parecía que todo había confluido mágicamente para que el destino nos premiara con esas dos horas juntos. También me quedé soñando con lo que podía llegar a ser un viaje de fin de semana con él. Seguramente espectacular. A veces parecíamos similares en todo. Los dos pensábamos lo mismo, sentíamos igual, procedíamos muy parecido.
Lástima que no puedo ir.
…¿Y si al menos lo intento?… ¿Y si hablo con mis padres?… ¡No, mejor no!… No sea cosa que se me complique y le termine otorgando graciosamente a Vincent la excusa justa para hundirme!… Pero no… ¿qué podría pasar?…
A la noche, los chicos llegaron agotados del paseo con mi hermano y familia. Luego del circo, se fueron a comer otra vez al restaurante de los premios insólitos con consignas descabelladas. Otra vez con los zapatos bicolores a ver si ligaba algo más. La cuestión es que los trajo a casa como a las 23,30. Me saludaron felices y rendidos se acostaron enseguida.
Por la mañana, durante el desayuno:
YO
La pasaron bien con los tíos?
DALILA
Ay… estuvo re lindo….
FABIO
Yo me maté de la risa….
YO
Había payasos?
FABIO
Si… algunos, pero me divertí con la chica que
hacía pruebas en una cuerda bien alta….
YO
La equilibrista…
FABIO
Si… tenía un culo!!!
YO
Fabio!!!
FABIO
Eh… yo no… Mauro decía a cada rato…
¡mirale el orto… mirale el orto…. Qué risa!…
YO
Y el tío no lo retaba?
FABIO
No!… él también miraba…..
YO
Y la tía?
FABIO
Ella estaba concentrada con el animador…..
DALILA
Si… a cada rato suspiraba: ¡Ay qué lindo habla!!!
YO
Y el tío?
DALILA
Ël le contestaba: porque es locutor…
FABIO
Y ella decía: Ay qué lindo se viste!….
Y el tío le respondía: porque es artista….
YO
(Disimulando)
Bueno, informaba la verdad….
FABIO
No era por eso… En el restaurante le dijo varias veces:
¡Papi… no comas tanto… estás muy gordo!…
Y el tío le contestaba con la boca llena: Ajjjj… hummm seeee?…
Y la tía: Si mi vida… ya estás deformado….
DALILA
Má… puedo aprender gimnasia artística?
YO
Te gusta?
DALILA
Qué no!… está buenísimo!….
YO
Pero tendrías que dejar patín…
DALILA
Y las dos cosas?
YO
No sé si te darán los tiempos.
Primero que todo, está el colegio.
DALILA
Si es una sola vez por semana puedo.
YO
El lunes averiguo.
DALILA
Qué lindo… Me tengo que comprar una malla…
YO
La compramos.
FABIO
(Levantándose de la mesa)
Bueno, me voy a estudiar.
YO
Hoy? No vas a jugar?
FABIO
No. Tengo todo muy atrasado.
Primero el deber, después el placer.
Por la mañana me ocupé de todo lo de la casa. Nada de llamar clientes, ni tasaciones, ni tareas en la compu.. Mi hogar me pedía a gritos que lo hermoseara.
Al mediodía comimos felices y tranquilos. Fabio memorizando algunas lecciones, Dalila decidiendo de qué color sería la malla de gimnasia artística, y yo satisfecha de comprobar que todo había vuelto a la normalidad.
A eso de las 16, llegó Vincent, saludó a los chicos, me preguntó como al pasar si estaba bien, y se fue a dormir su consabida siesta dominical.
Por la noche, único momento en la semana que los chicos comían con su padre, nos sentamos todos a la mesa de la cocina:
VINCENT
¿Cómo andan hijos? ¿Los colegios?
DALILA
Yo bien. ¿Sabés que voy a empezar gimnasia artística?
VINCENT
Qué bien!
DALILA
Si, el lunes vamos a averiguar con mamá.
VINCENT
Bueno. Y el colegio?
DALILA
Bien, siempre estudio lo que hace falta.
VINCENT
Así debe ser. Y vos Fabio?
FABIO
Bien. Ya me puse al día con lo atrasado.
