¿“Hasta que la muerte nos separe”?…O: ¿“Hasta que yo lo decida”?… Si hay hijos en el medio no es tan fácil. Uno puede cambiar de ciudad, de rostro, de documentos, pero lo que siempre va a seguir ahí es el Ex: cuando se enferman, cuando cumplen años, cuando hay fiestas, cuando se casan…
Lunes. Ayer a la noche, después de despedir a mi familia, volví a entrar a casa. En la cocina estaba Vincent, callado, como ausente tomando mate y mirando televisión. Agarré mis cosas de la mesa y comencé a desarmar el bolso. Bolso que seguramente él habría estado revisando en busca de alguna pista para poder enrostrarme. Lo bueno era que yo me había ocupado especialmente de que nada me pudiera incriminar. Lo malo era que seguía entre nosotros esa farsa desmesurada por esconder evidencias. Vincent tenía como un gesto impostado de “aquí no ha pasado nada” y seguía con la mirada fija en no se qué programa. Por un momento, mi mente hizo como un vuelo observándonos a ambos desde lo alto. Tan indiferentes, tan alejados, tan ficticios en nuestro vínculo. Y no sentí ni odio, ni bronca, ni ganas de pelear con él. Al contrario, me dieron lástima nuestras vidas. Cada uno en lo suyo, y allá a unos metros, los chicos, durmiendo en sus camas alejados de lo que estaba pasando. ¿Realmente estaban afuera de todo?
Traté de tener un gesto de cordura y le hablé:
YO
¿Tiene sentido vivir así?
VINCENT
¿Qué?
YO
Si te parece que vale la pena todo esto?
VINCENT
Y bueno, con vos que te dedicás
a perseguirme …¿qué querés?
YO
No te persigo, sos vos que dejás huellas
por todos lados para que yo me entere.
VINCENT
Enterarte de qué?
Tuve que viajar por cuestiones de negocios.
YO
No mientas más! Admití por una vez en tu vida lo que hacés…
¿No era que tenías un inventario?
VINCENT
Si, pero a último momento cambié.
YO
Sos increíble.
Llegás hasta cualquier lugar con tus hipocresías.
VINCENT
No son hipocresías, es la verdad.
YO
¿No te da pena cómo estamos viviendo?
VINCENT
Y bueno, la culpa es tuya por no querer entenderme.
YO
Entender qué? Que llevamos dos vidas separadas?
¿Que no te importa nada de tu familia?
VINCENT
A mi? Y a vos? Porque al final te fuiste.
No tenía sentido insistir para llegar a un acuerdo. Vincent seguía cerrado en su manía de negarlo todo. Se fue a acostar con un gesto como de fastidio. No me sorprendió, era lo que hacía siempre que intentaba escapar de una charla franca. Realmente sentí mucha vergüenza por nosotros. Era evidente que alguien debería tomar “el toro por las astas” y cortar de una buena vez con ese infierno.
De pasar dos días a pura sinceridad con un amante –cruel palabra, pero cierta- , llegaba a esto: una casa con un marido que no quería de ninguna forma reaccionar ante lo que estaba de verdad ocurriendo. Decidí no acostarme enseguida, era demasiada farsa para soportar, y menos en una cama compartida de 2 x 2 que para ese tiempo resultaba enorme, y a la vez muy chica para cobijar a dos personas enfrentadas. Me fui hasta el baño a arreglar el desastre del pelo e intentar al menos desde la imagen volver a ser yo misma. Estuve como dos horas en eso hasta que por fin me acosté. Serían las 3 de la madrugada cuando fui al dormitorio. Él estaba completamente dado vuelta para el otro lado. Sé que se hacía el dormido, por la forma de respirar. Traté de que mi mente se concentrara en los momentos buenos que había pasado con Patricio, porque lo de Vincent no resistía el menor análisis adicional.
Por la mañana, se levantó temprano y se fue. Yo pude dormir muy poco. Aunque no hubiéramos hablado más, había en ese cuarto como un aire de tensión insoportable.
Es raro lo que nos pasa a los seres humanos. Durante toda nuestra vida nos vamos encontrando con personas buenas, regulares o malas. Sin embargo las que más daño nos hacen son las que se mantienen vivas en nuestra mente. Como los recuerdos. Si yo quisiera pensar, así de golpe, en los días más felices de mi vida, seguramente tendría que meditar unos segundos. En cambio, los más desastrosos, los recuerdo nítidamente, como si hubieran ocurrido ayer.
