viernes, 12 de febrero de 2010

104 – ME QUIERO DIVORCIAR YA! – DALILA THE BEST

“Contigo pan y cebolla” … “Hasta que la muerte nos separe” … Un marido es un compañero. Alguien que permanece cerca, en los pequeños y grandes momentos. Con el que se comparten risas y llantos, bonanzas y tempestades, estupendas y nefastas rachas… Por eso me divorcio. Él nunca está.

Viernes. Que sabor delicioso tiene la venganza cuando llega a tiempo. Ayer me fui de la oficina henchida de emoción. Jorge y Piña se quedaron… ¿Cómo describirlo?… Apichonados… esa es la palabra!… Contrariamente a lo que debería haber sido, se pusieron mal. Ni me felicitaron, ni se alegraron porque entraban más departamentos a la inmobiliaria. Meditando sobre ese tema, llegué a la conclusión que un trabajo no es un lugar que “anida” compañeros. No! Es un campo de batalla donde a veces se desatan las más bajas pasiones personales. “Esto va a ser muy duro”… me repetí varias veces… “Si quiero seguir creciendo voy a tener que estar más atenta que nunca”… Solo en los casos inofensivos como el de Blanquita, el entorno laboral responde con amabilidades y cariños. Claro, porque ella no tenía demasiadas aspiraciones. Solo lograr su sueldo a fin de mes. Nada de destacarse, ni acumular éxitos, ni pretender desarrollarse. Y mejor si no lo intentaba. No la iban a dejar hacerlo así nomás.

Por la mañana, en casa, me levanté tempranito pensando en Fabio. Fabio y sus iracundias, Fabio y el colegio, Fabio y su enfrentamiento conmigo. Con otro tono, con otro cariz, con otra dimensión… pero esto tenía algunos puntos en común con los conflictos en la oficina. Mi pequeño “machista” en ciernes, no quería aceptar un golpe de timón en mi vida. Seguramente por miedos, por incertidumbres o también… porque amaba profundamente a su padre. Por lo que fuera, Daniel Marcos tenía razón. A veces los hijos nos ponen a prueba para confrontar quién tiene más fuerza. Y en el fondo de su corazón están esperando que seamos nosotros, los padres, quienes ganemos la pulseada. Para seguir sintiéndose orgullosos, para confirmar que les marcamos claramente un carril por donde caminar en la vida, para que les expliquemos qué es lo que corresponde. De un día para otro, entendí que una crianza llena de cariñosas concesiones no sirve de mucho. No digo ser extremadamente rudos con ellos, pero si, como me dijo Marcos, firmes y no aflojarles.

Esperar a que se levantara para encararlo, me resultó extremadamente movilizante. No estaba acostumbrada a enfrentarme con mis niños. Mi teoría había sido hasta ahora paciencia, mucha paciencia, y nada más. Sin embargo, esto era distinto.

Hasta que al final apareció.

FABIO

(Sin mirarme)

Buenas….

YO

Buenas…

DALILA

Te pasa algo má? Tenés una cara…

YO

Nada grave….

FABIO

No preparaste el desayuno?

YO

(Seria)

No. Vamos a hablar… sentate…

FABIO

Uh… qué… otra vez lo del divorcio?…

YO

(Gritándole)

Sentate ahí y quedate muy callado escuchándome!…

DALILA

(Asustada)

Qué pasa????…

YO

No es con vos hijita… pero quedate igual….

FABIO

Puedo prender la tele?

YO

No!… Te dije que te quedes ahí oyéndome…

Ayer fui a tu colegio y me dijo la maestra que tenés

totalmente abandonados los estudios… que te portás mal…

y que le contestás de mala forma…

Quiero que me expliques qué te está pasando….

FABIO

(Desafiante)

Y bueno… vos hacés lo que te parece

y yo hago lo mismo….

YO

Sabés qué?… yo ya tengo edad suficiente

para decidir, y vos no….

FABIO

Si, por eso te abusás….

YO

(Mirándolo fijamente)

No me abuso… Hago lo que tengo que hacer…

a pesar de que no te guste… Ahora, vos no vas a proceder así…

Me divorcie o no de papá, vas a seguir

con tus obligaciones de siempre….

FABIO

Si quiero….

YO

No es una opción que te doy… ¡vas a seguir!….

FABIO

Y si no lo hago, qué?

YO

Se te acaban todos los privilegios…

te vas a quedar confinado a tu dormitorio día y noche…

No más amigos, no más salidas, no más

PlayStation, no más televisión….

FABIO

Si?… Entonces cuando te divorcies me voy a vivir con papá….