VINCENT
Te atrasaste? Por qué?
FABIO
Porque no me sentía muy bien.
VINCENT
Estuviste enfermo?
FABIO
Nooo pá….Era otra cosa…
estaba un poco desanimado….
VINCENT
Y si… este país te estresa….
Yo también estoy bastante cansado…..
No paro de trabajar como un perro….
Pero hay que seguir….
Por ahí… alguna vez podríamos irnos de vacaciones.
Sí… “tenemos” que tratar de estar más tiempo juntos.
No puede ser que nos veamos nada más que le domingo.
Eso lo “tenemos” que cambiar.
Así no “camina” ninguna familia…
Los chicos se quedaron callados. Yo no emití el menor comentario. Si hay algo que me subleva en la vida es escuchar decir a un responsable directo de algo “tenemos que”. Ya sea un político, o un ejecutivo, o un policía, o un marido. Siempre cuentan con el mismo denominador común: cuando todo se ha desbordado y es inminente el derrumbe, apelan a acordarse del entorno para que los ayuden. Ahí aparece el consabido “tenemos que”. Una señal clara de que fueron ineficaces para resolver los temas de su incumbencia o que directamente generaron una situación de caos. Así funcionan. No sé si lo hacen para eludir responsabilidades, o para salpicar con culpas a los perjudicados directos. Eso todavía no lo tengo claro.
VINCENT
Eh… Milena… ¿Qué te parece?
Por qué no planeas algo para el mes que viene?
YO
No puedo, ahora tengo un trabajo.
VINCENT
Bueno, fijate. Pedí permiso.
DALILA
Y adónde podríamos ir? A Disney?
VINCENT
Epa!… picaste muy alto!….
Yo digo algo sencillo, no sé, a San Clemente….
FABIO
Qué es eso?
VINCENT
Un lugar muy lindo en la costa.
Podemos conseguir una pensión barata, y queda cerca.
YO
Es medio… medio….
VINCENT
Qué no te gusta?
YO
Jamás me gustó.
VINCENT
Y qué pretendés?
El Provincial de Mar del Plata?
YO
(Divertida)
No, con vos seguro que no….
VINCENT
La cosa es pasarla bien,
no gastar montañas de plata…
YO
Claro, claro.
FABIO
Y si vamos la semana que viene?
YO
No!…
VINCENT
No!….
YO
Eh… tengo cosas de trabajo pendientes.
VINCENT
Y yo también… A propósito…
El finde próximo me
tengo que “encerrar” en el negocio….
Tengo que hacer un inventario.
FABIO
Qué es un inventario?
VINCENT
Dicho en términos contables,
un recuento de la mercadería existente.
Dicho en “mis” palabras… quiero ver si los inútiles
de mis empleados me están afanando o me parece….
DALILA
Y por eso te tenés que encerrar?
VINCENT
Es una manera de decir…
Lo que pasa es que no voy a venir
a dormir ni viernes, ni sábado.
El domingo a la noche ya estoy liberado.
DALILA
Pobre….
VINCENT
Si, hijita, así es mi vida.
Pero… ¡Que le vamos a hacer!…
FABIO
Si querés yo te acompaño…
VINCENT
No!… sos muy chiquito… quedate acá
con mamá y tu hermana jugando, o estudiando.
FABIO
No, pá… de verdad… tengo todo al día lo del cole.
Voy y te cebo mates….
VINCENT
De ninguna forma… Es un sacrificio.
YO
Y vas a estar solo?
VINCENT
No… eh… por ahí le digo a un amigo
que me haga la “gamba”…
FABIO
Pero si puede ir un amigo, por qué no yo?
VINCENT
Ya te dije, sos chico.
FABIO
Pero me porto bien….
YO
No mi amor. Papá no quiere.
Es mejor que lo acompañe un amigo… o amiga….
VINCENT
No hables así delante de los chicos!…
Qué mal todo con vos!…
Siempre buscándole la quinta pata al gato!…
Ustedes piensen en las vacaciones que les ofrecí…
Pero para el mes que viene…
FABIO
Bueno papá… yo te quiero igual.
domingo, 14 de febrero de 2010
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