Si, así somos. O al menos así soy. Entonces, hice un esfuerzo supremo para olvidarme de Vincent. Con sensatez concluí que como fuera, pronto lo sacaría definitivamente de mi vida.
Me levanté. Puse a lavar la ropa y acomodé la casa que estaba hecha un desastre. Al rato se aparecieron los chicos. Por la noche les había dejado al costado de sus camas una caja de alfajores y la prometida tabla de skate para el nene.
FABIO
Gracias má!
YO
Te gustó?
FABIO
Si!… está joya!… La puedo ir a probar al fondo?
YO
Primero desayuná.
DALILA
Estás bien má?
YO
Si hijita, y el sábado vamos a ver la peli al
cine que te guste, elegí cuál querés y voy a sacar las entradas.
DALILA
Podemos comer los alfajores ahora?
YO
Si, uno y nada más eh? ¿Cómo la pasaron con la tía?
DALILA
Uy… buenísimo!… anduvimos en bici…
comimos hamburguesas y papas fritas…
lástima que había muchos “gronchos” en el parque….
YO
Qué es esa manera de hablar?
DALILA
Así los llamaba la tía… Y también había algunos “papirris”…
que estaban “re fuertes”….
YO
Bueno, bueno, no es manera de nombrar a la gente.
FABIO
Si, eran unos “chabones” que miraban a la tía…
Y ella les “tiró onda” todo el tiempo….
Dijo que estaba contenta porque había mucho “levante”…
YO
Por Diosss… que palabrotas son esas?
FABIO
Ella decía…
DALILA
Si!… Y en el Parque de la Costa había algunos
“verseros” que le preguntaron si nosotros éramos los hijos…
Y ella les dijo que sí….
FABIO
Si, dijo que eran casados que
salían a pasear con los hijos para
“levantarse minas”….y después irse “de trampa”…
YO
Bueno, bueno… Cambiemos de tema…
¿Te gusta el color de la tabla Fabito?
FABIO
Eh… si, está bueno, pero tenemos
que pegarle un papel de lija arriba…
YO
Uhhh… y yo que estuve un buen rato para elegir…
¿Por qué hay que agregarle eso?
FABIO
Ay má… Para que no se deslice el pié…
¿Tenemos acá?
Con la cuestión de pegar el papel de lija, pude interrumpir el leguaje que tanto se les había pegado de su tía. Los chicos son como esponjas, absorben y repiten todo lo que escuchan, asimilan en dos días todo lo que oyen, sin darse cuenta de lo que están reproduciendo.
YO
Dal, hoy tenemos que sacarte el yeso.
¿Vamos después de la escuela?
DALILA
Ya?… Qué bueno!…. Por fin!
Por la mañana pedí turno con el médico de la nena y quedamos en pasar a eso de las 19. Cuando terminé la conversación empezó a sonar música bailantera en el living y Dalila había logrado profundizar sus movimientos sensuales acompañando cada tema.
YO
Hija!… Qué es eso?
DALILA
Son unos CD que me prestó la tía……
YO
Bueno, apagá y guardalos que se los vamos a devolver.
DALILA
Por qué? Los quiero escuchar….
YO
Ahora no. Prepará las cosas del colegio.
DALILA
Ya tengo todo listo.
YO
Bueno, mirá tele.
FABIO
Má… ¿Me podés comprar unos pantalones
anchos como usan los skaters?
YO
Bueno, a la tarde.
Al mediodía los chicos comieron puré de zapallo con pollo hervido, como una manera de compensar el desatino gastronómico del finde. Se los veía bien, contentos y para nada conflictuados con mi viaje. Eso me puso contenta. Al final, tanto prejuicio con dejarlos y no pasó nada grave. Tenía razón Patricio.
Después nos fuimos para los colegios y de ahí a la oficina.
YO
Hola Blanquita!… Todo bien el fin de semana?
BLANQUITA
Si. ¿Viste cómo llovió las dos noches?
YO
Mucho?
BLANQUITA
Todo!… No estuviste?
YO
No, viajé….
BLANQUITA
Ah qué lindo!… ¿A dónde?
YO
A Mar del Plata, por lo del Congreso…
BLANQUITA
Qué bien!… Los chicos? Se divirtieron?
YO
Si…. ¿Está Piña?….
BLANQUITA
Está, almorzó en su despacho.
YO
¿Le preguntás cuándo puedo reunirme con él?