DALILA

(Llorando)

Callate pendejo egoísta!!!!…. No te soporto más!!!!…

YO

Dalila!…

FABIO

Y vos qué te metés?….

DALILA

¡Me meto porque estoy cansada de que

siempre seas el mismo caprichoso

que quiere decidir por todos los de esta casa!….

FABIO

Yo no hago eso…

DALILA

Si que lo hacés!!!… Te entrometés en cada problema!…

Opinás de cada uno de nosotros!…¡Cualquiera!…

¿Quién te creés que sos????

FABIO

Yo de vos no hablé…ni me metí con tus cosas…

DALILA

Si que te metiste!!!….

¿Cómo que te vas a ir con papá?…

FABIO

Si quiero lo hago….

DALILA

Y no pensás en mamá? No pensás que te va a extrañar?

No pensás en mi?…..

FABIO

Y en papá quién piensa?

Se va a quedar solo y a nadie le importa!….

DALILA

Papá hace rato que quiere estar solo…

O no ves que poco está con nosotros?…

O no ves que se ocupa más del negocio que de su familia?

FABIO

Nena!!!… Yo creí que lo querías!… Alta traición lo tuyo!…

DALILA

Lo amo!…. Pero no soy ciega… veo lo que hace….

La que de verdad está sola acá es mamá….

Él nunca la invita a salir, ni solos ni con nosotros….

Nunca viene al colegio, ni al médico,

ni a ayudarnos con la casa o con los deberes…..

FABIO

Y… no puede….

DALILA

No quiere!……

FABIO

(Pensativo)

Para mi, papá es un grosso…

aunque vos digas cosas feas de él…..

DALILA

Si que es un grosso para mi también…

yo lo quiero como sea… es mi papá….

FABIO

Mentira!… no lo querés… No hablarías tan mal de él….

DALILA

Te juro que lo quiero, aunque no sea perfecto…

Como te quiero a vos con tus caprichos,

como lo quiero a Mauro con la locura que tiene……

FABIO

Ah… bueno… Si te parece que Mauro….

DALILA

Si!!! Lo quiero… Me divierte, me sorprende, hace

y dice cosas increíbles… No necesito que sea

escolta de la bandera para quererlo…..

YO

Fabio, tu hermanita tiene razón…

Yo siento que con papá no me entiendo más…

y quizás cada uno en su casa podamos dejar

de pelearnos y tenernos tanta bronca… a veces.

FABIO

(Llorando)

Pero yo no quiero… lo voy a extrañar mucho….

Ya sé que viene poco… que casi nunca está…

pero … es mi papá!….Y estoy más tranquilo

sabiendo que vive con nosotros…

YO

Acá hay algo que sí te puedo prometer…..

FABIO

(Triste)

Qué……

YO

Que voy a hacer lo imposible para que lo veas mucho…

quizás más que ahora….

FABIO

Uhhh….. pero yo no quiero….

Durante más de una hora, traté de recomponer al nene. Que saliera de la tristeza que tenía, que se ocupara mínimamente de retomar sus cosa de la escuela. Fue complicado, pero de a poquito se fue calmando. Dalila parecía haberse sacado un gran peso de encima. Me abrazaba y besaba con la actitud de una chica de más edad. Y yo le agradecí íntimamente que fuera tan clara en sus conceptos. Ella, que siempre había parecido que registraba poco y nada de lo que pasaba a su alrededor, de buenas a primeras me demostraba que no solo tenía plena conciencia de todo, sino que además lo aceptaba. Sin resentimientos, sin reproches, estaba dispuesta a admitir el mundo que la rodeaba, tomando lo bueno de cada cosa. ¡Digno de imitar!….

Ese mediodía, los chicos comieron poco. Estaban todavía conmovidos por la discusión. Fabio tenía un aspecto entre resignado y abatido. Pero, igualmente adelantó algunos deberes y se preparó para ir al colegio sin discutir.

Después de dejarlos, fui a la oficina.

BLANQUITA

Todo bien?

YO

Parece que voy resolviendo algo con Fabio….

BLANQUITA

Lo convenciste?

YO

No del todo… pero….

BLANQUITA

Se va a arreglar…. Eh… dijo el arquitecto que lo veas…

YO

Ufff… ese… justo hoy….

Subí a su oficina, a ver con qué nueva pálida me tiraría este hombre.

YO

Buenas tardes…

ARQUITECTO PIÑA

Buenas tardes. Solo quería hacerle un pequeño comentario…

YO

Si.

ARQUITECTO PIÑA

Le pido que me disculpe….