Fui a mi escritorio. Lo primero que hice fue comunicarme con el abogado Mariano Pera, el hermano de Gustavo. Me dio cita en su oficina para el martes. Me pareció agradable al menos por teléfono. Lo bueno era que seguramente podría confiar en él, ya que si atendía todos los asuntos legales de la constructora, sería una persona decente. Faltaba ver qué tanto me podría ayudar en mi divorcio.
BLANQUITA
Dice el arquitecto que subas.
Junté todas las cosas del Congreso y me fui a verlo.
YO
Cómo está?
ARQUITECTO PIÑA
Bien, tapado de trabajo, pero bien.
Hoy atendí dos personas que vinieron preguntado por usted.
Querían darnos sus inmuebles a la venta.
YO
Y firmaron?
ARQUITECTO PIÑA
Todo. Cuántas propiedades tiene ya?
YO
Serán… cerca de 90? Ya perdí la cuenta.
ARQUITECTO PIÑA
Si, con el edificio de Daniel Marcos seguro que anda en esa cifra.
Ah!… y el jueves se firman otras dos ventas.
Son las reservas que tomaron Claudia y Jorge la semana pasada…
…Estoy pensando en tomar un tasador más…
Ellos dos ya no pueden con todo, se generó un
movimiento interesante a partir de lo suyo.
YO
Arquitecto, acá le traje todo lo del Congreso de Mar de Plata….
ARQUITECO PIÑA
Pudo ir?
YO
Si, al final fui. Acá me dieron un CD con la filmación de todo.
Y tengo el certificado que acredita mi asistencia.
ARQUITECTO PIÑA
Y qué tal estuvo?
YO
Lindo, muy lindo…. Bah!… Interesante. A propósito!…
Tomé contacto con un inversor español.
Dijo que conocía a Daniel Marcos y al Sr. Morgante.
Acá está la tarjeta.
ARQUITECTO PIÑA
(Mirando)
Ummm… no lo conozco….¿Y en qué quedaron?
YO
Me pidió que le busque edificios para renta.
Pero para que no me pase otra vez lo de Levy,
le dije que viniera primero por acá y después me ocupaba.
ARQUITECTO PIÑA
Hizo bien.
Yo me anoto todo y le pregunto a Morgante si se acuerda de él.
YO
Y yo lo consulto a Daniel Marcos.
Bueno, nada más, me voy.
ARQUITECTO PIÑA
Esteeee… Milena…
¿Se anima a hacer usted las tasaciones de la inmobiliaria?
Así no tenemos que buscar un colaborador nuevo. Podrá?
YO
De cuáles se trata?
ARQUITECTO PIÑA
Por mes nos piden unas 60, y entre Jorge y Claudia
logran captar solo el 20%.
Quisiera que les haga un seguimiento a las restantes a ver
si logra convencer a esos clientes de que
nos den sus propiedades.
YO
Bueno, me ocupo.
ARQUITECTO PIÑA
Acá tiene el listado.
YO
Puedo empezar mañana?
Porque el día de hoy lo tengo todo agendado
con temas pendientes de otros clientes.
ARQUITECTO PIÑA
Si, mañana está bien.
Me puse a trabajar en mi escritorio a toda máquina. El poco tiempo de que disponía se me hacían cada vez más corto. Así como así, rápidamente llegó el horario de ir a buscar a los chicos. Y fui. Y de ahí al médico de la nena, en pleno Centro.
MÉDICO
Dalila estás tranquila?
DALILA
Si, por?
MÉDICO
Porque tengo que sacarte todo utilizando
una pequeña sierrita. Ves? Es esta.
DALILA
(Asustada)
¿Y me va a doler?
MÉDICO
Nada.
DALILA
No!… no quiero!… eso me va a lastimar!….
MÉDICO
Te aseguro que no. Es más lo que parece….
YO
Vamos a hacer lo siguiente.
No mires, que va a ser peor la impresión.
Tratá de charlar conmigo sobre
la peli que querés ir a ver.
FABIO
O podemos decidir qué clase de pantalón
me tengo que comprar.
DALILA
Nene!… Estoy acá sufriendo y vos querés conversar
sobre tus cosas?…
YO
Te lo dijo para distraerte….
DALILA
(Llorando)
No quiero!… me da miedo….
Mamá!… Quiero que venga papá!….
lunes, 22 de febrero de 2010
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Estaba intentando leerte en Clarín y mi hijo de 9 años que me espía cada vez que me siento en la compu, al ver que la página no estaba disponible me dice: "Uhhh seguro que Vincent le descubrió la página!"
ResponderEliminar:-)
Sos genial Mirta!