Por todo lo que la perturbé sin darme cuenta….

YO

Ay… esto sí que no lo esperaba de usted….

ARQUITECTO PIÑA

Sabe que soy divorciado, no?

YO

Si.

ARQUITECTO PIÑA

Un divorcio es algo terrible al principio.

Después uno se acostumbra, pero en los primeros

momentos se siente que el mundo cae a pedazos….

YO

Si.

ARQUITECTO PIÑA

No me imaginaba que estaba pasando por eso.

Supuse que su vida conyugal estaba perfecta.

Sus chicos se veían tan bien.

Y menos que necesitaba este trabajo para independizarse….

YO

Lamentablemente es así…

ARQUITECTO PIÑA

Bueno, cuente con todo mi apoyo…

A partir de ahora más que nunca…

Por el tiempo que yo permanezca en esta empresa….

YO

Gracias.

Ok. Parecía que todo se iba arreglando lentamente. Esa tarde llamé a un montón de clientes, no con el mejor ánimo, pero pude cumplir con mi tarea. Sin darme cuenta, se me hicieron las cinco menos cuarto, hora de ir a buscar a los chicos.

Iba con el auto por una calle bastante transitada. En eso me sonó el celular. Atendí porque me había detenido un semáforo. Era un cliente. Traté de apurar la conversación antes de que cambiara el rojo a verde. En eso, ví de costado una sombra, y después un golpe seco y aturdidor. Miré. Un tipo con una gorrita que le tapaba casi toda la cara, acababa de romperme el vidrio con un adoquín y me intentaba robar la cartera. Como yo estaba sujeta me pude mover poco. Los cinturones de seguridad, se traban ante un golpe del auto. Forcejeé un poco, pero igual, logró arrebatármela. Y salió corriendo. Solo quedaron conmigo las llaves de casa que estaban a un costado, y el celular que todavía retenía en mi mano. Me desaté y salí corriendo para perseguirlo, con toda mi inconciencia encima. El ladrón se apuró en llegar a la esquina donde los esperaba un motociclista. Se subió y desapareció. En ese momento, recién noté que los vidrios y el forcejeó me habían dejado un poco lastimada la mano. Un poco no más, aunque salía sangre. Lo raro era que los otros autos seguían pasando como si nada, a pesar de que el mío había quedado en el medio de la calle con la puerta abierta y la ventanilla rota. Yo tenía una especie de ahogo en la garganta, mezcla de susto, impotencia y odio.

Me acordé de los chicos y fui a buscarlos.

Cuando llegué al colegio del nene:

FABIO

Má!.. .¿qué te pasó?

YO

Me asaltaron… No te asustes….

FABIO

¡Tenés sangre en la mano!…

YO

Pero no es nada… es más lo que parece….

Vamos a buscar a Dalila…..

FABIO

Así, con el vidrio roto?

YO

No queda otra.

Cuando llegamos al colegio de la nena, me vio y se puso a llorar desconsolada. Intenté calmarla lo mejor que pude, aunque me sentía todavía impactada por el hecho. Me hice la fuerte y disimulé.

FABIO

Voy a llamar a papá!… Dame el celular…..

YO

Mi amor, tranquilo, no hace falta….

DALILA

Si! Que lo llame!!!!

FABIO

(Después de marcar)

Pá!!!!… Vení enseguida!!!

Estamos en la puerta del colegio de Dalila!!!!

VINCENT

Qué pasó hijo?

FABIO

Le robaron a mamá… y tiene la mano lastimada…

VINCENT

Qué???? Y dónde está????

FABIO

Acá conmigo!!:..

VINCENT

Dame con ella….

YO

Hola….

VINCENT

Estás bien?

YO

Si, fue el susto….

Lo de la mano no es nada, solo un rasguño….

VINCENT

Qué te robaron?

YO

La cartera….

VINCENT

Nada más?

YO

No, nada más….

VINCENT

Ah… bueno, me había sobresaltado…

¿seguro que estás bien?

YO

Si, seguro.

VINCENT

Bueno, andate para casa…

YO

Si eso voy a hacer…. Chau!

VINCENT

Eh… pará, pará… dame con Fabio…

FABIO

Hola pá… ya venís?

VINCENT

No, estoy muy ocupado con el negocio…

No es nada lo de mamá,

yo pensé que la habían golpeado….

Cuidala vos ahora, campeón…

FABIO

Pero pá….. vení!….Estamos asustados!….

VINCENT

No te preocupes, no pasa nada…

yo no puedo ir ahora,

pero váyanse a casa que a la noche los veo….

FABIO

Pá!!!!!……

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